jueves, 22 de abril de 2021

¿es palabra de Dios?

 

(Asensio Escalante)

 

¿Qué es dios, sin la palabra?

¿Qué quedaría de El, sin su cuerpo de palabras?

¿Qué sería de nosotros, feligreses, agnósticos,
creyentes, ex creyentes, ateos, o aspirantes
sin esta fe hilvanada con palabras?

¿Qué clase de herejía podría ejercerse
en un espacio vacante de palabras?

¿Cuánta fe, o falta de fe se puede cultivar
sin la palabra?

¿Provenimos de la voluntad divina
o descendemos de palabra?

¿Qué fue primero:  dios o la palabra?

Si la palabra es creación divina  ¿Qué estuvo
haciendo Dios, antes de hacer lo que hizo?

¿Hacía silencio?  ¿Vacilaba?

¿Esperaba la oportunidad?

Sabemos poco de Dios, no tenemos registro
de sus antecedentes, pero sabemos que la vida
es anterior a la carne.

¿Hacía falta que el verbo encarnara?

¿Qué oportunidades  vislumbró el Creador, en
las propiedades y atributos de la carne?

¿Era necesario proveer de carne al Verbo,
o de palabras al deseo encarnado?

¿Cómo podríamos pecar sin el verbo pecar?

¿No era suficiente con la fotosíntesis?

¿No colmaba su ambición creativa (o vocación
creadora) esa vida silenciosa, que toma del sol
el alimento y lo transforma en energía, sin violencia?

¿Hacían falta metabolismos superiores?
¿Hacía falta el depredador natural?

¿Era necesario un depredador mayor, o superior,
que determinara cuáles especies merecen vivir
y cuales deben desaparecer?

Devoraos los unos a los otros:  He aquí el mandato
divino, sobre el que reposa el llamado Orden Natural
que todos suscribimos, con mayor o menor disposición.

Gracias a Dios, o a la palabra, tenemos conciencia.
Y gracias a ambas, gozamos de libre albedrío:
Podemos discernir, pecar y justificar. 

sábado, 17 de abril de 2021

La evolución de la pasión

 

 

(Horacio Ruminal)

 

Usurpar,
un verbo transitivo.
Todos podemos usurpar
y ser usurpados.

Usurpar, verbo entrañable,
expresa una acción tan natural
como útil al animal que emprende,
y nos acompaña desde los albores
de la Historia civilizada.

Nuestro estado actual, no está nunca
libre de ser usurpado por otro.
No es para preocuparse: Sólo se puede
usurpar a otros.

Verbo entrañable, hay quien afirma
que es la base de la civilización:
Todos los estados modernos
y desarrollados, proceden de la
usurpación.


II
La usurpación, puede incluir casi todo:
territorios, bienes, cuerpos, palabras
-como vida- y otros recursos naturales.

Al cabo, la Historia suele justificarlo
como algo natural desde un pretendido
darwinismo:  Siempre fue así, se imponen
los más fuertes, aptos y capaces de adaptarse.

Al presente, la usurpación se ha diversificado.
Hay formas que son consideradas opinables
o punibles, pero sigue siendo practicable y
legítima, si se emprende con prolijidad y se
ajusta a derecho, o se obtiene la seguridad
jurídica.


III
El derecho a usurpar, mantiene su vigencia,
acompañando la evolución natural de las
relaciones humanas, determinadas por las
relaciones de producción.

La evolución de la Justicia, una rama de la
Política, una rama de la Economía, contempla
también el derecho a usurpar derechos  (los
derechos no son para siempre, en nuestras
sociedades modernas, dinámicas, en constante
evolución)

La usurpación, un concepto de amplio espectro,
un significante con más sentidos que funciones,
que nunca deja de generar oportunidades.

Es útil conocer que es una forma de apropiación,
la usurpación. Vinculado íntimamente  con el de
propiedad, como éste al de riqueza.

¿La riqueza se crea?

Sí, a través de la usurpación de bienes, territorios,
o fuerza de trabajo.

La propiedad, es tan natural como la usurpación.

La naturaleza de la usurpación, es diversa, como la
de lo que puede ser usurpado. Pero no reviste mayor
interés: Transcurrido un tiempo razonable, el usurpador
deja de ser percibido como tal, y puede gozar libremente
del producto de la usurpación, como del reconocimiento
social.

La usurpación, es una buena inversión, acaso la mejor
(junto con la educación: gracias a ella, la aceptamos
como algo natural)

La usurpación es un emprendimiento seguro, basta
animarse a emprender.


IV
La usurpación, un hecho cultural que nos constituye
y trasciende todas las culturas:  

Venimos a usurpar, provenimos de usurpaciones,
y estamos en condiciones de seguir usurpando,
mientras siga siendo útil y generando oportunidades.

Gracias a la usurpación, valoramos la importancia
de disponer de Pueblos Originarios, que pueden
enriquecer nuestra cultura diversificada.


V
Hay quienes aventuran que todo lo que somos
lo debemos a este verbo, y que a lo largo de la
Historia, este recurso ha evolucionado en
sentimiento:  Un sentimiento inclusivo  (todos
somos usurpadores) y exclusivo de la especie, que
acaso sea el que mejor defina la condición humana.

Siempre habrá algo que usurpar, sostienen
y aseveran:  La usurpación no tiene fin,
ni lo tendrá mientras exista un cromosoma
humano.


VI
Pero existe un pensamiento que lleva aún
más lejos esta idea:

El hombre no puede vivir sin pasión,
y la usurpación es una pasión,
tal vez la más humana.

(Estos pensadores apasionados, apuestan a la
evolución, tanto de las pasiones como del
lenguaje, y auspician un futuro de plena
libertad, donde se reconozca la libertad de
usurpación.

Esta fe -la fe es una pasión- los inspira
a especular que más temprano que tarde
usurpación se escribirá con “s”, como
ellos ya lo hacen)

viernes, 16 de abril de 2021

Estamos generando

 

 

(Luis Espejo)

 

El problema de la generación.


El verbo generar
genera dependencia:

Necesitamos generar, y generar confianza
en lo que estamos generando, para atraer
inversiones.  Pero debemos desconfiar de
tanto generador genérico.

El problema de la generación descontrolada,
no parece de fácil solución a corto
o mediano plazo.

¿Cómo combatir la dependencia heredada,
desarrollada por generaciones?

¿Cómo distinguir, el hábito generado
del genuino y natural?

¿Estamos en condiciones de detectar, discernir,
discriminar y descartar aquellos hábitos generados
por el hábito de generar?

¿Cómo salir del vicio retórico que se regenera
en cada hábito que se repite, como es habitual?

¿Estamos en condiciones de generar los anticuerpos
que necesitamos, para dejar de incorporar nuevos
hábitos generados?

¿Cómo romper el círculo vicioso?

¿Cómo determinar el punto crítico en que el hábito
evoluciona en vicio?

Contamos con el servicio, afortunadamente, de la ciencia
y la filosofía.  Hay opiniones encontradas:

Según estudios científicos en avanzado estado, del campo
de la Neurolingüística, la Neurobiología molecular y la
Neurociencia cognitiva, habría una determinación genética:
El hábito de generar, depender, y generar dependencia,
estaría en los genes, habitando nuestro mapa genético.

Desde esa visión, no habría otra salida que resignarse
a la generación permanente, y convivir con todos los hábitos
conocidos y las nuevas tendencias generadas y venideras,
mientras esperamos que la ciencia avance en la producción
de conocimiento objetivo y verdadero, generando las
respuestas adecuadas desde los laboratorios de manipulación
genética y transgénesis sustentable.

Pero hay otras opiniones, que pueden generar más optimismo.
Filósofos que adscriben a las nuevas corrientes del Pensamiento
Positivo, estiman que existen otras vías para encontrar una
salida.  Vislumbran una luz, al final del túnel, y afirman que
sí, se puede:

Se trata de buscar la salida negociada.  
Es cuestión de generar y obtener consensos, para poder
aplicar los ajustes necesarios, y optimizar la generación
de emociones positivas, regulables, replicables y escalables
por fuera del círculo de la dependencia automatizada o
genérica.

Se muestran optimistas:

Estamos en condiciones de generar
otras condiciones.

 

 


 

jueves, 8 de abril de 2021

Disonancia cognitiva

 

 

(Epifanio Weber)

 

El conflicto está en vos,
sos vos: no mires para afuera.

No afinabas, ahora lo sabés:
Te lo dice la ciencia.

El verdadero conflicto eras vos,
ahora lo sabés y podés superarlo.
La ciencia te brinda la oportunidad.

El desafío de aceptar
y asumir tus propias culpas:  ¡Ya basta
de proyectar, transferir, tercerizar!
Basta de deslindar:  no es lindo ni sano.

¿Te preocupaba la falta de justicia?
Ahora podés hacerla vos mismo,
autogestionar el dictamen de tu propia
condena, sentenciarte, y sentarte
a disfrutar, en tu sano juicio, de haber
hecho justicia por mano propia, con la
satisfacción del deber cumplido.

Eras el único culpable,
sólo que te faltaban elementos de juicio
y un marco teórico apropiado para el
ejercicio de la justicia, con un soporte
epistemológico de objetividad irrefutable,
como el que te ofrece la neurociencia
cognitiva, para visualizar, visibilizar y
destrabar el conflicto.

La producción de conocimiento
mejora la vida.

Ahora disponés de los recursos necesarios
para generar tu propia justicia  (libre de
emisiones dudosas y contaminación
ideológica) con sustento científico,
y poder gozar de un juicio justo
y una condena aceptable y ejemplar.

La justicia la hacemos entre todos,
cada uno desde su propia conciencia:
Te lo dice la ciencia.

Aceptá el desafío, asumí tus culpas
y hacé justicia:  condenate y cumplí
tu condena con empatía, para poder
integrarte y gozar de todas las
oportunidades de los justos, pecadores
y condenados al éxito.

 

 

miércoles, 7 de abril de 2021

El poema obscuro

 

 

(Ricardo Mansoler)

 

Zonificar la luz
(comenzaba el poema ahora reescrito
por enésima vez:  había un pasaje
oscuro, que contrastaba con el resto
del poema, que cursaba con fluidez
sus altibajos y claroscuros)

Zonificar:
Hay zonas obscuras y nichos de luz
cuyo reflejo
permite una lectura parcial
del mundo sensible.

¿mundo sensible?
¿Cuánta verdad contiene esa realidad?

Sentir es ignorar, pensaba Pessoa.
Se sabe menos de lo que se ignora
aunque la sensibilidad es una propiedad
dudosa:  los seres sensibles sufren más,
se cree.

Lo único real es la ilusión,
una realidad:
casi todo lo que existe es materia oscura.
Pero también hay energía oscura, y no es
menor.

La oscuridad se impone.
Creer que salimos del oscurantismo
puede ser otra ilusión…

Menos tu vientre, todo es obscuro,
afirmaba el poeta desde su poema
luminoso  (podría objetarse la condición
poética de la palabra vientre, asociada a
menesteres más bien banales u obscuros,
pero eso no altera la luminosidad de la
metáfora)

Avanzando en la oscuridad
es posible, bajo ciertas condiciones,
detectar el reflejo dudoso del
poema obscuro.


El poema obscuro, no vende ilusión.
Por lo regular, no emana luz ni la
refleja: Se mantiene refractario
a las luces emanadas por lo regular.


II
Regular es un verbo regular,
desprovisto de pasión:
No hay pasiones regulares, nadie
se apasiona con cosas regulares,
ni se puede regular la pasión
por lo regular.

(Las carreras de regularidad, son para
competidores desapasionados.  Una
competencia sin pasión resulta tediosa,
casi un contrasentido)

III
Pasiones oscuras, pueden despertarse
en cualquier momento, en cualquier
rincón del poema luminoso
y tornarlo indeseable, vil, abyecto.

Todo poema que se precie
tiene su zona obscura,
como el alma o el sujeto  (ambas entidades
intangibles, consistencias dudosas, materia
oscura)

El poema obscuro
no refleja ni ilumina,
pero es el estado superior
de la experiencia poética.

¿Qué es lo que nos atráe de él?
Aquello que se relaciona con algún lugar
de lo insondable, que hace a la pasión
y desconoce los límites de lo real.

No hay seres de luz,
habemos seres de carne:
carnes rojas, blancas, grises,
carne rosada y fresca
y tonos más oscuros,  
pero siempre opaca y triste e ilegible

¿Qué tiene para decir la carne?
Poco y nada: su más alta expresión
es el goce, algo tan efímero como
banal y vano.

IV
El poema obscuro
no refleja ni ilumina:
es el estado superior.

Hay quien escribe en la obscuridad
con un nictógrafo o no,
y hay un sinnúmero de oscuros poetas
que aspiran a la plenitud del Poema
Obscuro, sin llegar a destino:
en todos sus poemas, siempre,
hay claroscuros.

martes, 6 de abril de 2021

Volumen de juego

 

 

(Tomás Lovano)

 

Cuando un poema se va
queda un espacio vacío
que sólo puede llenar
-parcialmente-
la llegada de otro vacío.

Hay suficiente vacío disponible
dentro y fuera del espacio:
La cantidad de vacío es estable.

El vacío es buen conductor
y se adapta al diverso volumen
de juego del poema.

Todo cuerpo contiene una parte
de vacío, las proporciones cambian,
pero el vacío es constitutivo
de todo cuerpo vivo.

El vacío, es tan útil como
la ocupación: permite que circulen
por el cuerpo los distintos fluídos
vitales, deseos, aspiraciones y
sentidos.

¿Adónde van los poemas
que no llegan a destino?

¿A la basura o al vacío?

¿Cuál es el verdadero destino
del poema y su vacío?

¿Debe llegar?

¿Debe aspirar a completar otros
vacíos?

¿Debe ocuparse en combatir
la subocupación, desde su propio
vacío constitutivo?

Cuando un poema se va
-aunque no sepa adónde-
¿se desocupa?

Hay suficiente vacío disponible
para disponer otras preguntas
y poemas.

Toda ocupación es provisoria,

sólo el vacío es soberano.

sábado, 3 de abril de 2021

La fórmula del éxito

 

 

(Ricardo Mansoler)

 

Venimos a generar
y a generalizar.

Venimos a pecar
y a repetir.

El verbo repetir
genera oportunidades:

Genéricas y específicas.

Por lo general
los verbos se repiten:

Venimos a pecar
y a repetir.

Se peca por necesidad.
Por generaciones
venimos pecando
y descendiendo de la repetición
de un mismo pecado dado.

Dados a pecar
pecamos mucho o poco,
en función de la necesidad:
Somos funcionales
a los verbos que se repiten.

Venimos a generar
y a generalizar.

Por lo general, venimos
a reproducir y a dividir,
dijo un general de división.
La división es un recurso
renovable.

Los pecados se dividen:
sólo la división nos une,
estamos en condiciones de
afirmar, de repetir y confirmar
el punto.

Gozamos de más propiedades que sentidos.

Gozamos repitiendo:
no hay goce sin repetición.

Tenemos mucho que repetir
pero aspiramos a más.

Confiamos en los tiempos verbales
y en los verbos que se repiten.
Confiamos en aquellas fórmulas
que pueden repetirse.



La fórmula del éxito:

Que cada uno sea capaz
de generar sus propias
repeticiones.

La autogeneración, la autogestión y la
autogestación son herramientas que
concurren, en completa compementariedad
sinérgica, a elevar los coeficientes de
eficiencia para gozar en plenitud de todos
los estímulos internos y externos que el
sujeto sano dispone como recursos, para
la producción consciente de objetivos
claros y cadenas de metasignificantes
ajustables, para tramitar la realidad de su
gestión evolutiva en condiciones sustentables,
con la fortaleza necesaria para avanzar y
superar obstáculos, manteniendo una distancia
saludable respecto a otros competidores
y otras generaciones, sin dejar de observar
y monitorear el cociente de goce residual.

Repetimos:  Sólo confiamos en aquellas
fórmulas que pueden repetirse, con probada
evidencia de su repetición exitosa.



(Se puede reproducir libremente)

 




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