El cero y la verdad abstracta (2)
-¿Hace mucho que es ángel? Preguntó el burro.
-Muchísimo... Respondió el ángel.
-¿Y no es aburrido?
-”Hay algo peor que ser aburrido:
estar aburrido”
-¿Por qué lo dice entre comillas?
-Esa frase no me pertenece, es de un
escritor
cuyo nombre no recuerdo.
-Eso habla muy bien de usted...
-¿Olvidar?
-No, reconocer lo ajeno, no atribuirse
la propiedad de algo
que no le pertenece; no apropiarse.
Significa que respeta
y ha hecho propio el concepto de
ética -una práctica poco común
entre animales humanos- y que también
respeta el valor de la propiedad.
-Los ángeles casi no tenemos
propiedades, no nos está permitido: debemos
dar el ejemplo.
-Y tampoco tienen mucha memoria...
-Si la tuviéramos, no podríamos
soportar tanto aburrimiento.
-Un pensamiento lógico, hay que ser
sincero.
-Los ángeles somos sinceros -no
podemos no serlo-, hay que aceptar
que el aburrimiento es algo natural,
como otros sentimientos.
-Hay sentimientos aburridos, pero
aburrirse, para ser sincero, nunca es
algo natural.
-¿Aburrirse para ser sincero? Esa
frase me gusta, la comparto. Los ángeles
llevamos una existencia aburrida,
creamé: ser sincero aburre.
-“No hay aburrimiento sincero” Y
por eso no es algo natural: algunos son
capaces de cualquier cosa para
combatir el aburrimiento.
-No es necesario combatirlo, sólo se
debe combatir el ocio.
-Pero sin ocio no hay arrobo...,
escribió un poeta.
-Los poetas me aburren, siempre
buscando sorprender con frases
inverosímiles, sometiendo las
palabras a combinaciones extrañas...
-Ser ángel es extraño...
-Claro, ser ángel es extraño, aunque
reconozco que debe ser algo de difícil
comprensión desde su condición
asnar, pero sí, es extraño.., y tedioso.
-El aburrimiento es un estado
artificial, una consecuencia del desarrollo; ni
asnos ni otras deidades conocemos ese
estado; no sé si soy claro...
-Bueno, hay zonas obscuras...
-La obscuridad es un estado de la
materia, hay materia obscura en abundancia:
el 96 % de la materia del universo.
Sólo conocemos una parte mínima: Se
sabe menos de lo que se ignora.
-El hombre no debiera demorar mucho en
echar luz sobre esa obscuridad
excesiva, hay que tener Fe, sólo es
cuestión de tiempo.
-Toda una cuestión: el tiempo y el
espacio son categorías que funcionan de un
modo con la materia conocida. Con la
materia obscura no se sabe, no se puede
confiar en lo que no se conoce.
-Sí, se puede: Los hombre de fe, que
son millones, proceden de esa forma...
-Ilusión, pura ilusión.., ante la
obscuridad recurren a la ilusión de la luz artificial,
y aceptan las respuestas del
oscurantismo.
-Tu condición asnar te impide
comprender los misterios de la fe. En un principio
eran las tinieblas, no había nada:
el mundo era un enorme cero, carga neutra, pura
ausencia... Se necesitaba alguien que
creara algo: En un principio fue el Verbo, el
Verbo Divino, el Verbo Encarnado...
El creó la Luz, y luego a los hombres en un acto de
Amor...
-¿Amor? ¿Amor a quién? ¿A quienes
ni siquiera existían? No, no creo en el amor,
sólo creo en el sexo, y en el cero.., para ser
sincero.
-Es que tu condición asnar es un obstáculo para alcanzar el entendimiento del pensamiento elevado así como para comprender los misterios de la Fe. El cero, la noción del cero, es una conquista histórica del intelecto humano, que después de largos siglos de evolución desarrolló el pensamiento abstracto.., en cuanto a la Fe, es un sentimiento superior.., sin ella no hay esperanza... Mira esas multitudes: Ellos creen, el Señor
les ama...
-El Sr. Lezama dijo que el príncipe
Alef-Cero inventó el cero.
En cuanto a la fe, es la esperanza de los débiles..,he oído decir.
-Eso dicen los infieles, los ateos y otros condenados que no conocen los
misterios de la Fe.
-Sólo se cree en lo que no se conoce,
dijo el burro.
-Esa es una respuesta disolvente,
respondió el ángel observando como el asno
se elevaba en un vuelo sincero...