(Tomás Lovano)
La felicidad ha
dejado de ser algo azaroso,
ya no es una
posibilidad sino una obligación:
El mundo tiende al
estado de felicidad, dice
la ciencia oficial
-no podemos desoírla: la ciencia
es la única verdad-
Las neurociencias
cognitivas están colonizando
no sólo a la
comunidad científica, sino a toda la
actividad humana.
Su expansión inexorable está
imponiendo el
pensamiento positivo que ilumina
el camino hacia un
futuro venturoso:
No estamos
condenados al éxito, sólo a la felicidad
-los felices no
necesitan ser exitosos, aceptan su
condición y gozan
de ella, y hasta se complacen del éxito
ajeno por medio de
la identificación-
La felicidad
verdadera está en las cosas simples:
los
neurotransmisores, la neurobiología,
la bioingeniería
genética, la arquitectura legal,
la ingeniería
financiera y la seguridad jurídica.
Hay que creer o
reventar -aunque la primera opción
parece más feliz:
los escépticos no suelen alcanzar altos
niveles de
felicidad-
No se puede ir
contra la evolución, ni volver al pasado.
El desarrollo de
nuestro capital humano requiere
integración y
adaptación continuas; todo es dinámico,
la vida es
movimiento; hay que disfrutar de la movilidad
propia, la movilidad
social y el movimiento uniforme:
de casa al trabajo y
del trabajo a casa.
La aptitud de
adaptación es condición evolutiva
y hace posible la
integración. Es más simple aceptar
que rechazar, más
fácil integrarse que oponerse:
La felicidad está
en las cosas simples. El ser positivo
suma y se integra,
se suma y comparte.
Creemos en la
integración; integrando la fe y la ciencia
accedemos al
pensamiento superador de la mística
cuántica: Ya no
hay necesidad de cambiar el mundo,
ni siquiera de
interpretarlo; basta observarlo, saber
observar “dado
que la observación afecta al objeto
observado, podemos,
como observadores, elegir el mundo
en que queremos
vivir. Para hacerlo, debemos enfocar la
energía de nuestra
mente para hacer la observación adecuada.
De este modo, la
mente podría controlar el mundo material
en el que vivimos”
El activismo
cuántico viene a conciliar
el conocimiento
científico con la energía espiritual,
la razón con la fe,
el espíritu con la
materia.
Podemos ser más
felices, dijo una voz popular...
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