( Asensio Escalante )
Tenemos puntos en común,
pero siempre fue difícil mantener
una unidad (como nación, como
partido,
como familia y aún como sujetos)
La unidad es necesaria, tanto como las
diferencias. Hay diferentes formas de
aspirar a la unidad -aspiración
antigua-
y de mantener las diferencias.
No es fácil pensar en la unidad
en un mundo que contiene aspiraciones
a menudo diferentes.
Pero tenemos puntos en común.
Hay signos
Entre los diferentes signos
están los signos de puntuación.
Los signos de puntuación, mantienen
la unidad del discurso,
separando sus partes, proveyendo
sentido.
Hay diferentes signos de puntuación,
entre ellos, el punto.
Hay diferentes clases de puntos :
los dos puntos, de disposición
vertical,
el punto aparte, el punto seguido y
los puntos suspensivos, que suelen ser
tres
en secuencia horizontal.
Puntos suspensivos: . . . / … /
. . . / . . . . .
Podemos disponer libremente en cuanto
al número
y a la distancia entre los puntos, pero
cuidado:
Es difícil reconocer un punto
suspensivo
si está sólo, separado de sus pares:
muy
pocos lo consiguen.
Pueden ser más de tres, pero nunca
menos:
si se emiten dos se crea confusión:
el eventual lector no sabrá si falta ó
sobra uno,
si hubo omisión ó exceso involuntario
por parte del autor de ambos signos,
redundando
en un efecto no deseado como la
suspensión
del sentido ó sin más, la suspensión
de la lectura
por parte del lector desorientado.
El punto, es uno de los signos que
menos dificultad
presenta para quien aprende a escribir.
Por eso,
aunque el punto indique el fin de una
frase u oración,
se debe comenzar por ellos en una
enseñanza
criteriosa del sistema de la
escritura.
Como puntualizara un gran poeta:
“Quien domina
el Arte de la puntuación lo domina
todo, tanto en la vida
como en la literatura”.
Los puntos suspensivos pueden exceder
el número
de tres, cuando se quiere expresar un
suspenso más
prolongado, pero no hay que confundir
una
extensión de puntos suspensivos, con
una línea
de puntos (todas las líneas son
líneas de puntos)
Los puntos suspensivos, siempre
suspenden
el sentido …, permitiendo que cada
lectura lo
prolongue ó lo desplace según la
necesidad ó
conveniencia del eventual lector.
Al suspender el sentido, este queda
abierto, lo cual
permite que el lector/a disponga la
forma de completarlo.
Los puntos suspensivos, constituyen una
herramienta de
gran valor para el amanuense, ya que
sirviéndose de ellos
puede resolver enunciaciones dudosas,
así como ofrecer al
lector/a un espacio para la duda, para
la interpretación
personal, la participación activa y
la lectura creativa.
Muchas veces, al omitir los términos
resolutivos en la
frase, verso u oración armada,
aumenta la calidad literaria
al multiplicar las posibilidades del
sentido y escapar
de la banalidad de lo previsible.
El anacoluto, al interrumpir la unidad
sintáctica ó semántica,
constituye un valioso recurso poético:
agregando unos puntos
suspensivos se agrega tensión a la
intención.
Muchas veces, encuentra el emisor que
habiendo avanzado
en su discurso, acaso más allá de lo
aconsejable, pierde el
control de tanto volumen semántico y
no halla los términos
precisos para cerrarlo....
Ahí aparecen ellos, los puntos
suspensivos, socorriendo al extraviado. Un recurso
suspensivos, socorriendo al extraviado. Un recurso
valorable,
sustentable y.., por sobre todo,
un recurso renovable.
Hay que sacarse el sombrero con este autor. La sola idea de escribir un texto sobre el punto suspensivo es tan brillante como original. Yo no soy del elogio fácil, pero aquí encontramos todos los ingredientes de un poema integral, incluído el humor que muchos perciben como algo enfrentado a lo poético. Repito: me saco el sombrero y me retracto si alguna vez deslicé un comentario dudoso sobre Escalante.
ResponderEliminar