domingo, 19 de mayo de 2024

Poemas de baja definición

 

(Armando Labarrera)

 

El poema de baja definición

podría obtener un rendimiento

superior:


No son tiempos de definiciones,

nadie las quiere ni las necesita.

Y sería improbable que alguien

las buscara en un poema, objeto

tan indefinido como indefinible:


Todos los que lo intentaron

fracasaron.


Pero no significa que sea un poema

de baja intensidad; antes bien, la falta

de definición de las tensiones sin

resolver, pueden conferirle al poema

una intensidad inusitada:


¿Alcanzás a percibir como aumentó

la intensidad de este poema de baja

definición?


Es verdad que no es definitiva

y puede declinar, pero ninguna

verdad lo es hasta que se demuestre

lo contrario.


viernes, 17 de mayo de 2024

La fraudulencia del aire

 

(Aparicio Custom)

 

Se respira un aire de insolvencia

entre los cuerpos colegiados.


Todos los cuerpos semovientes

somos parte del comercio del aire

y de la volatilidad de los mercados,

colega. Me dijo un insolvente

de última generación.


La malversación del oxígeno

nunca fue buen negocio. Pero hay

oportunidades disponibles para

emprender, contaminar y ser

contaminado:



Todos somos parte de algún mercado,

la voluntad no cuenta: sólo hay que

aceptar.


La fraudulencia está en el aire, que

sigue siendo ajena a nuestras cláusulas

legítimas y al progreso verificado

de educadores y educandos.


Los nuevos recursos retóricos acompañan

el movimiento evolutivo y lo mantienen

sustentable. Un aporte valioso para

generar oportunidades y atraer inversiones:


Disponemos de la obsolescencia programada,

la insolvencia fraudulenta y la invisibilización

asistida, junto a la ingeniería financiera, la

arquitectura legal y otras disciplinas que aún

están en desarrollo pero pronto enriquecerán

nuestro lenguaje.


jueves, 16 de mayo de 2024

La aventura de la repetición

 

(Remigio Remington)

 

Hoy barrí dos veces

la misma superficie,

pienso mientras no barro.


No fueron consecutivas

pero fueron dos. La verdad,

no tenía pensado barrer,

como tampoco repetir:


Pienso en frío, hace bastante

frío como para pensar en otra

cosa.


Ya barrí, y repetí. No me aburrí

al barrer ni barrí de puro aburrido:

Lo hice sin pensar, como tantas

cosas que se hacen, ahora que pienso.


No es lo mismo pensar y hacer,

hay que buscar un equilibrio entre

ambas acciones.


Tal vez nunca pensé en barrer,

pero barrí dos veces ¿fueron dos?


Lo que se repite se piensa dos veces,

dijo el filósofo alemán que pensaba

mucho más que yo.


No sé si barría como yo, o sólo barría

cuando pensaba, aunque no pensara

barrer.


Tampoco sé si es bueno pensar tanto,

después escribimos cosas que nadie

entiende; no sé si se entiende…


No sé, tal vez pronto vuelva a barrer,

a ver qué pasa. Al menos uno siente

que cumple una función útil, aunque

no necesaria, y propicia cierto orden:


Alguien lo tenía que hacer, me tocó

a mí el trabajo sucio y cumplí.

El ambiente lo agradece: Se nota

que barriste, parece decir.


A barrer se aprende barriendo, no es

difícil, y si uno se pone un podo más

obsesivo barre cada vez mejor, hasta

incluso cuando no hace falta:


Es como escribir, una práctica que

puede repetirse casi sin límite.


Vuelvo a lo pensado en el pasado:

Hoy barrí dos veces (una, algo más

minuciosa: no recuerdo el orden

secuencial) y todavía es temprano.


Dos veces, pienso y vuelvo a pensar

en el filósofo alemán y esdrújulo:


Al pensarlo otra vez, el pensamiento

vuelve a multiplicarse por dos.

La pregunta es la siguiente:


¿Cuántas veces barrí?



miércoles, 15 de mayo de 2024

Los mercados naturales

 

(Tomás Mercante)

 

Los mercados evanescen

entre el bien y el mal

siempre algo crece:


Crecer es bueno,

siempre supimos crecer

(sabíamos que era bueno)


el saber también crece,

hoy sabemos más que ayer

pero seguimos aprendiendo:


Siempre hay algo que aprender.

No estamos solos, siempre algo

crece alrededor, acá y en las

antípodas.


Algo crece, algo se cuece, algo

perece para bien o para mal.


Entre el bien y el mal

los mercados evanescen:

el crecimiento sostenido es natural.


Siempre supimos y creímos,

venimos a crecer y a declinar,

mientras crecen y decrecen

nuestros activos y pasivos.


martes, 14 de mayo de 2024

Vuelos cancelados

 

(Rolando Doorland)

 

No son muchos los mamíferos

que vuelan.


Yo conozco al murciélago

y poco más. ¿Qué pasó?


¿Algo falló? ¿No fue lo que

se esperaba, un ensayo que no

prosperó?


Se sabe que hubo otros, pero algo

hizo que fuera descartado ese

proyecto evolutivo, y la Naturaleza

descartara el vuelo del mamífero:


No era útil a futuro, merecía ser

discontinuado.


Pero entonces, el murciélago

¿Por qué no se extinguió?


Tal vez sirva como testimonio vivo

de aquel ensayo trunco, el error que

subsiste para que no se repita:


Nadie los ama, ni se identifica

con ese obscuro mamífero que vuela,

transmite enfermedades y además es

ciego y duerme colgado.


Como si fuera poco, sale de noche,

tiene vida nocturna y otros hábitos

no menos sospechosos:


habita campanarios y sitios tenebrosos

y es pariente del vampiro. Es mal

presagio y ni siquiera posee la gracia

de las aves al volar.


¿Quién podría verse reflejado

en semejante mamífero?


Sólo Batman, nuestro Superhéroe

que a pesar de sus años no descansa

en su lucha contra el Mal.


lunes, 13 de mayo de 2024

Los nuevos atavismos

 

(Emeterio Askman)

 

Los nuevos atavismos  están marcando

tendencia entre nosotros, y dan cuenta

de la dinámica evolutiva.


Nos es difícil percibirlo, por lo acotado

de la vida humana, si bien su esperanza

se sigue prolongando, no sabemos hasta

cuando.


Los atavismos conocidos, como el ojo de

águila, el pecho de pollo, el tercer molar

o la oreja de mico con su punta angular

y pintoresca, pronto serán cosa del

pasado.


Todos los atavismos son resabios del

pasado, pero quiérase o no, la evolución

diferenciada nos va alejando cada vez

más de los animales que supimos ser:

 

Nada nos ata al pasado.


El hombre se renueva como individuo

y como especie, a medida que nuestra historia

crece: Hasta ahora, nunca paró de crecer.


Sabemos que el Superhombre fracasó (tal

vez estuvo demasiado solo), y el hombre

nuevo colapsó antes de dar sus primeros

pasos.


Ya nadie cree en el Sujeto Histórico, algo

superado. Pero seguimos siendo protagonistas

de esta historia, al menos en el plano biológico,

y contamos con la ingeniería genética para

apurar los tiempos de la evolución y superar

los propios límites de la Naturaleza.


El vello púbico en las mujeres y gestantes,

ya está pasando a ser un atavismo, como

tantas cosas que se vuelven inútiles o entran

en contradicción con las prácticas sociales.


También la inteligencia natural que nos distingue

entre los primates superiores, perderá utilidad

ante el avance inexorable de la Inteligencia

Artificial, que ofrece un rendimiento ventajoso.


¿Somos el rebaño elegido por la Selección

Natural, o la manada seleccionada?


Aún no se puede verificar, pero la evolución

es un camino sin retorno.


Habrá nuevos atavismos disponibles.


El peligro de despejar

 

(Aparicio Custom)

 

El birlador, como el escapista,

el evasor autónomo

o el defraudador, son personas

altamente capacitadas que confían

en su arte.


El jugador hace una finta, un

movimiento engañoso, repite

el amague desairando al marcador.


Encara el dribling, zigzaguea y

vuelve a pasar, dejando atrás la

marca pegajosa.


¿Qué es lo más pegajoso conocido?


Hay pegamentos para atraer moscas,

mosquitos, cucarachas, ratas y otras

criaturas que profesan algún apego

hacia nosotros.


La vida, el juego, repiten los obstáculos:

Hay que encarar.


Unos intentan y fracasan

y repiten el ensayo y el error.

Otros quedan fuera de juego

y se resignan:


Resignarse en una forma de repetir.


El birlador vuelve a pasar y se despega,

como quien sale airoso de un poema

pegajoso.


Siempre hay otro que intenta despejar:

El arte le debe mucho a la repetición,

como todos los juegos conocidos.


Aunque ella también tiene sus riesgos,

no se puede repetir siempre lo mismo

¿o sí?


El jugador vuelve a pasar,

él confía en su oficio o arte

y se aventura:


Lo vuelve a hacer como si fuera

natural burlarse y repetir:


La burla sostenida en la técnica

es útil para el arte de jugar, pero

no es una meta en sí misma: Por más

que se repita sigue siendo un medio,

nunca un fin.


Otros tienen por meta despejar el peligro

toda vez que se presente, bajo cualquiera

de sus formas repetibles.


No es ocioso repetir, aunque sea inútil:

Él se burla, y vuelve a pasar.


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