El cero y la verdad abstracta
Ser
sincero aburre,
(a
no ser que uno sea un burro
ó
un dios)
Sólo
dios puede mostrarse
como
es, según Nietzsche (pero El
prefiere
no mostrarse)
A
los impuros mortales, pecadores
e inseguros,
la
perfección nos aburre, tanto
como
la sinceridad, seamos sinceros.
Pero
el aburrimiento
es
un estado provisorio, como todos.
(Todos
nos aburrimos
a
cierta altura de la lectura)
II
-Ser
ángel es extraño,
dijo el ángel,
pero
no deja de ser aburrido -los ángeles
somos
criaturas ociosas, y gozamos de una
vida
prolongada en exceso.
-Todos
los excesos son buenos, repuso
el
asno.
-
No puedo compartir, ni puedo
aceptar, aunque me aburra.
-No
hay aburrimiento sincero,
dijo
el asno, e inventó el cero.
(Los
hombres preferimos el acero,
que
no es puro - hay que hacerlo -
y
descansamos en las propiedades del verbo
hacer
y en las virtudes del acero.
Los
hombres de acero nunca mienten
ni
se aburren; no creen en el ocio
creativo
ni en creaciones sin acero.)
El
amor al acero, es más útil
que
el amor al cero
(¿estás
aburrido/a?
Si
la respuesta es afirmativa, no es ese el mejor
estado
para leer un poema.
Si
la respuesta es negativa: ¿para qué leer algo
que
puede aburrir?)
III
Pero
el aburrimiento es una de las pocas cosas
que
podemos compartir: “Sólo el ocio es social,
el
placer es asocial” -nos ilustra R.Barthes-
por
lo tanto no se debe combatirlo.
El
aburrimiento no es un sentimiento popular
-se
lo asocia al ocio, un estado superior
del
que no pueden gozar los sectores populares:
no
sabrían qué hacer con él, lo usarían mal
(el
poco tiempo ocioso que disponen, lo dedican
a
cultivar el vicio, ó peor: las pasiones populares
como
el fútbol -largas horas dilapidadas en tediosos
espectáculos
deportivos que suelen acabar con el
marcador
en blanco. “Hay que cuidar el cero,
aferrarse
al cero” oímos entre tantas fórmulas y
definiciones
que testimonian el amor al cero)
Grado
cero: El doble cero
(ambos
terminaron abrazados al cero)
suele
ser un acto de justicia,
cada
uno hizo su negocio,
un
negocio redondo -aunque aburrido,
para
ser sinceros-
IV
IV
El
cero; el marcador en blanco :
Los
mayas habían entrado en contacto
con
el esférico y ya conocían el cero
a
la llegada del hombre blanco.
Una
cultura evolucionada, en más de un sentido,
pero
desconocían la pólvora y el acero
(lo
que los tornó fácil blanco para las
ambiciones
del hombre blanco) :
Su
evolución volvió a cero
V
El amor al acero
es más útil que el amor al cero
La injusticia es más útil
que la justicia,
( decía Sócrates )
V
El amor al acero
es más útil que el amor al cero
La injusticia es más útil
que la justicia,
( decía Sócrates )
Vicente Narioh