(Ricardo Mansoler)
“Los inteligentes buscan soluciones,
los inútiles buscan culpables”
Dime lo que buscas y te diré qué eres.
Es más fácil reconocerse inteligente que inúti,
pero no hay evidencia científica de que el
auto reconocimiento coincida necesariamente
con el merecimiento del adjetivo.
No seamos necios, no existe el inútil integral.
Hay un hombre sin atributos, pero no es lo mismo
que el inútil absoluto.
Todos gozamos de alguna utilidad residual,
aún cuando no sea fácil percibirlo ni detectarlo.
Conviene desconfiar de las verdades encerradas
en aforismos (tanto como de las verdades encerradas
entre paréntesis y de las verdades encerradas)
Conviene desconfiar de los recursos metonímicos
que sostienen la eficacia de los aforismos.
Los inteligentes suelen desconfiar, negar y cuestionar
la validez de enunciados axiomáticos
y afirmaciones taxativas.
Aunque es justo reconocer: hay que ser inteligente para
pergeñar aforismos como éste.
Los inteligentes suelen tener más dudas que certezas.
La duda, puede dilatar la decisión, la inteligencia vacila
ante la opción binaria: ¿y si hubiera otra?
No, aquí no se puede ser neutral.
Los inteligentes buscan soluciones.
Los inútiles buscan culpables.
¿Y vos? ¿Qué andás buscando?
¿De qué lado estás?
Yo ya elegí. Los inútiles son un peligro, no hace falta ser
muy inteligente para advertirlo:
Si hoy buscan culpables,
mañana buscarán justicia.
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