sábado, 29 de noviembre de 2025

Medidas evanescentes

 

 

(Serafín Cuesta)

 

Medí tu vanidad.

Si todavía no lo hiciste no

dejes pasar esta oportunidad.


Hay cosas que es mejor medir

a tiempo:  ¿Qué seríamos, si no

pudiéramos medir el tiempo?


Pensalo: Meditá con mesura,

no te vanaglories de tu falta

de medida, ni de tus excesos.


Medite, no es vano abrazar

una medida arbitraria

y refugiarse en ella, ante tanta

desmesura que circula.


Medí tu vanidad, buscá parámetros

confiables y observá su desarrollo:


Todo lo que es se desarrolla, casi

siempre en vano, como un cuento,

un poema o una oración armándose

a sí misma.


Hay desarrollos que no dependen

de nosotros, es en vano intentarlo.

No intentes nada que no pueda

medirse o ser medido:


Medir es conocer:  Ajustate sólo

a medidas conocidas.


Medí tu vanidad, observá sus altibajos

y controlá sus valores para mantenerlos

en niveles deseables.


Es mejor conocerlos, y poder reconocerse

en esa medida arbitraria y provisoria

como todas  (lo mismo que el café, que el

amor, que el olvido, etcétera) 


Sólo que esa es tuya, es tu medida,

aunque no sea la única.

 

El sentimiento de propiedad

es el activo más valioso que tenemos

como individuos y como sociedad.

 

viernes, 28 de noviembre de 2025

¿Es necesaria la noche?

 

 

(Rosendo Cárcamo)

 

Podría haber pernoctado

entre los goznes, al amparo

de esos vértices apócrifos

que siempre nos descubren.


El hombre fue un descubridor

nato, antes de ser conquistador.


Después lo sedujo la conquista,

una vez descubierta:


No hay efecto sin causa

ni causa sin efecto.


¿Somos producto de lo que

descubrimos? ¿O sólo de

lo que conquistamos?


Habrá que descubrirlo, todavía

no tenemos las respuestas que

necesitamos.


Las necesidades se multiplican en

proporción directa a la evolución:

Ese es, acaso, nuestro mayor logro.


Aunque no sabemos cuántas más

podríamos conquistar en el futuro.

 

Todos somos potenciales rescatistas

 

 

(Nicasio Uranio)

 

Hoy rescaté un gusano.

Todavía pataleaba cuando

lo rescaté:


Acaso no entendía que lo estaba

rescatando, algo natural, no se puede

pretender que entienda mucho, es un

gusano.


Se trata de una criatura elemental,

ajena al significado del Bien y el Mal

y todos los valores que se desprenden.


Yo hice mi parte, una buena acción,

aunque humilde, que sin duda Dios

sabrá apreciar.


Hay muchas criaturas que necesitan

ser rescatadas, nadie puede ocuparse

de todas.


Pero si cada uno contribuye un poco,

haríamos mucho para rescatar al mundo

de la ignominia y la abyección.


Desde las alturas, Él lo apreciaría,

se sentiría complacido y dispuesto

a recompensarnos con abundancia,

que es lo único que necesitamos.

 

Aunque parezca insignificante mi acción,

como este gusano, descarto que Él sabrá

apreciarlo, puesto que todo lo ve y nunca

descansa.


Las acciones desinteresadas

son las que más valora en humanos

y gusanos.

 



 

jueves, 27 de noviembre de 2025

Antropoceno

 

 

(Aparicio Custom)

 

¿Existe el antropoceno?


Más o menos.


¿Es un negocio redondo

o un sueño equivocado?


No sabemos.


¿Es otra veleidad de criaturas

presumidas que creen merecer

un lugar en la historia geológica

del planeta que les pertenece?


¿No les pertenece? ¿Acaso hay

algún otro organismo que haya

podido desarrollar el sentido de

pertenencia y el sentimiento de

propiedad como éste?


¿Existe evidencia científica?


Sí, el impacto ambiental producido

por este mamífero autoproclamado

superior, en continua expansión, no

es comparable a ninguno:


No existe otro animal capaz de alterar

su propio hábitat y degradarlo hasta

volverlo inhabitable, como nosotros:


Un grupo de mamíferos parlantes

antropocéntricos, etnocéntricos,

geocéntricos y egocéntricos.


¿Estamos atravesando el antropoceno?


Estamos persuadidos, no importa mucho

la validación científica: eso tambien se

puede obtener.


En verdad, no importa tanto si existe

el antropoceno. En algún momento

descontamos que va a existir, y alguien

lo va a reconocer.


 

miércoles, 26 de noviembre de 2025

Malas costumbres

 

 

(Manuel Santos Lupanares)

 

Hay quienes pierden el tiempo

con asiduidad. Luego, es común

que la frecuencia de la pérdida

evolucione en normalidad:


Se hace costumbre, y el tiempo

perdido no se lamentan ya que

ha dejado de percibirse como tal.


¿Hay algo mal?


Para otros, tal vez sí, pero no para

el que lo ha normalizado, él no se

reconoce, y sin el sentimiento de la

pérdida, no hay perdedores.


No sabe lo que pierde: Hacerle saber

que está perdiendo el tiempo, sería

tiempo perdido.


No hay forma de reparar la pérdida,

ni de hacer que deje de perderlo.


Vivimos de costumbres y hábitos,

por costumbre no se diferencian:


Cada uno es dueño de una parte de

su tiempo, puede destinarlo como

le parezca: Las autoridades procuran

reducirlo. Hay mucho destino incierto.


Yo escribía unos poemas algo extraños,

con tonalidades críticas y pretensiones

filosóficas. Tal vez, ni eran poemas

pero lo hacía como hábito, me había

acostumbrado.


Para otros, eso podría ser una pérdida

de tiempo; no para mi:

El verdadero perdedor no se reconoce.


Un buen día, decidí salir de ese molde

y abandonar las profundidades en las que

solía perderme buscando verdades más

perdurables y escribí otra cosa.


Ahora me acostumbré, y sólo hago

poemas costumbristas como éste.

 

martes, 25 de noviembre de 2025

Malezas resistentes

 

 

(Alí Carnazo)

 

¿Qué diferencia existe entre

maleza y merluza?


Uno: La primera no posee valor

de cambio.


Dos: La merluza es un pez, aunque

más conocida como pescado.


¿Qué sabemos de la maleza?


No mucho, lo suficiente para descartarla

o, al menos, combatirla y eliminarla.


¿Entre los animales no existe la categoría

de maleza?


No, entre nosotros no, pero podria existir.

Hablamos de alimañas, plagas y especies

invasivas que resultan desagradables.


¿Cuál es la trazabilidad histórica de nuestras

malezas?


No hay datos ciertos, podrían ser más antiguas

que nosotros.


¿Qué es lo que define el concepto de maleza?


Son especies que no aportan nada útil a la

economía y compiten por nuestros recursos

naturales, conspirando contra el desarrollo

sustentable de la economía. Son invasivas.


¿Son muchas las especies invasivas?


Somos bastantes, pero contamos con recursos

para controlarlas.

 

lunes, 24 de noviembre de 2025

Opiniones encontradas

 

 

(Tomás Lovano)

 

Entre los autos, prefiero

los autogestionados y los

automáticos.


Es opinable: Entre las opiniones

me quedo con las autorizadas.


Todo lo demás es opinable,

como la música, la poesía:


Todos los poemas se pueden

musicalizar, aunque el resultado

sea tan opinable como el verbo

musicalizar.


Pessoa decía que el poema

tiene su propia música, o sea

que agregarle otra sería algo

peor que un pleonasmo.


A algunos les pareció opinable

lo que dijo Pessoa y decidieron

musicalizarlo.


Hay que respetar todas las opiniones,

yo no tengo opinión autorizada.


Aunque sé que las autoridades

siempre cambian, como las opiniones:

Cambiar opiniones es tan natural

como cambiar de opinión:


La vida es cambio, como la música.

Nadie escucha la misma música

que hace veinte años. Yo sí, aunque

reconozco que resulte opinable.


La música se adapta a los tiempos

que corren, no sé si es bueno o malo,

es cuestión de gustos:


Los gustos también se degradan, como

los sujetos y el propio sujeto histórico,

que ya no es el que era.


Pero ésto no es más que una opinión,

cada uno habla de la feria según le va

en ella ¿O no?


Opinar, opina cualquiera:

Es mejor sospechar de las opiniones

infundadas y confiar en las autorizadas.


Me reservo la opinión, por ahora:

Mejor que decir es hacer, decía el General

que no sólo era conducción, sino que hizo

lo que hizo, que no es poco.


En eso hay opiniones divididas,

pero la única verdad es la realidad

y a la división de debemos casi todo:


Somos una sociedad policlasista, con todo

lo que eso significa: Cada uno es libre de

opinar en un sentido u otro, en eso somos

soberanos ¿O no?


Mejor que decir, que andar opinando

a la ligera, es hacer: La vida es cambio,

y los cambios se realizan con acciones,

por más opinables que resulten:


Las palabras sólo tiene valor de cambio.

Yo creo más en la música, que no emite

opiniones ni tiene ideología, como los

poemas.


Todos podemos hacer algo, tocar algún

instrumento y probar, hasta musicalizar

un poema. Si lo arruinamos no importa,

hay muchos.


Hay instrumentos que no requieren

ningún estudio, ni condiciones especiales

y se puede aprender solo: A mi me gusta

el autobombo.



 

domingo, 23 de noviembre de 2025

Cómo distinguir autenticas malezas

 

 

(Epifanio Weber)

 

Esta planta es bastante especial,

me dijo la empleada del vivero.

Se me había acercado al notar

mi atracción hacia ella:


Una planta poco vistosa, que pasaba

desapercibida entre tantas otras, más

llamativas u ostentosas.


Una planta sin atractivos, que bien

podía ser confundida con maleza,

si estuviera en un jardín o cualquier

espacio público.


El público que consume plantas, suele

inclinarse por especies que lucen otros

atributos, como flores coloridas

u hojas lustrosas.


Hay algo, tal vez, de uno mismo

que se refleja en las plantas que

elegimos, eso que hace que nos

atraiga más una que otra, aún sin

conocerla.


Yo conozco algunas, no soy un

experto, y a ésta no la conocía.

No sé por qué me detuve en ella.


La empleada, atraída tal vez por

mi elección, amplió:


No sale mucho, no es una planta

que esté de moda, aunque en otros

tiempos era bastante común en las

casas.


Claro, ahora hay menos casas

y los gustos cambian, como todo.


Da unas florcitas casi insignificantes,

pero copiosas y perfumadas. Eso es lo

mejor que tiene, pero sólo abren por

la noche:


Dicen que es un perfume

energizante y afrodisíaco,

pero de día ni se ven.


Muchos conocen el perfume, pero

no la planta.



La llevé, no es que me haya convencido

la empleada, creo que lo hubiera hecho

de todos modos.


Más tarde, comprobé su presencia

en mi jardín, no florecía porque yo

no la dejaba crecer, creyendo que

era maleza.




 

sábado, 22 de noviembre de 2025

Besos brujos y soberanos

 

 

(Serafín Cuesta)

 

Ensoberbece a quien la bese.

Ella lo sabe, y administra su don,

su arte y su belleza.


No es fácil llegar, con ella al beso:

No tiene el beso fácil como esas

que besan al pasar y van de boca


en boca, por vocación ocasional

o por curiosidad, saboreando besos

vanos, vacuos, sosos y frugales

y siguen sin saber besar.


No es besando como se aprende

a besar. Ella lo sabe, y no besa

por besar; es selectiva: sabe lo

que su beso significa y sólo besa

a quien la merece.


No besa por besar, valora su saber

o arte, que atesora como un don

cuya emisión reserva para algunos:


esos pocos, muy pocos elegidos

ya avezados ensoberbecidos.

Ella sabe a quien besar, nunca lo hace

con torpes y soberbios.


No es fácil obtener ninguno de esos besos.

No son moco de pavo ni excremento de ave.

Quien los probó lo sabe.


 

viernes, 21 de noviembre de 2025

Concomitancias

 

 

(Serafín Cuesta)

 

Todos los cuerpos concomitan,

aunque más concomitan los que

comen.


Los cuerpos comestibles

comulgan con los comensales,

de ese modo participan de la

concomitancia:


Todo lo que come es comestible.


Concomitamos: Todos los cuerpos

que se conmitocan y se comen

entre sí concomitan.


Ninguno es ajeno a la comixtión

provista con anterioridad al verbo

concomitar.


Hay sentidos que se tocan

al concomitar, después tal vez no

vuelvan a tocarse.


El comercio de los cuerpos produce

los sentidos que se necesitan para

que todo concomite y se repita.


Cuando deja de comer, el cuerpo sale

de circulación, pierde valor comercial

y ya no concomita.

 

miércoles, 19 de noviembre de 2025

Evitemos el autocontagio

 

(Isnaldo Montalbán)

 

Esta verruga me la contagió

una tortuga; ella no lo sabe.


Acaso vos tampoco sepas

que las verrugas se contagian:


No hace falta una tortuga,

uno puede contagiarse de su

propia verruga, sin querer,

sólo con tocarse.


Después, con los años, la proliferación

invasiva se torna incontrolable, ellas se

contagian unas a otras y uno no sabe

qué hacer: Ya es tarde para tomar una

medida u otra.


Así es como se transmite todo, se propaga

el vector, la infección, la desinformación.

La ignorancia es un caldo de cultivo.


Ahora ya lo sabés, no sigas cultivando la

ignorancia: Es mejor no tocarse y evitar

el autocontagio, hay que aguantarse.


Si te aparece una verruga, ignorala, salvo

que esté en la palma de la mano. Pensá

que detrás de ella hay muchas más. Una

verruga nunca está sola.


No te toquetees, y evitá besar tortugas

sin consentimiento. Hay otras formas

de expresar los sentimientos.

 

martes, 18 de noviembre de 2025

Un reconocimiento justo

 

 

(Carlos Inquilino)

 

¿Cuántas hormonas necesita un hombre?


Depende de cómo se autoperciba

al momento de necesitar:


La producción hormonal tiene altibajos,

pero nunca se detiene.


Hay hormonas genéricas y específicas,

según las circunstancias, producimos más

o menos de unas y otras, con toda libertad.


Lo único necesario es mantener

el equilibrio hormonal, que es lo que regula

todo para que el individuo desarrolle

en armonía y disfrute libremente la plenitud

de su producción hormonal.:


Ese activo esencial para acceder al goce,

que en condiciones naturales no se mide

y es todo lo que necesitamos, en sentido

genérico para la realización personal.


Yo tengo tantas hormonas

que no las puedo contar.

 

domingo, 16 de noviembre de 2025

Una historia de superación

 

 

(Cipriano W. Cifuentes) 

 

No hay nada que no podamos

superar, compañero. Hemos sabido

superar cosas peores, y aquí estamos.


En ese sentido no hay nadie

que pueda superarnos.


No sé si somos superiores, pero hemos

superado mucho más que otros 

a lo largo de la historia,

y tenemos una historia que superar.


Yo mismo me he superado en más 

de una ocasión, a veces uno se arrepiente,

pero eso también se supera con voluntad.


Hay que tener valor, resistir y capitalizar

las experiencias que fracasaron, para no

repetirlas. Sólo dependemos de nosotros.


Al enemigo ya lo conocemos, aunque

mute, cambie de ropajes y se recree

con discursos engañosos, que pueden

funcionar durante un tiempo.


No nos engañemos, compañero:

Nos debemos una autocrítica superadora,

de puertas para adentro, para no dar ventaja

al enemigo.


El enemigo no descansa, en eso tal vez

nos supere, pero no mucho más.


Tenemos una historia de resistencia,

activa o pasiva según las condiciones,

que es difícil que alguien pueda superar.


Nosotros siempre supimos superarnos

y en ese sentido nadie nos superó, por

eso estamos aquí, honrando esa historia.


No hay nada que no podamos superar,

compañero: Todos somos superables.

 

Tenemos una historia que superar, y

estos valores que no podemos negociar,

salvo que aparezca una oferta superadora.


Ésto también lo superaremos, compañero.

No podemos aflojar, ya lo hicimos y no

funcionó: Lo importante es la unidad.


Sólo dependemos de nosotros, necesitamos

una conducción superadora que ponga en

valor el legado histórico que heredamos

de nuestro líder.

 

Luego, sólo hay que esperar la próxima

oportunidad histórica.

 

sábado, 15 de noviembre de 2025

Conoce el valor de tu cuerpo

 

 

(Encarnación Segura)

 

Un cuerpo no es nada

sin un propósito que lo guíe,

un fin que lo impulse

a desarrollar la voluntad.


Un cuerpo sin un fin,

propio o adquirido, es sólo

materia, por más altamente

organizado que se perciba.


No hay nada que pueda

materializar: no tiene recursos.

Como mucho, puede aspirar a

convertirse en recurso para otro.


¿Sabías que tu cuerpo posee un

valor como recurso?


Es un recurso valioso, gracias a él

podés participar en competencias

deportivas y conocer el éxito, tanto

como disfrutar de una sesión de sexo

tántrico.


Las oportunidades que gozan nuestros

cuerpos son casi infinitas: Podemos

incorporar las que deseamos e incluso

aprovecharlas, si somos competitivos:


Hay muchos cuerpos como el tuyo

que andan buscando lo mismo: 

 

Cada uno con sus propios recursos

busca acceder al goce. No son muchas

las opciones. 


Un cuerpo no es nada sin un propósito

que lo guíe, conviene incorporar este

conocimiento para poder desarrollarlo:


El valor de lo que incorporemos

depende de cada uno y de cómo

administre sus recursos.


Tu cuerpo, es mucho más que un simple

recurso: Es el único que sirve para poder

incorporar y emitir, en cualquier orden.

 

¿Senectud, divino tesoro?

 

 

(Antístenes Oquendo)

 

Descubren nuevas técnicas científicas

que, activando algunas funciones

en ciertos nichos neuronales permiten

sostener los niveles saludables de goce

más allá de la tercera edad.


Gracias a los aportes de la neurociencia

cognitiva, la intensidad del goce en ese

rango etario podría igualar, y hasta superar

la medida conocida antes de atravesar esa

etapa de la vida, acaso última.


Las pruebas de laboratorio, realizadas

en mamíferos cercanos, casi semejantes,

arrojaron resultados sorprendentes.


Se estima que este desarrollo avanzado

producirá un cambio significativo en la

vida de la población añosa, tanto como

en las expectativas de quienes transitan

las vísperas de la senilidad.


Sin duda, el incremento en los parámetros

del goce, después de la tercera edad,

elevará la calidad de vida de quienes lleguen

ahí:


El goce estará por las nubes, a nadie importará

la realidad.

 

viernes, 14 de noviembre de 2025

Videntes y poetas

 

 

(Alí Carnazo)

 

Lo peor ya no pasó,

dijo el vidente,

ya abandonada su etapa

de poeta.


¿La había superado?


¿Cómo se supera un poeta

para llegar a vidente?


¿Hasta dónde la superación

es evidente?


No hay evidencia pseudocientífica:

Si bien, sus peores poemas son parte

del pasado, no podemos asegurar que

todo tiempo pasado fue peor.


Al presente, el vidente no encuentra

argumentos que alimenten el optimismo.


Sabe que vacila ante el futuro

como lo hizo en el pasado,

aunque con otra experiencia.


¿Era vidente sin saberlo, antes de poeta?


No parece evidente como para afirmarlo.

Cuando ejercía el oficio de las letras

no avizoraba otra superación distinta


a la que mueve al poeta a reincidir

después de completar un poema,

bueno, malo o dudoso como todos.


¿Qué es peor? Se preguntaba ahora

¿Un poeta fracasado o un vidente

no reconocido?

 

jueves, 13 de noviembre de 2025

Nuevos enfoques

 

 

(Isnaldo Montalbán)

 

Si el ojo se te abicha

no lo atribuyas a un trabajo

ajeno.


No es mal de ojo,

ni es un mal:


Nadie te ojeó, no deslindes

tu ignorancia en acciones

externas.


Si el ojo se abichó

significa que está vivo:

es un signo vital que deberías

celebrar y agradecer.


No creas en supercherías, hechizos

y otras yerbas.


No creas en los beneficios de las

plantas medicinales, ni en medicinas

alternativas, o las soluciones naturales.


Si tenés esa plantita de la flor azul

que crece por todos lados, probá,

sacale la gotita esa y ofrecésela:

Tal vez les guste a tus bichitos.


Miralo con otros ojos:

Pensá en esas personas que deambulan

por ahí, sintiendo que nadie las mira.


Esos ojos resignados y vencidos

que han perdido el brillo de la juventud

y ya no atraen a nadie, ni a los bichos.



 

Genética del ritmo

 

 

(Amílcar Ámbanos)

 

La disposición rítmica

no es ajena a la herencia

genética y sus condicionantes

naturales.


Hay ritmos parasitarios, como

los hay oportunistas, y otros

que nos resultan completamente

ajenos:


Es difícil vincularse a algo

que nos es ajeno, aunque eso

depende, en última instancia,

de la capacidad de apropiación:


No es algo que pueda adquirirse

a través de la práctica metódica

(aunque muchos lo intentan)

sino que remite a la carga genética

recibida por herencia.


Por lo común, los mayores valores

y capacidades tienen esa procedencia.


El ritmo, es un componente natural

de toda actividad humana vinculada

al movimiento, pero no siempre nos

movemos en el sentido correcto.


Mantener un ritmo es trabajoso

aunque parezca lo contrario, ya que

algunos se reproducen en forma

automática:


Ésto luce como una ventaja; basta con

entregarse y abandonarse al ritmo.

Pero nunca es bueno someterse a algo

que se reproduce automáticamente.


Hay ritmos subalternos, secundarios

y supernumerarios que se confunden

con los necesarios, o básicos. Así como

los unicelulares, que se cuelan en los

espacios intersticiales de otros y medran

con la confusión.


Quienes auspician la confusión de los sentidos

y son dados a gozar de todo lo que se presta

a confusión, celebran estas formas parasitarias

y colonizadoras, a las que describen como ritmos

complejos o compuestos y hasta llegan a hablar

del desarrollo de la inversión rítmica:


Se trata de otro despropósito, sabemos bien

que cuando alguien habla de inversión y

desarrollo, siempre conviene sospechar.


Es difícil salir de la confusión cuando está

muy desarrollada, tanto como entrar a tiempo

en un ritmo seguro y sostenerse en el centro,

como sujeto emisor en plenitud de sus facultades.


No es fácil establecer con precisión

las pautas adecuadas para verificar

si estamos en posesión del ritmo correcto,

sea propio o ajeno, obtenido por apropiación.


Yo mantengo dudas con el mío, no sé si es

el correcto, o el que hubiera deseado

pero lo voy llevando.


Tampoco hay que pretender elegir todo.


 

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Deudores varios

 

 

(Dudamel Rambler)

 

El nudo de la corbata se veía un

poco flojo, notó uno de los deudos

que acreditaba, con el occiso, una

deuda que ya no podría saldar.


Él lo quiso así, decía que la última

imagen es la que cuenta, la que queda

para siempre y deseaba mostrarse

presentable en la ocasión de su postrer

despedida.


Había dispuesto meticulosamente

el vestuario elegido: camisa, corbata

y su mejor traje.


Sus amigos se encargaron de que fuera

cumplido su deseo, y ahí estaba, sereno

e impecable presidiendo el evento.


El deudo que compartía esa condición

con la de deudor (aunque ésta no fuera

de dominio público, y no sabía si era

compartida por otros deudos, algo

posible ya que el difunto era generoso)

estaba incómodo.


Le incomodaba la imagen de ese nudo

flojo en la corbata de su acreedor amigo,

que parecía aflojarse más con el uso,

como todas las cosas ajustables.


Se lo comentó a otro deudo, tal vez también

deudor: Sí, tenés razón, Rolando, no está

bien terminado ese nudo. Mirá, acercate con

disimulo y, como quien no quiere la cosa,

vas y se lo ajustás bien. No tengas miedo,

no lo vas a ahorcar porque está muerto.


Sí, alguien lo tiene que hacer, pensó

como deudor y deudo: Tal vez sea ésta

la oportunidad de aliviar esa deuda

y mostrar, al menos, voluntad de pago. 

 

Nadie puede vivir tranquilo con una

cuenta pendiente por el resto de su

vida. 


 

martes, 11 de noviembre de 2025

Inversiones olvidadas

 

 

(Hildebrando Sśbilo)

 

Toda inversión es sospechosa,

según un librepensador olvidado.


Los librepensadores son cosas

del pasado. Confundir la especulación

filosófica con la función poética fue,

quizás, su mayor pecado, y le ganó

el olvido.


Hay muchas formas de ganarse el

olvido: Lo suyo resultaba sospechoso

a los filósofos, tanto como a los poetas.


Pero él insistía con sus frases sesgadas,

intencionadas y hostiles al sentido común,

profundizando la confusión creada:


No hay inversión sin víctimas, disparaba:

Es como la producción, pero peor. Repetía

a quien quisiera oírlo. No importa, no eran

muchos.


De todas las formas de la repetición,

la inversión es la más gravosa: ella

justifica cualquier cosa.


¿Qué es la inversión? Una noción nociva,

a tal punto que una manada de imbéciles

anda repitiendo que dependemos de las

inversiones.


Este tipo de enunciados, brotados de la

especulación teórica, no sólo producen rechazo

entre filósofos y poetas reconocidos, sino que

tampoco atrae al lector promedio, que si invierte

su tiempo en la lectura, no es para que se lo haga

pensar más de lo necesario, sino para obtener

alguna satisfacción razonable en relación al tiempo

invertido.


Toda inversión es una búsqueda de respuesta,

un resultado que la justifique. Nadie invierte

para cosechar preguntas o incrementar su

patrimonio de dudas naturales o adquiridas.


La filosofía no es para todos, ni la ciencia,

ni la poesía. Mucho menos popular es el

pensamiento crítico, de difícil acceso, aunque

abreve en el pesimismo científico.


Ese discurso de signo negativo, no podía

merecer otro destino que el olvido, salvo que

fuera un poeta maldito, esos personajes oscuros

que florecieron hace más de un siglo y hoy son

un anacronismo.


Pero no, él no se consideraba poeta ni filósofo.

Confundir la función poética con la especulación

filosófica fue, quizás, su mayor pecado.


Otra cosa hubiera sido entreverarse en la función

filosófica, como parte de la experiencia de la

especulación poética.

 

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