(Ricardo Mansoler)
Toda sintaxis es una
interpretación
del mundo: leía a
un escritor
que aconsejaba a
potenciales escritores
o aspirantes.
No sé si la frase
le pertenecía o no
-no sé si las
frases reconocen alguna
pertenencia: esta
frase no me pertenece,
escribió un poeta
no reconocido que conozco-
La eficacia de la
buena literatura
se traduce en la
versatilidad para merecer
un lugar en nuestra
memoria.
La memoria es
condición de la escritura,
y también su
objeto: se escribe para quedar
en alguna memoria o
bien, dejar registro
de nuestro paso por
este mundo; permanecer,
exceder nuestra
condición efímera y trascenderla
como sujeto (todo
sujeto emite, pero casi todas
sus emisiones son
olvidables, o efímeras)
Todos los poemas y
toda la literatura obedecen
a esta aspiración:
producir algo memorable.
Algunos escriben
poco, otros en exceso,
pero toda escritura
es un excedente: se escribe
para exceder, y
escribimos lo que nos excede.
Escritores
escribiendo sobre escribir, literatura de
literatura, algo
que sólo puede interesar a quienes
escribimos (puede
leerse en pasado o presente,
aunque para el que
escribe siempre es presente)
Algo natural: no
hay nada natural en el acto de
escribir, que es un
artificio.
Poemas que versan
sobre el poema
son objeto de
críticas:
un poema que se mira a sí
mismo no es bien
visto. El poema debe mirar hacia
afuera, reflejar el
mundo, interpretarlo.
Pero el poema es
parte del mundo, y es siempre
una extensión del
sujeto y su tensión.
La sintaxis es algo
subjetivo, pero el orden
sintáctico es
objetivo; su objeto es mantener
el orden subjetivo:
sin palabras no hay
orden posible. Todo
lo escrito es un objeto
interpretable. Y
cada poema puede ser objeto
de diversas
interpretaciones, aún el poema
que se mira a sí
mismo, para interpretarse,
reflejarse e incluso regodearse en ese extraño
objeto que es el reflejo de sí mismo.
reflejarse e incluso regodearse en ese extraño
objeto que es el reflejo de sí mismo.
El onanismo es un
humanismo.
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