viernes, 12 de julio de 2024

El lado oculto de la fe

 

(Amílcar Ámbanos)

 

¿En verdad cree en el pecado?


-Sí, soy un hombre de fe.


¿Tiene fe en el pecado?


-El pecado es capital para la fe:

Qué seríamos sin él…


¿Está seguro?


-¿Y qué es la seguridad? Sin el pecado,

ni existiría esa palabra. La seguridad

es hija del pecado, como nosotros.


Pensé que iba a decir nosotros, los

pecadores…


-Me pareció un pleonasmo, hay que ser

cuidadoso en el uso de la palabra, como

en todas las formas de pecar. Al menos

podemos evitar el vicio retórico.


Al menos contamos con un alma y una

conciencia para saber que pecamos y

conocer la culpa.


-Sí, le debemos mucho a la culpa, uno de

los beneficios de haber conquistado la

conciencia. Imagínese, sin la concurrencia

de la culpa seríamos capaces de cualquier

cosa…



Sí, eso lo entiendo. Pero me cuesta más

comprender la significación y el valor

que le asigna al pecado.


-Es sencillo. Todos sabemos pecar y nos

sabemos pecadores, pero ¿Qué sabemos

del pecado?


En principio, que es algo condenable…


-Bueno, depende de cómo quiera verlo,

esa es sólo una interpretación; hay otras.

En esencia, aceptamos que es un error,

un desvío ¿verdad?


Sí, hasta ahí sí.


-Y bien, ¿Cuál hubiera sido nuestro

desarrollo sin ese aporte? ¿Cuánto

hubiéramos aprendido sin errores y

desvíos?


Creo que nos estamos desviando…


-No, todo lo contrario: Los errores son

oportunidades de aprendizaje y crecimiento.

Del éxito no se aprende nada, sólo aprendemos

del fracaso.


¿Quiere decir que somos producto del ensayo

y el error?


-No sé, no quiero pecar de soberbio ni de

presuntuoso; soy consciente de mi ignorancia

y prefiero pecar de humilde. Pero piense

qué sería de nosotros sin toda esa experiencia

acumulativa, de errores, fracasos y desvíos

que hubo que superar. Estaríamos condenados

a repetir indefinidamente los mismos errores

del pasado, es decir: No habría pasado ni

futuro, sólo un presente repitiéndose sin

mayor sentido.


Reconozco que tiene alguna lógica, pero me

resulta extraña su fe…


-La fe siempre es extraña, es un misterio que

nos excede. Agradezcamos esta conciencia,

reconociendo las culpas en todo su valor,

como buenos pecadores y creyentes.



jueves, 11 de julio de 2024

Prédica y fracaso

 

(Encarnación Segura)

 

Siento que fracasé como predicador,

como predicando y como predicado,

Padre.


-Bueno, pero te queda el sujeto, hijo,

que es lo más importante. Predicar

es bastante dudoso como vocación,

el gerundio sólo cumple una función

provisional, mientras que los predicados

van y vienen.

Lo que importa es el sujeto, el único

valor que permanece, aunque fracases.


-A ese lo siento como un participio

pasado, Padre.


-Bueno, tranquilo, hijo, todo pasa.


miércoles, 10 de julio de 2024

Después despotricamos

 

(Tomás Lovano)

 

No despotriques porque sí,

no despotriques sin saber,

sin conocer todos los pliegues

de la realidad.


Todos tenemos derecho a despotricar

sobre todo, pero nadie nace sabiendo

ni conociendo sus derechos.


Es fácil despotricar sin saber, más

difícil es nacer despotricando:

Hay que aprender a controlar esfínteres

primero.


Después, para despotricar todos somos

mandados a hacer. Pero primero hay

que hacer los mandados: no despotriques

contra los mandados, alguien tiene que

hacerlos (Si todos nos dedicáramos a

despotricar, nadie haría nada)


Si es por despotricar, cualquiera despotrica

con todo derecho: Tiene razón.

No hace falta tener razón, ni buscar más

argumentos. Siempre hay motivos para

despotricar, no hay que buscar mucho.


Para el caso, despotricar con o sin razón

es lo mismo: Uno se saca las ganas y

nadie va a entrar en razón por oír despotricar

a otro, a sí mismo o a un tercero.


Yo me solidarizo con todos, no importa lo

despotricado, nos puede pasar a todos:

Al menos está gozando de su derecho.


Hasta me solidarizo con los que levantan

su voz contra de los que despotrican:

Están ejerciendo su derecho al goce

y a la libertad de expresión:


Es feo despotricar contra los derechos

del otro.


 


martes, 9 de julio de 2024

Primicia

 

(Asensio Escalante)

 

Ofrezco la primicia de este auspicio

como promesa libre de impurezas:

¿Mi ejercicio?

Yo sólo auspicio aspiraciones puras.


Decir no es más fácil que hacer, no niego.

Sabemos, nadie hace lo que dice.

No obstante, no se puede afirmar nada

(Tal vez lo haga en secreto, no se sabe)


No sé mucho, tal vez no lo merezca:

No hay oficio seguro, aunque parezca.

Creo en la evolución de la pureza

y ofrezco la pureza de este auspicio.


Soy menos claro que sincero:


Como promesa libre de impurezas,

yo sólo auspicio aspiraciones puras,

y es claro: son obscuras.


¿Quién dijo que lo puro ha de ser claro?


Por qué perdimos el buen gusto

 

(Elpidio Lamela)

 

El desgaste del gusto

también llega;  nos guste

o no, es una realidad.


Junto con el deterioro

de las funciones cognitivas

y la motricidad fina, notamos

que nuestros gustos ya no

son los mismos.


Casi todos los cambios ocurren

como algo natural; sabemos que

la vida es cambio.


Pero no todos significan un aumento

de calidad: El propio curso de los

sucesivos cambios también produce 

un deterioro natural, sin un

control consciente.


Así, un buen día descubrimos que

hemos perdido el buen gusto.


Entonces, comienzan las sospechas:

¿Era tan bueno? ¿O era algo que

merecía ser superado?


¿Cómo saber si fue un cambio superador

y soberano, o sólo una respuesta adaptativa

a condiciones del entorno?


¿Acaso tuve que descender y condescender

hacia el mal gusto para integrarme y ser

valorado como merecía?


¿Cómo arribar a una valoración justa?


Al cuestionar estos valores y profundizar

se multiplican las sospechas, vacilamos:

Sospechar demasiado es de mal gusto,

además de significar un desgaste inútil.


En ese punto sin retorno, se acaba aceptando

el propio gusto, ya deteriorado, que tampoco

es el mismo que nos despertó sospechas.

 

Si alguna vez gozamos de buen gusto

y supimos ser reconocidos,

ya no podemos ufanarnos.






lunes, 8 de julio de 2024

Manipulación inteligente

 

(Serafín Cuesta)

 

Somos objeto de manipulación,

todo el tiempo estamos siéndolo

aunque no se lo perciba.


El aumento o crecimiento

de esta práctica marca una tendencia

positiva:


Es un recurso en desarrollo

que avanza en tu mismo sentido

y es amigable al sesgo evolutivo.


Todo sujeto, es también objeto.

No es necesario saberlo para que

funcione:


Sabemos que la manipulación

siempre funcionó.


¿Por qué habría de dejar de hacerlo?


¿Acaso no le debemos este desarrollo

sustentable que amasamos desde las

primeras manufacturas?


Todo puede y debe ser bien manipulado

para seguir atravesando el desarrollo

indefinido.


¿Quién necesita definiciones?


Hay suficientes, y hay mucho por hacer:

Como objetos y sujetos, todos podemos

ejercer alguna manipulación:


Hay recursos al alcance de la mano,

basta con disponer de alguna mano libre.


Mejor que decir es hacer, dijo el General.

No nos quejemos por ser manipulados,

siempre fuimos objeto de manipulaciones.


Pongamos manos a la obra, como Dios

manda, después de elegir el objeto:

Siempre hay algo a mano que merece

ser manipulado.


¿Conocés los recursos de la autogestión?


domingo, 7 de julio de 2024

Cosas que no se prestan

 

(Horacio Ruminal)

 

No sé por qué recordé aquel gomín

que le había prestado a un amigo

engominado.


Fue hace tantos años…


No lo volví a ver:

Tanto el gomín, como mi amigo

engominado son cosas del pasado.


Hoy, casi nadie usa gomina ni gomines.

El tiempo todo lo altera,

cambia los peinados, nos aleja de usos

y costumbres entrañables, de amigos

engominados y gomines empastados.


La verdad, más allá de la nostalgia, era

bastante odioso despegar ese gomín

pegoteado a la válvula, limpiarla y

dejarla en condiciones de recibir otro.


Los gomines van y vienen, un amigo

es para toda la vida; hubiera dicho

mi amigo engominado.


No sé si se sigue engominando,

si conservará al hábito, ni si aún

tiene algo engominable: El peinado

siempre fue algo opinable.


¿Seguirá pedaleando?


Yo no, pero al menos me quedó  

el gomín empastado en la memoria.

 

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