(Carlos Inquilino)
I
La fórmula excesiva : ‘un baño
de sangre’
No apaga la sed ni cede con
el uso
Las metáforas, puede reducirse,
circulan por la vida de los vivos -las
más eficaces se repiten hasta el
abuso-
La repetición mantiene su vigencia:
algo necesario para no olvidar,
para
volver a repetir.
Caer en excesos, es algo
propio de la especie
-una especie excesiva en más de
un sentido :
Busca a dios, busca certezas,
seguridades,
límites.
Se expande y se expresa al ritmo de
esa
búsqueda: Busca a dios y busca dominar
todas
las fórmulas de la materia. Busca nuevas
metáforas, nuevos sentidos, nuevas novedades
(busca la mínima expresión para subdividirla,
reducirla)
La función excesiva se aparta
del objeto
como destino: se busca reducir, para dominar;
conocer, para dominar, dominar
para reducir;
una fórmula: la función
dominante hace al buen
funcionamiento de toda relación.
La metáfora es una fórmula que
dice otra cosa
se puede ir más lejos: una
fórmula reducida,
concentrada, del exceso : buscar
a dios
( conocerlo, reducirlo, dominarlo) para someterlo
a la acción de otras metáforas, creaciones del
lenguaje
-creación de la práctica humana: creaciones
humanas
(como las transfusiones y los baños de sangre)
II ( tracción a
sangre )
El baño de sangre, es una de
las tantas aplicaciones
que tiene este producto en la
producción de metáforas.
Una costumbre milenaria: se viene
utilizando este recurso
terapéutico desde los albores de
la civilización.
Hay individuos, culturas, sociedades
reacios a la higiene,
un hábito adquirido por la
civilización, que debe observarse,
para mantener la buena salud de las relaciones entre culturas,
sociedades e individuos.
La aplicación de un baño de
sangre soluciona el problema.
Hay quienes sostienen, que el uso reiterado de un
recurso
terapéutico ó poético puede reducir su
eficacia.
En toda repetición hay una
pérdida: Metáfora que se repite
en el
tiempo mantiene su vigencia, pero en
desmedro de
su potencia original como hecho
novedoso: Se banaliza como
frase hecha al repetirse, al entrar en el discurso cotidiano
de la repetición: repetición de
frases, acciones, mecanismos:
el exceso debilita y no apaga la sed ni la necesidad humana de
producir
baños de sangre.
El exceso: exceso de metáforas
en sangre
que acaba neutralizando sus
propiedades coagulantes
Luego: la sangre pierde
consistencia, pierde validez
connotativa, pierde influencia y fluye hacia otro estado:
fluído banal, desecho
metabólico, materia residual
cuyo recorrido circular sirve para
sostener la producción
de hechos de sangre: historias
manchadas de sangre, pactos de
sangre, sangre que hace entrar la letra: baños de sangre y
sangre derramada, negociada y reciclada a
través de
metáforas de sangre:
‘Que la sangre no llegue al
río…’ No llega ; nos podemos
seguir bañando en el mismo río
-que nunca es el mismo-
mientras nuestros hermanos reciben baños
de sangre por
parte de otros hermanos -y mientras continúa
la producción
de metáforas civilizadamente y sin que a nadie le hierva la
sangre.
IIb
Hay vínculos de sangre y
formas
de vincularse con la sangre. La
sangre:
un producto natural, no exclusivo de la
especie
-pero nuestra historia contiene más
sangre que
la de todas las especies: Una especie
superior,
que al no contar con predadores naturales
debe
encargarse por sí misma de mantener el equilibrio.
III
La medicina antigua, procuraba
curar mediante el sangrado
Se pensaba que sustrayendo sangre
enferma se estimulaba
la producción de sangre nueva
sana. Más actual: el uso de
sanguijuelas ha mostrado resultados
efectivos en ciertas afecciones.
Hay medicinas naturales que
plantean el retorno de la salud
por medio del ‘lavado de la
sangre’; su purificación.
Hay religiones, creencias que no
aprueban la transfusión
de sangre. Todas las religiones
tienen sus metáforas
y todas aspiran a un estado de
pureza.
En la liturgia cristiana, el
sacerdote bebe la sangre
de Jesús para incorporarlo.
IV
Hay sociedades, naciones, estados
que cultivan el valor de la
pureza de la sangre
-una forma de la higiene- para
lo cual deben
recurrir a políticas que incluyen
la aplicación
de baños de sangre.
Limpieza étnica, es otra forma
metafórica.
Una expresión más evolucionada y
más higiénica:
No hay rastros de sangre -¿ se
diluyó ? ¿ por
la pura evolución del arte de la
metáfora ?-
Evolución: la sangre ensuciaba
nuestra relación
con el lenguaje. La sangre, se
sabe, mancha. La
práctica humana debe expresar
evolución: ir hacia
la pureza de las formas, un
lenguaje limpio
y claro. Pero la sangre sigue
ahí: contenida
en los baños de sangre que
contiene la metáfora
-una metáfora puede caber en otra ¿ cuántas pueden
caber ?-
¿ Cuántos baños de sangre se
necesitan para alcanzar
el estado definitivo de pureza ?
V ( Nos ponemos de pie )
La sangre admite un uso interno y
externo:
En ambos casos hay comunicación
divina. Al beberla
incorporamos a dios, y al
aplicar su uso externo
se predica la pureza, el temor,
el sometimiento, sustancias
esenciales de la fe.
El baño de sangre, también es
una forma de buscar
a dios, amén de una de sus
creaciones. Las religiones
humanas lo vienen practicando
desde el origen
de los tiempos, así como los
pueblos elegidos -que
cuentan con la aprobación divina-.
Los resultados beneficiosos de esta
práctica higiénica
están a la vista: Hay Pueblos
Elegidos que después de
haber recibido estos baños,
convencidos de su eficacia y
sus bondades, los aplican a otros.
Cumpliendo la voluntad divina se
acercan a lo puro,
Se acercan a dios. Un dios
poderoso, como todos, y
carente de sangre.