(Tomás Mercante)
El poeta pequeño
escribe en papeles pequeños,
hojitas que atesora
e un cuaderno pequeño.
Su letra pequeña, se adapta bien
a papeles pequeños, que además,
limitan cualquier pretensión
de extensión excesiva.
El poeta pequeño, no se mide
ni compite: las comparaciones suelen
ser odiosas. Sus dioses son pequeños
como la cuadrícula de una hojita
de papel.
No se mide, más que lo necesario
para su papel. Pero sabe medir el
volumen de sus aspiraciones.
No necesita mucho: sólo un poco de
papel con pequeñas celdas que
contengan la dirección de las palabras.
Para el poeta pequeño, un poeta
es un ser pequeño, sin un papel
determinado en el Orden Natural
ni en el Orden Social o Artificial:
Un organismo vivo que vacila
en su papel pequeño, no menos
insignificante que cualquier otra
criatura que se arrastra, repta, nada
o emite su pseudópodo.
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