(Eleuterio York)
Divide y reinarás.
Luego, no te quedes sentado
en el trono disfrutando tu
tinado y ejerciendo el legítimo
goce del verbo reinar, mientras
divisas las diversas divisiones
que te coronaron y te pertenecen
por gracia divina.
No descanses en lo conseguido,
ni te duermas sobre tus laureles.
No te abandones a la pasividad
de los goces temprales y terrenales.
Un guerrero no descansa nunca;
Siempre hay algo más que conquistar
y siempre hay alguien conspirando
para dividir las fuerzas propias
y medrar con nuestras divisiones
internas y naturales.
No confíes en el reposo merecido:
Nadie ese lo que merece y nada
tiene por qué ser suficiente.
Subdivide y multiplicarás tu poder,
tus posesiones, tus súbditos, y los
dividendos que producirán los
sometidos.
Divide, subdivide, avanza:
La división no tiene fin, y sólo
puede ser profundizada en un sentido.
El poder surge de la división,
creación y emanación divina.
Las primeras formas de vida
se reprodujeron por división.
No hay comentarios:
Publicar un comentario