(Dudamel Rambler)
La integración no
es todo,
pero resuelve una
buena parte
de las
contradicciones de la vida
del mortal.
del mortal.
Asóciese y acójase
a los beneficios
de la integración.
Intégrese y
comparta.
Partamos de una
base: saberse parte
de algo mayor que
uno, aumenta las
defensas, provée
estabilidad y estimula
el desarrollo de
vínculos saludables
con el entorno (hay
que saber rodearse)
Reformúlese,
reconfigúrese, recapacítese,
reconviértase: reiníciese,
aún está a tiempo
de pertenecer.
La lucha solitaria
contra el mundo, es una
causa perdida de
antemano. Corte por lo
sano: No luche, lo
más sano es la integración
(todos tenemos un
costado sano que desarrollar,
el desarrollo sano
incluye la integración)
En condiciones
naturales, un sujeto sano
no debería
presentar dificultades de
integración. Hay
tantas formas de integrarse
como oportunidades.
La integración
exitosa, brinda seguridad,
eleva la autoestima y produce endorfinas,
a la par que permite acceder al goce del sentido
de pertenencia (con las ventajas del placer seguro)
a la par que permite acceder al goce del sentido
de pertenencia (con las ventajas del placer seguro)
Hay que pertenecer:
esta frase no me
pertenece, pero la
puedo reproducir
libremente
reconociendo mi integración
al sistema de
producción y circulación
de citas.
Hay que pertenecer:
yo pertenezco a la
oposición por el
momento.
Sólo a partir del
propio reconocimiento
a un lugar de
pertenencia, es decir, sólo
cuando se descubre a
qué se pertenece,
es posible
interactuar y mantener un comercio
fluído con otros
miembros.
Hay que pertenecer, saber pertenecer
no importa a dónde, ni a qué.
Hay que pertenecer, saber pertenecer
no importa a dónde, ni a qué.
Hay que pertenecer, después gozar,
después partir.