martes, 28 de marzo de 2023

Celebración exitosa del fracaso

 

(Aparicio Custom)

 

Un hábito fracasó,

pero en casa cultivamos el hábito

de celebrar: celebramos casi todo,

incluso la ausencia de motivos

para celebrar y hechos celebrables.


Todo es un misterio, según sabemos

y el mismo acto de celebrar lo es.


Por ejemplo ¿Qué motivo habría

para celebrar el cumpleaños?

Nacer es un hecho azaroso, podría

haber caído en cualquier otro día.


¿Qué celebramos? ¿El paso del tiempo?

¿Haber sobrevivido, envejecido, estar

más cerca de la muerte?


¿Puede alguien sensato afirmar que su

presencia es necesaria para el Orden Natural,

significa alguna contribución valiosa

a este mundo misterioso y poblado de

aspiraciones vanas?


En plena conciencia de nuestro aporte nulo

al equilibrio ecológico, e impotencia ante

las tribulaciones de tanta alma errante, sólo

podemos celebrar.


No necesitamos un motivo especial; los

habituales son bastante dudosos.


Las celebraciones renuevan los ánimos

y nos alejan, temporalmente, de otras

realidades más difíciles de justificar.


Toda celebración es arbitraria,

podemos celebrar lo arbitrario

sin contradicción.


Hay mucho para celebrar, aún:

no sabemos cuánto es.


Ahora celebramos el fracaso del hábito

que no llegó a ser vicio. Todo sirve

para celebrar, si hay voluntad.



Formas de llegar

 

(Ricardo Mansoler)

 

Hoy llegué tarde,

es tarde para llegar a tiempo

a alguna parte, hoy.


Lo asumo con cautela,

mientras pienso en otras tardes

donde todo se desgranaba

en tiempo y forma.


Las formas se pierden,

no son lo que eran

ni volverán a serlo.


Sólo la experiencia se repite:

Basta llegar ahí, observar

esa vislumbre borrosa

y asumir lo que queda.


Incluso lo que no.


lunes, 27 de marzo de 2023

El amor engorda

 

(Tomás Lovano)

 

El ojo engorda el tiempo

en estado de reposo.


Es posible calificar colores

y sabores virtuales o reales:


el ojo engorda sensaciones temporales

que producen emociones.


El amor engorda como el ojo

del amo el ganado.


Engordar es bueno, es una forma

de crecimiento; crecer es bueno:

los amos ganan y pueden engordar

a sus anchas.


El amo es bastante gordo

a la vista del ganado, que no sabe

para qué engorda pero ha de ser

bueno, si satisface el deseo del amo:


es justo complacer al amo

que le da de comer.


El ganado no gana nada engordando,

o sí: gana peso, eso complace al amo.


Muchos no son amos, pero se ganan

la vida faenando y atendiendo al ganado,

que tiene que ganarse su muerte.


Pero el amor es más fuerte,

más que la carne,

cuyos sabores, aromas y texturas

 

disfrutamos en familia gracias al

amo del ganado, y al Ojo del Otro Amo

que todo lo ve y hace la vista gorda,

porque es Amor.


domingo, 26 de marzo de 2023

Estrechando el círculo de la sospecha

 

(Esther Miño)

 

Sospechoso:


Dícese de aquel sujeto cuyos movimientos,

actitudes o conductas pueden despertar

sospechas.


Dícese: El sujeto no puede hacer nada.

Dícese: El enclítico reemplaza al sujeto.

Dícese: El sufijo es un pronombre, que indica

la ausencia del sujeto.


Dícese: Sin sujeto no hay nada que decir.

Dícese: No ha lugar.


Dícese: Se dice que las fórmulas son para repetir.

Dícese: Ante cualquier sospecha, se repite esta

fórmula según los protocolos vigentes.

Dícese: No importa quién lo dijo, está dicho.

Dícese: La sospecha puede volver a despertarse.

Dícese: Todo sujeto encubre a un sospechoso.

Dícese: El sujeto suele reincidir, y repetir la falta.

Dícese: El sujeto es sospechoso de poseer antecedentes.


Dícese: Se encontraron antecedentes, podría haber otros.

Dícese: Se sospecha la participación de un primer sujeto,

al que no conocemos y no logró ser identificado aún.


Dícese: No importa quién fue el primero, haya sido

el huevo o la gallina, la sospecha recáe ahora

en el sujeto. Mucho más si se encuentra ausente

y presenta antecedentes.


Dícese: El Sujeto Primordial sería redondo como un huevo

(un huevo es claramente sospechoso: no sabemos lo que

puede estar ocultando)

 

Dícese


Tu relación con el mundo

 

(Aparicio Custom)

 

El mundo cumplió años,

y no le regalaste nada.


Ni te enteraste; no te importó.

Este pájaro te observa, te está

mirando.


Ni sabés como se llama:

es un mirlo, miralo.

Uno de esos pájaros que hablan,

acaso el que mejor lo hace.


¿No te dice nada?


No significa que le seas indiferente,

sabe que no le importás. Ni sabés

cuantos años tiene.


¿Cuánto hace que no sabés y no querés

saber?


No estamos hablando del mirlo, miralo.

Es probable que calle para siempre.


Ellos no suelen hablar sin motivo

como otros animales de este mundo,

pero siguen siendo parte de él:


Un mundo que no puede vivir sin importar,

y ni sabés cuántos cumplió. No importa,

a él tambien le sos indiferente.


Miralo como calla.


sábado, 25 de marzo de 2023

Tubérculos en flor

 (Asensio Escalante)


Tubérculos en flor

sorprenden al viandante que transcurre

por las calles de mi barrio.


Un barrio como otros, con flores,

tubérculos, redes cloacales en servicio

y casas de oración.


El transeúnte no sabe mucho de flores

y tubérculos; no lo necesita.

Un peatón no necesita saber mucho

para ser reconocido por sus pares.


Nadie tiene por qué saber, ni imaginar,

que debajo de esa flor yace un tubérculo

que la alimenta.


Nadie se pregunta de qué vive una flor,

aunque nadie ignora a quienes viven

de ella:


abejas, mariposas, colibríes y otros seres

insignificantes: Brócoli, alcauciles, coliflores

son algunas de las flores que comemos.


(También comemos tubérculos, pero no

necesitamos conocer sus flores, que han

de ser insignificantes)


Nadie se pregunta de qué viven las flores.

En cambio, todos nos preguntamos de qué

viven los poetas.


La flor no es sospechosa, a diferencia del

poeta que escribe florilegios con destino

incierto, y nos obliga a preguntar:


¿Quién lo subsidia? ¿Por qué no produce

algo útil?


Dicen que trabajan con palabras


¿Y si se buscaran un trabajo honesto?

viernes, 24 de marzo de 2023

Edades sospechosas

 

(Epifanio Weber)

 

Acusaba una edad dudosa,

lo que lo hacía más sospechoso.


A esa edad, es común atravesar

una crisis, pero no siempre

se tiene la edad que se acusa:


Ante la duda, las crisis pueden

esperar, y prorrogarse.


La verdadera edad, puede ser acusada

o no, así como acusarnos en forma

indefinida: Sabemos que todo lo

indefinido despierta sospechas:


¿Por qué no se define? A esa edad

¿Cómo es que todavía no se definió?


La edad. Hay quienes redoblan los

cuidados para no revelarla, pero es

difícil: Tarde o temprano, aparece

algo que la delata.


Si bien resulta sospechoso este ocultamiento,

no lo es tanto como otros: el estado civil, la

ocupación, el sexo.


También hay que reconocer que hay muchas

acusaciones infundadas, y que la verdadera

edad, es un misterio.


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