(Carlos Inquilino)
Valer, hacer valer,
cobrar valor,
poner en valor,
posicionarse en el
sistema de valores
vigente,
evaluar, valorar,
valorizar.
Valer, hacerse valer
para no perder
vigencia
y mantener el valor
como noción
superadora: hay que
superarse,
para valer más.
Valer, entre los
verbos válidos
que mantienen su
valor, su
validez en el
concierto de los valores,
en el concierto de
las nociones valederas.
Valer, en este
valle
donde todo vale,
todo es válido pero
no todo
se mantiene, los
valores fluctúan,
las condiciones
cambian: hay que
revalidar,
convalidar, reformular,
ajustar, adaptar y
adoptar otros
valores (o poner en
valor)
El valor es
dinámico, inestable.
Ningún valor
permanece inmutable,
idéntico a sí
mismo; las identidades
cambian de valor:
Hay valores auténticos,
genuinos, y valores
autenticables: la
autenticidad se
obtiene, tiene un valor.
La juventud es un
valor,
la experiencia otro,
el conocimiento
puede contener un
valor subalterno.
Se registra una
caída de valores,
la realidad es
cambiante respecto al orden
de valores: Hay
valores ascendentes y
descendentes,
asistimos al florecimiento
de valores cada vez
más dudosos:
se habla de una
crisis de valores, aunque
hay quien sostiene
que las crisis tienen
su valor, generan
oportunidades.
Las oportunidades
sirven para aprovecharlas
y convertirlas en
valores. La igualdad de
oportunidades
pareciera una entelequia, algo
que la realidad
muestra como impracticable,
aunque posee un valor
entre los recursos retóricos
del oportunismo, que
siempre supo cultivar
esta clase de
valores.
Pero la realidad
está sobrevalorada.
En cualquier caso,
hay valores para todos,
sólo hay que saber
buscar: el que busca
encuentra; no hay
que desvalorizarse.
Todos podemos
acceder a alguna escala
de valores, todos
tenemos algo que ofrecer
que contenga algún
valor.
De lo contrario, es
cuestión de ponerse en valor
o reconvertirse:
Ud. también puede ser un
interlocutor válido.
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