lunes, 28 de noviembre de 2016

Las ciencias del futuro

(Epifanio Webber)


En un futuro
habrá más gente estudiando economía;
los economistas encontrarán como
extraer nuevas utilidades de la economía.

En un futuro
sólo habrá estudiantes de economía,
la ciencia más útil -aunque todavía
haya epistemólogos que no la reconocen
como tal: demasiado útil para ser una
ciencia-

La utilidad es siempre sospechosa.

En el ámbito académico económico
no hallan motivos para inquietarse:

En un futuro, predicen -los economistas
conocen el arte de la predicción y se sienten
autorizados a predecirlo todo- en un futuro
la epistemología, como la filosofía y todas las
disciplinas del conocimiento, será parte de
la economía.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Deuda interna

(Carlos Inquilino)



Nadie sabe lo que pasa
dentro de sí.
Aunque se interne y se ensimisme
en la aventura del auto conocimiento.
Uno puede pensar en uno,
concentrarse en las funciones
de sus órganos más íntimos,
en los sonidos interiores de fluídos
que circulan dentro de uno, en un
sentido u otro, surcando sus propias
cavidades, ajenos al mundo exterior
y sus sentidos dados.
Uno puede aguzar los sentidos
hacia adentro de su unidad inapropiable,
procurando penetrar la insondable realidad
del movimiento que lo nutre, sosteniendo
circuitos neuronales, proveyendo equilibrio
y sentido de unidad a esa diversidad de
células, tejidos, moléculas.
Uno puede concentrarse más, abstraerse
de su propia realidad objetiva, de su entorno
e incluso de las percepciones condicionadas
por el conocimiento, y ahí, en abstinencia
de todo estímulo ajeno, sin interferencias
emotivas, ahondar en la noción de unidad:
el último refugio de la subjetividad más
íntima, y llegar a percibir el mínimo y
acérrimo rumor de las colonias de bacilos
y bacterias dirimiendo su batalla cotidiana
en el seno de uno. De ellos depende
la unidad precaria, dudosa y paradójica
que abona nuestras aspiraciones de sujeto:
Por cada célula humana hay diez que
no lo son. 



jueves, 17 de noviembre de 2016

Rendir

(Horacio Ruminal)



Hay que rendirse, pero
sin victimizarse:
Lo que sobra son víctimas,
el mundo no necesita más

¿o sí?

Hay que discriminar
las víctimas legítimas
de los victimizados.

(Luego, apuntar a las víctimas
de esta discriminación: Hay
que apuntar a los que no se rinden,
no rinden tributo al rendimiento y
ni siquiera aceptan su culpa. Se
victimizan:  apuestan al rendimiento
de la victimización)

Hay que rendirse,
la sociedad del rendimiento
se sostiene en este axioma:

Lo que no rinde es desechable,
hay que aumentar el rinde,
optimizar el rendimiento.

El buen emprendedor, el empresario
de sí mismo, nunca se rinde: sabe
que el fracaso y el error, son oportunidades
de crecimiento, y siempre hay potenciales
víctimas que cobrar.

Hay que rendirse a la evidencia:
Si a otros les va bien y a nosotros no,
es que algo estamos haciendo mal.

Hay libros de autoayuda para superarse:
El arte de ganar
El arte de negociar
El arte de vivir de la basura
El arte de vivir del arte.

El arte no va a salvarte
pero puede enriquecerte

( hay distintas formas de enriquecerse,
  pero  todo  enriquecimiento es ilícito )



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