(Aparicio Custom)
Las malas decisiones pueden
hacer naufragar tu poema
de mar, de amor, tu oda
o tu elegía. Vos elegís.
Ser selectivo con las decisiones
que afectan al poema, es siempre
redituable.
Una sola decisión incorrecta
es capaz de hacer colapsar el cuerpo
del poema, cuyo armado tanto
te costara (Bueno, quizás no tanto)
La calidad en la gestión de tus recursos
poéticos, genuinos o no tanto, podría
verse alterada por esa decisión inadecuada
y precipitar en el error no forzado.
Con un control selectivo, lograrás
que se impongan las decisiones correctas,
el único camino para evitar un poema
errático, que sólo puede vacilar
(entre las múltiples funciones asignadas
a los poemas)
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