(Pascual Rambler)
Mejor que decir es hacer,
oímos decir
-y oímos hacer: son pocas las
acciones silenciosas-
hacer, decir: dos verbos necesarios
para el desarrollo del sujeto -un
sujeto
necesita hechos y palabras: una vez
emitido, necesita emitir-
emitido, necesita emitir-
la necesidad los hace populares -la
necesidad goza de popularidad entre
sujetos, aunque no todo lo popular
sea necesario-
los verbos sirven para representar
acciones
-tanto populares como impopulares-
como servir: tanto podemos servir a
una
causa popular como a una impopular.
La popularidad sirve para gozar:
quienes gozan de ella tienen mayores
posibilidades de acceder a otros goces.
La condición popular responde a la
cantidad y la aceptación (la cantidad
de
sujetos que aceptan -aceptando que la
aceptación es popular- y comparten
esa
aceptación)
La popularidad, signada por la
cantidad,
puede medirse: medir es popular
-solemos
medirlo todo- pero hay medidas menos
populares que otras, e incluso
impopulares.
Las mediciones de popularidad
son útiles: sirven a publicistas y
políticos.
Hay productos populares, marcas,
deportes,
líderes, sentimientos, creencias y
pensamientos
populares.
Filósofos populares no hay, ni
poetas:
la poesía y la filosofía no gozan de
popularidad
entre los sectores populares y las
masas
sudorosas.
Con la filosofía poco se goza, dijo
un poeta
popular.
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