domingo, 31 de mayo de 2015

El riesgo

(Ricardo Mansoler)



El riesgo de escribir,

de vacilar,  dejar

espacios libres u ocupados


El riesgo de omitir,

de repetir,

dejar espacios ocupados

o libres


El riesgo de invertir:

la inversión es riesgo

-se especula-

sin riesgo no hay aventura


El riesgo de escribir,

de no escribir...



Escribir para el futuro


es la única manera de escribir:


nos vamos conociendo


a medida que nos alejamos



El futuro es siempre incierto,


acá y en las antípodas


-aún para el que permanece


ajeno, inmóvil y no espera,


ni aspira, ni escribe:



no cree en la inversión


ni en la filosofía especulativa:



"Hay que vivir el presente",


se ordena  -pero cualquier presente


está condicionado por el pasado-


El riesgo de invertir:


-podemos repetir-


La inversión es sólo una forma


de repetición, una cuestión de fe:



Se invierte mucho en la producción


de fórmulas repetibles  -sin repetiición


no hay fe-



El riesgo de escribir:


escribir sólo en espacios abiertos,


para que lo escrito no reproduzca


la sensación de limitación   -ni la


condición limitada del sujeto.



El riesgo de escribir:


escribir en espacios reducidos,


para no tener que fijar límites,


para minimizar los riesgos.



El riesgo de repetir,


hay mucha fe invertida


en la reproducción de hábitos


simples y compuestos   -mucha


inversión concentrada en minimizar


los riesgos-


Sin fe,  no hay reproducción.






Monólogo del asno sano

(Carlos Inquilino)



No quiero empecinarme

No quiero empedernirme

No quiero empoderarme

No quiero aglomerarme, no quiero apelmazarme,

no quiero emulsionarme,  no quiero aglutinarme.


No quiero encolumnarme, ni quiero homologarme,

no quiero incorporarme, no quiero habilitarme.

No quiero disociarme ni asociarme.


No quiero ningunearme

No quiero subsumirme

No quiero subsumarme

No quiero recibirme ni darme

No quiero suscribirme, no quiero relanzarme,

no quiero postularme ni quiero unificarme.


No quiero fusionarme, no quiero removerme:

No quiero reemplazarme y anularme.

No quiero discontinuarme.

No quiero suspenderme, no quiero superarme,

no quiero malinterpretarme.

No quiero introyectarme, no quiero forcluirme.


No quiero redimirme.

No quiero readaptarme.

No quiero reciclarme ni reconvertirme.


No quiero desasnarme.





martes, 19 de mayo de 2015

Accesorios necesarios

(Pascual Rambler)



Necesito un accesorio

para acceder a la función divina.


Necesito obtener información

para acceder al código divino


Necesito un accesorio

para decodificar 

y establecer contacto

con lo que no conozco


Necesito casi todo lo que

no conozco, necesito conocer,

conozco la necesidad: conozco

el carácter divino de la necesidad

y conozco la condición divina

de este conocimiento:

doy fe    (la fe es un medio de

conocimiento divino, que además es

el único)


necesito un accesorio

para agregar fluidez

al movimiento de esta fe

(la fe mueve montañas)



Necesito un accesorio

u otro, para calmar mi sed

de verdad unimembre, unívoca

e injusta, como todo lo perfecto.


Necesito un accesorio

o varios, para arribar 

al unigénito y conocer el

verdadero estado de reposo:


Para volver a cero

y completar el círculo vicioso.


Necesito un accesorio

ó dos,

para acceder a dios.



martes, 28 de abril de 2015

Experiencias dudosas

(Ricardo Mansoler)




Vendo todo por suicidio,

leo en los clasificados.


Puede haber distintos motivos

para deshacerse de todo, tanto

como para deshacerse de uno.


Hay quien busca justicia en

esa decisión extrema: el mundo

no es justo, ni la vida

en su conjunto ó su unidad.


Se cometen excesos sin solución

de continuidad, en el cumplimiento

del deber y en la aplicación de la

justicia.


Es difícil establecer criterios de

justicia: hay conflictos.


Las comunidades humanas suelen resolver

sus conflictos por medio de la violencia.

Hay guerras justas e injustas,

armas nobles e innobles,

hay defensas legítimas e ilegítimas,

hay un abuso deshonesto, y está el abuso

honesto.


Hay desapariciones forzosas y consentidas,

hay mandos naturales y artificiales,

hay voces de mando y está la voz de la

conciencia.


Hay respuestas naturales y artificiales

para todas las preguntas.

Hay decisiones correctas e incorrectas.

 
Hay intereses buenos y malos.

Hay acción directa e indirecta.

Hay efectos esperados e inesperados.

Hay causas justas e injustas,

-causas comunes hay de sobra, como

para citar aquí- y causas que por lo común

nadie abraza. Hay causas armadas:


Hay armas genuinas y dudosas,

hay dudas sobre la legitimidad de ciertas armas,

hay dudas, experiencias dudosas

y dudas decisivas.


Hay expresiones felices e infelices.

Hay fieles e infieles.

Hay feligreses fieles e infieles.

Feligreses felices e infelices.

Hay fe, productos de la fe,

subproductos:


Hay un sentido fiduciario

y distintas formas de fe:


fe como medio y fe como fin

-el fin de la fe es incierto-

pero toda fe contiene violencia:


hay tanta violencia en la fe,

como   fe   en   la   violencia:

doy  fe.










sábado, 25 de abril de 2015

Filosofía y lenguaje

(Carlos Inquilino)



El lenguaje es la casa del hombre, 

sostenía un filósofo.   Los filósofos amplían nuestra 

conciencia del mundo:   La conciencia es lenguaje,

decía otro filósofo,  y sin lenguaje no hay filosofía. 

Todo lenguaje requiere  conocimiento y voluntad de 

compartir:  El conocimiento puede adquirirse 

-en forma voluntaria o no-  a diferencia de lo que 

conocemos como voluntad:

Hay voluntarios, voluntariosos, voluntariados, faltos

de voluntad y un volumen copioso de sujetos que obedecen

voluntades ajenas.


La voluntad propia, como el pensamiento propio, 

puede resultar algo difícil de ejercer para quien vive 

rodeado de voluntad ajena.  Todos vivimos rodeados, 

es sabido:  hay que saber rodearse:  es todo cuanto se 

necesita saber,  pero no alcanza con la buena voluntad: 

hay que saber elegir,  seleccionar  (elegir casa, vecinos, 

familia:  una familia tiene sus códigos, su propio lenguaje;  

se comparten historias,  secretos  y  bacterias) 


martes, 17 de marzo de 2015

Taxonomía

(Ricardo Mansoler)
                              

"Los animales nos hacen más humanos"

Los animales son como las armas:

pueden ser peligrosas, pero resultan

útiles para el que sabe manejarlas.


Su posesión brinda seguridad, -uno nunca

sabe cuando puede necesitarlas- lo mismo

que el conocimiento.


El conocimiento es un arma; la producción

de conocimiento obedece a la necesidad de

producir cada vez mejores armas.


Somos la única especie que produce armas:

las armas, como los animales, nos hacen más 

humanos.


Hay armas genuinas y dudosas, nobles e

innobles: como los animales.


Animales nobles son aquellos que podemos

domesticar y nos prestan algún servicio:

ya sea que nos brinden su compañía, su amor,

su trabajo ó sus proteínas. 



Ser domesticable y útil:   dos cualidades que

ennoblecen al animal   -incluído el animal 

humano-



Animal noble es el caballo: una vez sometido

(educado) se adapta sin quejas al trabajo más

duro; responde bien a los sistemas de comunicación

humanos, acepta de buen grado al jinete y a la fusta,

a las espuelas y al freno metálico en la boca, y 

agradece la herradura que le clavan en las patas.


De acuerdo al estímulo aplicado, el flete decodifica

e interpreta: si queremos andar al paso, al trote ó

requerimos un galope corto ó largo...



Innobles son aquellos que no sólo no nos ofrecen

ninguna prestación, sino que pueden también

ocasionarnos molestias o perjuicios.


Algunos, aún cuando no nos molesten, pertenecen a

esta categoría por gozar de una apariencia desagradable:

sapos, gusanos, arañas, cucarachas y sobre todo las

ratas, nuestro ancestro mamífero, que además de su 

indeseable apariencia es portadora de enfermedades

y pestes.



La abeja es noble, contiene profusión de utilidades:

a la polinización de los cultivos se agregan todos sus

nobles productos -miel, polen, jalea real, propóleos-

pero si se nos acerca demasiado, lo más seguro es

ultimarla sin demora y sin culpa: es legítima defensa.



La babosa pertenece al orden de los gasterópodos, como

el caracol: son seres que se arrastran -y pueden, incluso

reptar por las paredes- seres casi líquidos, mucho más

antiguos que nosotros y que la mayoría de los animales

que todavía nos acompañan.



Si priváramos a un caracol de su carcaza, sería difícil

distinguirlo de una babosa, tanta es su semejanza. Sin

embargo, esta diferencia es suficiente para otorgarle un

rasgo de nobleza a uno -simpática criatura que transporta

su casita- y despreciar al otro: inmundo bicho que se arrastra

como una gelatina informe, húmeda, viscosa y tan desagradable

al tacto como a la vista, y que además devora nuestras plantas.



La baba de caracol es muy apreciada por sus propiedades

dermatológicas. No así la baba de babosa.

lunes, 16 de marzo de 2015

dignidades

(Remigio Remington)



Los pueblos originarios

siempre respetaron al peatón,

pero somos un país de inmigrantes

-dicen las autoridades descendientes

de inmigrantes-  no de peatones.



En un principio 

todos fuimos inmigrantes,

más tarde fuimos descendientes.


Hoy seguimos descendiendo,

aunque mantenemos diferencias:

descendemos de distintos vehículos


-hay diversas formas de descender,

pero la autoridad está determinada por

el objeto del que se desciende, antes que

por la dignidad con que se descienda-


La dignidad desciende,

continúa descendiendo a un ritmo

sostenido.


Se sostiene: El hombre desciende

del trabajo -descender es trabajoso, 

aunque menos que ascender-


Cualquier trabajo honrado da dignidad

a un ser humano, dicen.


Pero el que es digno no necesita

reconocerse como tal a través del

trabajo.


Ser digno no da trabajo:

dar trabajo no es digno,  ni es dar  

(dar, no siempre es un verbo asociado 

a la dignidad:  Hay dadores de distinta 

especie: ha quienes dan por necesidad, 

quienes dan para recibir -para recibir más 

que lo que dan- y quienes dan porque necesitan

deshacerse)


La dignidad no es algo que se obtenga

ó se negocie -se es digno o no se es-

ni que pueda trabajarse:
.


Ningún trabajo es del todo digno. 



Licencia Creative Commons
http/:Demolicionyobranueva.blogspot.com por José Luis Greco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en Demolicionyobranueva.blogspot.com.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en Demolicionyobranueva.blogspot.com.