domingo, 25 de octubre de 2020

Autosuperación y Resiliencia

 (Tomás Mercante)

 

Vos también podés resignarte.

Desde una actitud positiva

y ante una realidad hostil, indeseable,

que no ofrece certezas ni oportunidades,

la resignación inteligente

puede ser una buena decisión.


Hay que ser decidido, aventurarse

a la resignación, es una oportunidad de

integración.


No estás solo, unas vez resignado

podrás disfrutar de todas las ventajas

de pertenecer a un colectivo inorgánico

pero mayoritario, y con vocación de crecer.


No te resignes a la marginalidad.

No tenés por qué sentirte diferente.

No estás sólo: todos somos únicos.

Yo también era un inadaptado, pero gracias

a la resignación controlada, pude superarme

y gozar del sentido de pertenencia.


Vos también podés ser un resignado.

Aceptar te transforma, negar te paraliza:

Aceptá todo:  Aceptate.


La realidad es conflicto, no se puede

cambiar el mundo: quienes lo intentaron

terminaron mal, o bien, se resignaron y

reconvirtieron.


El que no se resigna, vive en tensión,

malgasta sus energías, padece y se amarga.

El resignado se adapta a todo y sobrevive:

Es lo que hay, acepta sin conflicto.

 

La resignación prolonga la vida

( incluso, más allá del sentido )


Todos tenemos algo que resignar.

No todo está perdido.

Resignarse siempre suma.

Sumate.


Emprender la resignación

puede ser trabajoso, pero es una decisión

cargada de futuro: asegurá tu futuro.

Vení, la resignación te necesita,

vos también podés sentirte necesario.


Decidite:

Animate a emprender!


domingo, 28 de junio de 2020

El ciclo de la carne


(Tomás Mercante)




ser es hacer, 
hacer es un verbo irregular
como ser, pero si se es consecuente
hay que encarar y  encarnar el verbo
hacer en otras carnes.
 
Hacer nacer, 
cenar y cercenar 
 
 
cenar carne

carne
no se hace, se nace:
nacer carne,
encarnar,
hacer carne esta noción
hasta completar un volumen

Hacer más carne (la producción de carne
no se detiene: la carne está muriendo todo el tiempo,
las células muertas son reemplazadas por otras,
nunca iguales, la calidad decrece, la carne
envejece en condiciones naturales)

Hacer carne es trabajoso pero necesario,
aunque no todo es carne en la vida de la carne.
Mientras se hace carne, hay que atender otras
necesidades de la carne. La carne pide:

Un cuerpo de carne, necesita una respuesta
acorde a lo que pide,
un cuerpo siempre pide
otros cuerpos:

necesita incorporar y emitir
necesita entablar relación carnal
con otras carnes

El ciclo de la carne
conoce necesidades y deseos:
todo lo deseable y necesitable yace
en otros cuerpos

¿Cómo obtener un cuerpo?

Los cuerpos se obtienen por medio del trabajo,
el comercio y el esfuerzo personal.

Entre los trabajos disponibles
gracias a la división
del trabajo, está el de carnicero, un ser superior:
es el que más sabe de carnes.

Carnicero no se nace, hay que capacitarse
para poder discernir y distinguir los distintos
tipos y cortes de carne, sus prestaciones
y presentaciones.

Carnicero, no es el grado cero de la carne.
Tampoco resero lo es, aunque ambos contengan
y compartan el cero como sufijo, y un vínculo
entrañable con el comercio carnal.

El carnicero sabe que la carne es triste, débil,
perecedera y sabrosa, y que no a todos nos apetece
la misma clase de carne. Además, el público se
renueva (como la carne) y surgen nuevas demandas
y oportunidades para los mercados y los carniceros.

Sabe el carnicero, que siempre habrá un descarte,
carne sin vender que habrá que desechar,
pero siempre hay algún necesitado
que pueda aprovechar ese cociente residual,
esos cortes que nadie quiso.

Todo mejora con la cocción:  se puede hacer un guiso
con los restos, y obtener algo deseable de los restos
del deseo del otro.
 
No, no todo lo que se cuece es carne,
se cuecen habas,
aunque Pitágoras las proscribía
tanto como la carne.
 
Se puede prescindir, tanto de la carne
como de sus subproductos  
-éste poema de carne-
 
pero no de nuestra condición carnal,
efímera y fungible.

Todos somos comestibles.
 
 


viernes, 24 de enero de 2020

Reinicio


(Horacio Ruminal)



Reinicio mi reinado
dijo el gusano
a los cuatro vientos
contraviniendo pronósticos, oráculos
y edictos policiales

Reinicio mi reinado
decía y osanaba
( a nivel del mar )
el gusano sano,
joven, dinámico y emprendedor,
con aptitud de líder y vocación
de mando

Me reconozco ungido por el unigénito
Mi autoridad es incontestable
Mis poderes provienen de emanación divina

Toda criatura que se arrastre, trepe o repte
es parte de mi reino: quienes no cumplan
esta condición, serán considerados enemigos,
y con el enemigo ni justicia

Por último,
sólo exijo obediencia,
es todo

El estado soy yo
podría agregar, pero preferiría
no hacerlo: me gusto cuando callo

Reinicio mi reinado
y retomo el reto

No podemos quedarnos de brazos cruzados,
hay mucho por hacer: el mundo avanza
y se descompone en oportunidades

La descomposición es pura oportunidad,
es oportuno consignar
No podemos volver al pasado: estábamos
ante una oportunidad histórica, pero ya
pasó. Ahora hay que mirar para adelante
y avanzar con vocación de futuro,
dijo el gusano sano en avanzado estado.

Sólo la organización vence al tiempo.




sábado, 16 de noviembre de 2019

Súbitos óbices


(Horacio Ruminal)



Súbitos óbices relucen sucesivos
desde el ábside a la mácula
del penitente anónimo,
desde el aura del párvulo
hasta el muérdago que roza
la férula del prójimo

Súbitos óbices relucen sucesivos
desde el púlpito al hinóspito tentáculo,
del digitígrado al gasterópodo arrastrándose
a imagen semejanza, según la voluntad
del unigénito

Súbitos óbices relucen salubérrimos
en el epífito, en la ergástula,
en el epígrafe apócrifo
y en la égloga que brota
de la pluma del polígrafo.

jueves, 6 de septiembre de 2018

Ventajas opcionales

(Carlos Inquilino)



Ahora podría estar arriba,
pero estoy abajo.

La ventaja de disponer de dos plantas,
la ventaja de disponer de opciones:
elegir subir, elegir bajar.

Las ventajas de poder optar.

Ahora podría estar adentro,
pero estoy afuera.

La ventaja de disponer de opciones:
superficie cubierta y descubierta,
elegir entrar, elegir salir.

Las ventajas de poder optar,
no me canso de optar.

Ahora podría escribir,
pero estoy leyendo:

Dos opciones de la escritura.
La ventaja de disponer de opciones,
leo: Todo texto es político.

Luego, no existe opción, la libertad
poética no contempla el poema apolítico.

Corolario: Nunca creas lo que escriben
los poetas ni lo que dicen los políticos,
su discurso está armado.



viernes, 31 de agosto de 2018

¿Necesidad o diosa?

(Onésimo Evans)



Odio lo que hago, pero debo hacerlo.
Dijo dios a sus corderos, y creó el metabolismo.

Alguien tenía que hacerlo, argumentó, y lo más
justo es que fuera yo: Todo lo que hago es justo
-es palabra de dios-

Y siguió haciendo, haciendo y emanando, y vio
que era bueno hacer y emanar, premiar y castigar,
hacer saber y hacer obedecer: Todo cuanto es,
obedece a la voluntad divina, observó -en todo
estoy yo-   y vio que su observación era buena.

Observó las leyes naturales, que acababa de crear
y vio que eran buenas, aunque no tan justas ni
razonables, pero sabiéndose fuente de toda razón
y justicia, lo justificó. Y vio que era bueno
justificar.

E hizo la risa, los sexos, los sentidos, y el libre
albedrío y las distintas perversiones: los desvíos,
los atajos, son oportunidades divinas para que cada
mortal encuentre su camino en este valle, y goce
de su naturaleza material según su deseo y su
necesidad.

La necesidad está en la cima de la creación divina:
Es el límite perfecto que sostiene la noción
de imagen semejanza, la diferencia cualitativa
entre el Reino Divino y nuestra condición subalterna:

El Creador dispone que sus criaturas conozcan
la necesidad, que El no conoce.

El plan divino es perfecto:
 
¿Quién sabe que harían estas criaturas condenadas
e imperfectas, codiciosas y violentas, si se les
suprimiera la necesidad?



Resistencias dudosas

(Ricardo Mansoler)



La poesía es un acto de resistencia,
dijo alguien que escribía (escribir,
decir en silencio, dejar dicho,
oponer resistencia al olvido, un acto de fe:
pretender que algo merezca perdurar, a
sabiendas que somos olvidables y todo cuanto
hacemos y pensamos será olvidado)

La poesía es resistencia al tiempo, podría
citar, seguir citando: citar es más fácil que recitar,
basta la memoria (una propiedad cuyo desarrollo
nos diferenció del resto de la fauna planetaria)

La poesía, supo ser un arma
cargada de futuro, entre otras cosas,
pero el futuro no fue el que esperaban los
poetas: La poesía no pudo cambiar el mundo.

¿Es tiempo de resistir?

Hay dudas, el presente es de duda.
Ya no hay autores comprometidos;
el compromiso es parte del pasado,
el único compromiso que subsiste
es con la duda.

Hay un margen de error en esta apreciación,
y hay un margen de duda, me dijo un poeta
marginal (la actividad poética, la acción de
cometer poemas, es un cultivo marginal)

En tiempos de valores dudosos, cuando se
habla de crisis de valores, la duda cobra un valor
significativo: Hay una realidad, hoy sólo podemos
creer en quienes dudan, quienes ponen en duda
esta realidad.

Hay que dudar de todo, aconsejaba el filósofo
en el siglo XIX, avizorando un futuro por demás
dudoso. También Aristóteles ponderaba la duda
como expresión de naturalezas superiores.


La poesía es un acto de resistencia.
Dudar es resistir: escribía un poeta olvidado
que dudaba más de lo que pensaba, según la acusación
de algunos detractores, a la que respondía sin dudar:
El que no duda tampoco piensa.
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