martes, 2 de julio de 2013

Lazos de sangre



(Carlos Inquilino)


I

La fórmula excesiva : ‘un baño de sangre’
No apaga la sed  ni cede con el uso
Las metáforas, puede reducirse,
circulan por la vida de los vivos -las
más eficaces se repiten hasta el abuso-

La repetición mantiene su vigencia:
algo necesario para no olvidar,  para
volver a repetir. 

Caer en excesos, es algo propio de la especie
-una especie excesiva en más de un sentido :
Busca a dios,  busca certezas,  seguridades,
límites.  Se expande y se expresa al ritmo de 
esa búsqueda:  Busca a dios  y busca dominar  
todas las fórmulas de la materia.  Busca nuevas 
metáforas,  nuevos sentidos,  nuevas novedades 
(busca la mínima expresión para subdividirla,
 reducirla)

La función excesiva se aparta del objeto
como destino:  se busca reducir,  para dominar;
conocer,  para dominar,  dominar para reducir;
una fórmula: la función dominante hace al buen
funcionamiento de toda relación. 

La metáfora es una fórmula que dice otra cosa
se puede ir más lejos: una fórmula reducida, 
concentrada,  del exceso :   buscar a dios 
( conocerlo, reducirlo, dominarlo) para someterlo 
a la acción de otras metáforas,  creaciones del lenguaje
-creación de la práctica humana:  creaciones humanas
(como las  transfusiones y los baños de sangre)


II ( tracción a sangre )

El baño de sangre, es una de las tantas aplicaciones
que tiene este producto en la producción de metáforas.
Una costumbre milenaria:  se viene utilizando este recurso
terapéutico desde los albores de la civilización.
Hay individuos, culturas, sociedades reacios a la higiene,
un hábito adquirido por la civilización, que debe observarse,
para mantener la buena salud de las relaciones entre culturas,
sociedades e individuos.
La aplicación de un baño de sangre soluciona el problema.
Hay quienes sostienen, que el uso reiterado de un recurso
terapéutico ó poético puede reducir su eficacia.

En toda repetición hay una pérdida: Metáfora que se repite
en el tiempo mantiene su vigencia,  pero en desmedro de
su potencia original como hecho novedoso: Se banaliza como
frase hecha al repetirse,  al entrar en el discurso cotidiano
de la repetición:  repetición de frases, acciones, mecanismos:
el exceso debilita y no apaga la sed ni la necesidad humana de
producir baños de sangre.


El exceso:    exceso de metáforas en sangre
que acaba neutralizando sus propiedades coagulantes
Luego: la sangre pierde consistencia,  pierde validez
connotativa, pierde influencia y fluye hacia otro estado:
fluído banal,  desecho metabólico, materia residual
cuyo recorrido circular sirve para sostener la producción
de hechos de sangre: historias manchadas de sangre, pactos de
sangre, sangre que hace entrar la letra:  baños de sangre y
sangre derramada, negociada y reciclada a través de
metáforas de sangre:

‘Que la sangre no llegue al río…’  No llega ; nos podemos
seguir bañando en el mismo río -que nunca es el mismo-
mientras nuestros hermanos reciben baños de sangre por
parte de otros hermanos -y mientras continúa la producción
de metáforas civilizadamente y sin que a nadie le hierva la sangre.


IIb

Hay vínculos de sangre y formas
de vincularse con la sangre.  La sangre:
un producto natural,  no exclusivo de la especie
-pero nuestra historia contiene más sangre que
la de todas las especies:  Una especie superior,
que al no contar con predadores naturales
debe encargarse por sí misma de mantener el equilibrio.


III

La medicina antigua, procuraba curar mediante el sangrado
Se pensaba que sustrayendo sangre enferma se estimulaba
la producción de sangre nueva sana.  Más actual: el uso de
sanguijuelas ha mostrado resultados efectivos en ciertas afecciones.

Hay medicinas naturales que plantean el retorno de la salud
por medio del ‘lavado de la sangre’;  su purificación.
Hay religiones, creencias que no aprueban la transfusión
de sangre.   Todas las religiones tienen sus metáforas
y todas aspiran a un estado de pureza.
En la liturgia cristiana, el sacerdote bebe la sangre
de Jesús para incorporarlo.


IV

Hay sociedades, naciones, estados
que cultivan el valor de la pureza de la sangre
-una forma de la higiene-   para lo cual deben
recurrir a políticas que incluyen la aplicación
de baños de sangre.

Limpieza étnica,  es otra forma metafórica.
Una expresión más evolucionada y más higiénica:
No hay rastros de sangre -¿ se diluyó ? ¿ por
la pura evolución del arte de la metáfora ?-

Evolución: la sangre ensuciaba nuestra relación
con el lenguaje.  La sangre, se sabe, mancha.  La
práctica humana debe expresar evolución: ir hacia
la pureza de las formas,  un lenguaje limpio
y claro.  Pero la sangre sigue ahí:  contenida
en los baños de sangre que contiene la metáfora
-una metáfora puede caber en otra  ¿ cuántas pueden
caber ?-
¿ Cuántos baños de sangre se necesitan para alcanzar
el estado definitivo de pureza ?



V ( Nos ponemos de pie )


La sangre admite un uso interno y externo:
En ambos casos hay comunicación divina.  Al beberla
incorporamos a dios,  y al aplicar su uso externo
se predica la pureza, el temor, el sometimiento, sustancias
esenciales de la fe.

El baño de sangre, también es una forma de buscar
a dios,  amén de una de sus creaciones.  Las religiones
humanas lo vienen practicando  desde el origen
de los tiempos, así como los pueblos elegidos -que
cuentan con la aprobación divina-.

Los resultados beneficiosos de esta práctica higiénica
están a la vista: Hay Pueblos Elegidos que después de
haber recibido estos baños, convencidos de su eficacia y
sus bondades,   los aplican a otros.

Cumpliendo la voluntad divina se acercan a lo puro,
Se acercan a dios.  Un dios poderoso, como todos, y
carente de sangre.



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