(Absinia Bending)
No tengo nada que ocultar,
soy lo que se ve,
dijo el hombre invisible.
En realidad, yo no me autopercibo
invisible: Sólo soy transparente,
es la única evidencia que puedo
aportar, y es irrefutable.
Los que no aceptan la transparencia
me tachan de invisible: El prefijo
negativo, habla más de su propia
incapacidad que de mi falta
de presencia material o real.
¿Qué es lo real?
No tengo autoridad en la materia
y carezco de atributos filosóficos,
me reconozco humilde: La verdad
está a la vista.
Sólo los necios la rechazan, no pueden
aceptar la transparencia y llenan ese
hueco con palabras.
¿Cuánto hay de materia en las palabras?
Las palabras son para ocultar, y yo no
tengo nada que ocultar: Soy lo que se ve,
y lo que no se ve.
Pero el no, está en el observador, y ante
eso permanezco ajeno, no puedo hacer
otra cosa:
No tengo negativo, no contengo un lado
oscuro ni medio alguno para negar nada.
Sólo tengo esta transparencia, que a muchos
incomoda. Ante las palabras de los necios,
sólo opongo la evidencia:
Es lo que se ve, aunque algunos no lo vean.
Una imagen vale más que mil palabras.
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