(Por Teodoro Losper)
Creo poco
pero creo perseverar
Creo poco
Creo en la capacidad de fracaso
Creo en el estado de reposo
El fracaso absoluto
nos acerca a la partícula divina
ó al caos original
donde el tiempo comenzara
Perseverar es sostener,
podemos repetir, podemos obtener
mayor resistencia con el ejercicio
de la concentración, la práctica
concentrada: podemos alcanzar
de la concentración, la práctica
concentrada: podemos alcanzar
un avanzado estado: con el tiempo
No hay tiempo sin medida
ni aprendizaje sin fracaso
El fracaso de la concentración
crea hábitos dudosos
y objetos infundados,
pura expansión sin sentido
(Los sentidos tienden a expandirse,
la búsqueda de sentido está presente
en casi toda actividad humana: es
inherente a nuestra condición,
creemos: el sentido no debe estar
ausente en la vida de los mortales;
es casi una función vital)
Creo poco:
la concentración de experiencia
acumulada
da cuenta del fracaso de la experiencia
de
la concentración y de los sistemas
fundados
sobre esa propiedad
La concentración no es útil en sí
misma,
sólo lo es cuando una causa útil
la promueve: la experiencia del
fracaso
es más útil que la concentración
("El deber de todo ciudadano, es
hacerse rico lo antes posible" dijo un
presidente norteamericano que promovía
la concentración indiscriminada: La mayoría
la concentración indiscriminada: La mayoría
fracasó, no pudo hacerse rica, pero pudo
aprender de ese fracaso: Nunca se debe
tomar en serio la palabra de un presidente
norteamericano)
Creo poco: no puedo concentrarme
más que en la experiencia del fracaso
y aún no alcanzo a fracasar
en absoluto
Pero sin concentración
no hay poema
ni condición poética:
Un buen poema, concentra
más sentidos que funciones
(Pero hay sentidos más útiles
que otros: el sentido de utilidad.
“Si Ud. no es rico, debe ser útil”
-escribía Céline-)
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