jueves, 9 de marzo de 2023

Saludo, uno...

 

(Aparicio Custom)

 

Era un día saludable,

en consecuencia, después de mis

abluciones y ejercicios matutinos

salí a saludar al sol, saludé a mi

bandera y en una actitud solidaria

saludé a los conocidos que celebraban

su nacimiento (hay personas que

encuentran motivos para celebrar

cualquier cosa: puede que sea saludable)


También llamé a mis amigos, para

saludarlos. Cultivar la amistad es

un hábito saludable.


No son muchos, y tampoco los podía

saludar a todos: hubiera llevado un

tiempo que no parecía saludable

destinar a ese fin, hay otras ocupaciones

que atender:


Opté por llamar sólo a los que encontraba

más saludables en ese momento. No sé si

era la mejor decisión, pero fue una decisión

soberana (las decisiones soberanas son las

más saludables)


De ese modo, pude aprovechar el resto

del día saludable y dar lugar al ejercicio

e mis hábitos, cada vez más saludables.


Dos.


lunes, 6 de marzo de 2023

Insignias

 

(Carlos Inquilino)

 

Las últimas insignias languidecían

en un contenedor, insinuando apenas

un resabio del brillo de otrora,

en discreto contraste con el volumen

de otros residuos patológicos.


No era un espectáculo de interés

público, ni una atracción para el

turismo responsable.


Lo bueno de habitar en grandes ciudades

es que el paisaje urbano es cambiante,

siempre se renueva. El ciudadano medio

celebra los cambios y la transformación

no para: Un círculo virtuoso.


Las demoliciones tienen más futuro

que nosotros y todo lo que se ve.

Incluso que el recuperador urbano.


Te ví, no olvidaré,

agitando pancartas por ahí.

Primero no sabía, después dudé,

tardé un tiempo en recordar.


Hasta que en un gesto te reconocí:

Nos vimos en una marcha del orgullo

no gestante.


Hablamos de la dieta de los Hiperbóreos

y el problema de las proteínas vegetales

y su implicancia en la filogénesis del

deseo humano.


No había pasado nada, como tampoco

ahora, sospecho. Pero es notable como

un gesto, una imagen, vale más que mil

palabras.


domingo, 5 de marzo de 2023

Celebración y réplica

 

(Horacio Ruminal)

 

La réplica volvía

a superar al original.


No me celebro ni alegro:

Todo objeto que se precie

debe poder duplicarse, replicarse

y reproducirse sin culpa.


La culpa es creación humana:

-acaso la mayor- y es más que

un invento, un recurso para fijar

el precio y repetir el error original,

sin pecar y agregándole valor.


Ha corrido mucha agua, mucha

tinta y demasiada sangre:


Hay que ser necio para insistir

con ser original, dijo el Rapsoda

Repetidor.


sábado, 4 de marzo de 2023

patos

 

(Estanislao Del Signo)

 

El pato parpa,

sus ojos parpadean a la par

al parpar y al dejar de parpar.


Yo adivino el parpadeo

del ave al aparearse.


Sólo entonces distingo

al pato de la pata:

Es excitante adivinar.


Entonces parpadeo sin pensar

mientras repito la palabra

entonces, no sé cuántos

parpadeos tengo encima.


Sin pensarlo dos veces

grazno para mi, en pleno

uso.


El pato parpa para sí.

Yo adivino el parpadeo

futuro de mis pares sin

participar del todo

en este movimiento:


Hay ojos pares e impares,

hijos pares e impares,

ritmos puros e impuros:


No pares, me azuzé para

arengarme.


El pato parpa sin pensar,

y parpará tanto como le plazca


¿Hay un placer en el parpar,

o sólo en el par?


Sospecho que no, no es necesario

pensar para parpar: basta apenas

pensar en parpar.


Para pensar estamos nosotros

-parpadeo- que contamos con los

medios apropiados para poner en

palabras cualquier cosa, con


distintos fines y producir, tanto

un pensamiento propio como un

buen discurso patológico y no

menos propio.


No sé qué es peor, pensaría

el pato genérico adivinado.


Oigo el impar parpar

del papemor.


miércoles, 1 de marzo de 2023

Nuevas normalidades

 

(Epilobio Asking) 


Ante una novedad de último momento,

dudaba: entre naturalizar o normalizar.


La duda es natural a lo nuevo, o bien

a lo que se presenta como tal: ahí tenía

dudas.


Pero la novedad no es condición que

dure: una vez que se naturaliza, o se

normaliza -lo que suele ocurrir siempre-

la duda pierde cuerpo, se desvanece, y

aquella se incorpora a la realidad de lo

normal.


¿Un mecanismo natural de nuestra

impronta evolutiva?


Tenía alguna duda, después la asimilé

para incorporarla a mis efectos personales,

olvidarla y estar disponible a otras novedades.


Como era natural, todo volvió a la normalidad,

algo que siempre merece celebrarse.


¿O no?


Puede haber dudas, pero la normalidad

siempre se recupera y se renueva: Basta

aceptar y adaptarse con naturalidad,

como lo hicimos siempre.


¿Acaso no estamos creciendo?

lunes, 27 de febrero de 2023

La emisión excesiva

(Aparicio Custom)


Siempre hubo excesos,

en todos los órdenes:

Siempre fueron combatidos

con diversa suerte.


Siempre hubo mentes trasnochadas

queriendo cambiar el mundo,

pero el mundo nunca tuvo

vocación de cambio.


Los cambios producen nuevos sentidos,

que circulan en el tiempo con diversa

suerte:


El mundo acaba desechando

lo que no le sirve o deja de hacerlo,

como se deshace de los excesos:

Su metabolismo los descarta, los emite.


(Emitir es una forma de descartar,

y también lo inverso)



II

La producción no puede detenerse,

debe crecer a la par nuestra (cada

minuto somos más)


Toda producción produce residuos,

incluso la poética: una vez, encontré

un buen poema en la basura.


Hay poemas que se nutren de excesos

y materia residual: Bien aprovechados,

son un recurso poético de calidad casi

incomparable.


Poemas reciclables, sustentables

y compostables son un buen reservóreo:

Recuperamos una parte de utilidad de

lo excesivo, contribuyendo al movimiento

encadenado y funcional.


La economía circular está funcionando:

Cada vez son más los que viven de la

basura, o lo que otros descartan como tal.


No está mal: Siempre hubo excesos

en todos los órdenes y siempre fueron

combatidos con diversa suerte.


El mundo nunca tuvo vocación de cambio,

pero supo combatir los excesos

y apostar al recambio y la reconversión:


Sigue habiendo poemas que circulan,

reciclables, degradables y compostables

pero ya no hay esas mentes trasnochadas,

ni los poetas sueñan cambiar el mundo.

Voces

 

(Ricardo Mansoler)

 

Los muertos siempre tuvieron

las mejores voces,  leía 

a un poeta muerto.


No importa cuando murió,

no es literal; no se puede ser

muy literal en vida:   hace unos

años, pongamos siete.


La música que solía escuchar

todavía existe, como esas voces

de poetas que pasaron a mejor vida.


No lo sabemos, nunca se sabrá

qué es lo mejor, o qué fue o podría

haberlo sido.


La poesía nunca pasa a mejor vida,

es siempre ajena a ese adjetivo;

tal vez a todos.


No conozco todos los adjetivos,

pero conozco unos cuantos poetas vivos

todavía; algunos muy buenos -aunque

los adjetivos son siempre opinables-


Algunos no ejercen, por falta de estímulos,

por la edad, por haber completado su obra

o porque no creen tener los lectores que

merecerían.


Hay quienes podrían hacerlo en condiciones

ventajosas, pero están sobrecalificados

para el ejercicio de la poesía 

y descuentan que los muertos, siempre

tuvieron y tendrán las mejores voces.


Cuestión de esperar...


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