jueves, 6 de junio de 2024

Todo fluido es político

 

(Epifanio Weber)

 

Todo fluido es poético,

es decir político

en un sentido u otro.


Todo lo que fluye

lo hace en un sentido, aunque

no sea materia propiamente

dicha.


Hay una dicha material

y una espiritual en fluir:


El pensamiento fluye sin pausa

entre todo lo que es y no es.

 

No es poco; no podemos pensar

en todo lo que es y ser objetivos

a la vez:


Somos parte involucrada, conciencia

que fluye. ¿Hay que dejar fluir?


El poema fluye por necesidad, no

puede prescindir del verbo que pone

en acción sus fluidos íntimos, así

como el pasaje de fluidos.


Todos los poemas acusan influencias

aunque no lo reconozcan.


El conocimiento fluye sin necesidad

poética, y es político en tanto transforma

la materia para producir sentido.


El sentido es ajeno, sólo puede fluir

e incorporarse a la materia, no sabemos

para qué, ni si es verdad lo incorporado.


¿Hay que dejar fluir?


Le pregunto al poema a medio especular.

Sólo obtuve una respuesta evasiva:


Todo fluido es político.



miércoles, 5 de junio de 2024

El costo de la inteligencia

 

(Asensio Escalante)

 

Los tontos viven más, por lo

que también son mayoría

y pueden dominar el mundo:


Especulaba un librepensador

no reconocido por sus pares.


Los inteligentes siempre encuentran

formas de agotar su vida

en la búsqueda de sentidos.


No aceptan que hay cosas sin explicación,

que las lecturas e interpretaciones

del mundo y su historia no producen hechos

significativos, ni cambian las condiciones

de la vida.


La inteligencia bien encaminada, suele

descubrir contradicciones. Algunas las

resuelve, pero otras se siguen desarrollando libremente.


Es difícil aceptar, para alguien inteligente

y sensato, que el mundo no es justo ni va 

camino a serlo.

 

Pero la inteligencia pude prescindir 

de la sensatez: hay suficiente evidencia.


La búsqueda de sentido, como la de justicia,

agota las reservas y nos acerca a la muerte,

mientras los tontos siguen haciendo tonterías

que festejan entre sí.


(Tal vez gozándolas, como quien hace un poema

sin ningún sentido, sólo por el goce de hacerlo. 

 

A sabiendas de que el goce carece de sentido)


Para hacer poemas no hace falta

ser muy inteligente. 


martes, 4 de junio de 2024

salmodia del comején

 

(Elpidio Lamela) 


Hay una fraudulencia solapada

en el deseo más puro.

 

El vuelo de un mucílago anodino,

incluso en el desborde de la glándula

anhelada, puede servirte y como,

para estandarte en su argumento.


El comején puede tener un mal día

como todo el mundo, pero no pregunta

cuánto es, antes de elevar una oración.


Espíritus hay tantos como cuerpos,

o acaso más. Identificarlos es trámite

engorroso para una termita, un comején

o cualquier mortal que emita alguna

clase de excremento.


Cualquier cosa que se arrastre o repte

tiene derecho a su reproducción:

En el futuro, sólo habrá reproducciones,

como ahora.


El ave errante sigue el curso superior

de su deseo ¿El tuyo es mejor?


La reproducción es el segundo signo

vital que se conoce, pero es anterior

a toda producción.


¿Hay que ser blando en el amor?

¿Debe ajustarse a los recursos de las partes

y a la pureza del deseo que se blande?


Para ser justos, habría que completar el mapa

genético y contemplar en forma objetiva

su cadena de argumentos.


Ahora, la llegada del comején a tu hogar

tiene un significado espiritual: No te

precipites a combatirlo como si fuera un

prójimo genérico.


¿Sólo la pereza conduce a la pureza?


Ser blando no significa relajarse:

Un bálano blando no sirve

para mucho en el amor.

lunes, 3 de junio de 2024

Digitígrado

 

(Serafín Cuesta)

 

Tengo diferencias con mi gato,

es un digitígrado: 

 

camina con sus dedos, todos sus

movimientos sobre el mundo

se apoyan en ellos.


También el perro lo hace, pero

sus movimientos son más parecidos

a los nuestros, no tienen la precisión

y belleza del felino.


¿Lo sabe? ¿Es lo que lo hace sentirse

superior? También el sigilo lo define:

Sabe permanecer inmóvil hasta que

la presa esté a su alcance; cuando lo

descubre suele ser tarde:


Un gato es más veloz que el pensamiento

de cualquier mortal.


Parece desafiar las leyes físicas: trepa, salta

y se encarama hasta la cima de un árbol, sólo

para gozar de esa visión.


Hay colores que no ve, pero no lo necesita;

su olfato y su oído perciben más de lo que

podemos imaginar.


Sus movimientos pueden ser abruptos

y riesgosos, como si no temiera el peligro.

Sin embargo, son fruto de cálculos precisos:


Los dedos de sus miembros inferiores

se apoyan en el lugar exacto donde ya

lo hicieron los superiores.


Superiores o anteriores, los gatos habitaban

este mundo antes que nosotros, y es presumible

que lo seguirán haciendo, junto a otros 

 

cuando nuestra historia efímera haya concluído

y seamos olvidados por nuestras

mascotas, junto a todas las conquistas obtenidas

por nuestra cultura y sus valores digitales,

 

ajenos al digitígrado superior.


domingo, 2 de junio de 2024

El problema de la humildad

 

(Aquino Lamas)

 

El amanuense cuenta las palabras

que le sobran al poema.


No es extraño que sobren y que falten

cosas en el mundo de los hombres:


Un mundo genérico, donde no se puede

nombrar todo, ni siquiera lo que falta.

Hay límites a observar para el poema

¿Son suficientes?


No es extraño sobrar en este mundo

pero se puede hacer poemas, todavía

con alguna impunidad y observarlos

zozobrar.


Pocas cosas más extrañas que un poema:

¿A qué viene? ¿Qué puede agregar a

todo lo que falta? ¿Faltaría más?


¿Qué voluntad mueve la mano, de

izquierda a derecha del aamanuense

nativo?


¿No podría hacer lo contrario, o al menos

intentar lo inverso?


¿Qué lugar merece el poema en este mundo

congestionado por exceso de humildes y

falta de humildad?


¿Es humilde el poeta cuando piensa en palabras

o sólo cuando descarta las que zozobran?


¿El poema no se mancha al ir tachando?


“La humildad es un racimo

de dedos disecados, que sólo el trabajo

arracimado del poeta devuelve a su estado

original de hipálage imprevista

donde la verdad vuelca su urna”


El amanuense no sabe lo que cuenta

y reconoce: para ser humilde, todos

los poetas abrevan en la muerte

y le deben a poetas muertos

buena parte de su suerte.


Nadie sabe lo que hace, ni por qué,

pero un buen aspirante descuenta

que desterrando todas las palabras

que sobran, el poema debería aparecer

por necesidad.


Todo fluído es un participio

 

(Epifanio Weber) 


Un cuerpo líquido

genera más dudas que certezas

y puede despertar sospechas

sobre su condición de cuerpo.


Pero puede emitir una intensidad

que resulta ajena a la soledad

del sólido.


No todo lo que fluye, confluye

en una liquidación de ocasiones.


Los cuerpos son volúmenes

que fluyen con ningún sentido

propio:


Apropiarse es parte de la vida,

tal vez un mandato biológico

o peor: divino.


Incorporamos materia líquida,

sólida y gaseosa a intervalos regulares

para mantener un cuerpo semilíquido

en estado aceptable para los otros

cuerpos que compiten.


Los fluídos vitales, no son menos

sospechosos que esta cloaca

con vista al mar.

sábado, 1 de junio de 2024

El arte de amasar

 

(Amílcar Ámbanos)

 

Ernesto amasa un moco propio,

con el pólice y el índice

amasa su producto con paciencia

de orfebre.


Redondea su tarea: al calor de las

yemas el cuerpo semisólido del moco

pierde humedad, va cobrando forma

y cambiando de color y consistencia:


Ahora es una bolita gris y opaca.

Ernesto la amasa con pericia, acaso

con pasión no exenta de paciencia.


No es un improvisado en el arte

de amasar. Sabe que repitiendo

el movimiento circular, las moléculas


de ese moco suyo se excitan hasta

enajenarse y caerá por su propio peso

observando la ley de gravedad.


Pero Ernesto pierde la paciencia

y desliza su mano con sigilo

por debajo de la mesa.


La mano vuelve a su lugar, sin ser

notada por ningún comensal, ya

desprovista del objeto amasado:


No hagas ésto.

No seas como Ernesto.

Los mocos van y vienen,

algunos languidecen en el anverso

de una mesa.


Si amasar es un arte, no todo

el arte se comparte:


Sólo compartimos la mesa, algunos

muebles y una que otra aspiración

dudosa.


El resto es moco de pavo; no imites

la pavada de Ernesto, no compartas

tu amasado moco con la mesa

del prójimo:


Para eso, has de tener la tuya.

No seas como Ernesto:

 

No abandones lo que amases

ni compartas ésto.

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