(Por Vicente Narioh)
La vivienda, la salud, la educación,
debieran ser un derecho, un derecho
natural y universal antes que un
negocio,
sostienen algunos.
Otros defienden el derecho a negociar:
Cuando derechos y negocios entran
en conflicto, la mejor manera de
resolver
la contradicción es buscando una
solución
negociada.
Pero todo argumento es rebatible:
Mientras los defensores del derecho
proclaman que con el derecho para todos
a la vivienda, la salud y la educación
se elevaría la calidad de vida en
términos
generales, los defensores del derecho a
negociar en todos los ámbitos,
afirman
que “los negocios mejoran la vida”.
Hay quienes mantienen una posición
conciliadora:
La vivienda, la salud, la educación,
acaso
debieran ser aceptados como derechos,
pero la realidad dice que son buenos
negocios, negocios exitosos.., y es
bien
sabido lo dificultoso que resulta ir
contra
todo aquello que constituye un éxito...
Entonces, proponen la convivencia:
educación pública y educación
privada,
salud pública y medicina privada.
Pero no hay conciliación posible
respecto del derecho a la vivienda:
Aquí nadie ha podido nunca persuadir
a los defensores del “derecho de
piso”.
Siempre sorprende Vicente N. Nunca hubiera pensado que entre los defensores de los derechos, entre los luchadores sociales, estaban quienes defienden el derecho de piso...
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