(Ricardo Mansoler)
Por vos mataría un
monstruo,
leí en un muro.
Un buen recurso,
pensé sin detenerme,
poesía sin
adjetivos, metáfora desnuda,
sujeto tácito,
economía de guerra:
Se puede prescindir
de casi todo, hasta
del sujeto -una
buena meta, suprimir
al sujeto que mata-
Se puede prescindir,
incluso de la voz:
Hay quienes dicen
que es mejor no
conocer la voz del
poeta, de modo que
cada lector le de la
suya, asumiendo su
propio papel, su
parte protagónica.
Algunos van más lejos:
Algunos van más lejos:
Lo ideal es la
ignorancia, que no se sepa
nada del autor ni de
su circunstancia, y
que no pueda
asociarse lo escrito a un
rostro, un cuerpo,
una biografía, un lugar
y una época: Que
la relación entre lector
y poema no esté
contaminada por la
información.
Hay quienes rechazan sin
más la imagen
del poeta leyendo
sus poemas en público.
Yo nunca leería
para otros, oí decir a un
poeta: me parece
lamentable los que graban
su voz, leyéndose a
sí mismos; es un acto de
vanidad y de
soberbia privar al lector de su
propia lectura
(decirle: esto se lee así…
cuando no existe una
lectura correcta, una
forma excluyente de
interpretar un texto
poético)
La labor del poeta
termina cuando acaba
la escritura del
poema (después podrá leerlo
un número de veces -leer es repetir- y
guardarlo, publicarlo u olvidarlo)
Yo nunca leería a
nadie poemas de nadie,
y menos aún los
propios: No sabría como
leer un poema mio.
No los hice para eso;
tendría que
improvisar y no hay nada peor
que un repetidor
improvisado.