jueves, 30 de septiembre de 2021

Fluídos vitales del poema: baba

 

(Remigio Remington)

 

I
Iba a hacer un poema con espuma
pero ya estaba hecho;  entonces
pensé en baba, más fluído y estable,
comprobaba:  los bebés y los viejos
babean, de un extremo al otro de la
vida, la baba va, fluye y se recicla,
a babor y a estibor, hay suficiente
baba como para que salgan a flote
mares de poemas de baba.

Baba:  Fluído vital asociado al deseo,
al goce, emoción y emisión  (el puro
goce de la repetición silábica  - ba ba -
dos sílabas idénticas que se aparean
para engendrar sentido, fluyente y sonante
como  soso, arar, papa, parpar:  el goce
impar de la repetición)

¿Sabías que la baba es un excelente lubricante?

Los verbos nos repiten: no hay presente
sin pasado, y no hay goce sin repetición;
repetir es perpetuar el presente.

El pasado, imperfecto o perfecto, es un
buen conductor de baba: comprobaba al
observar, entubaba el pronombre y vivaba
el fluído destilado; estibaba las distintas
capas de baba y arribaba al sentido prometido
(o lo atisbaba)


II
Si hay baba, hay vida,
dijo el Sai Baba.

La baba está servida
(Baba, biberón, papilla, consistencias
que pueden incorporarse a la vida de
organismos desdentados:  
la falta de dientes después de cierta
edad, está mal vista por quienes carecen
de esa falta  -es un signo de senilidad, de
abandono, o peor: de pobreza- )

La baba, no sólo es un signo vital,
es mucho más que un signo:
Los signos son emisiones vitales para
entender la vida, pero no siempre somos
capaces de interpretarlos y entenderlos.

Mientras la baba fluye y se expande
observando su propia evolución:
Ha corrido mucha baba; ríos de baba
surcan la memoria histórica  (aunque
la historia humana contiene más sangre
que cualquier otro fluído vital)

Hay lazos de sangre y lazos de baba.

¿Sabías que éstos pueden ser más resilientes?

La baba es sabia, más que la savia bruta:
no nutre ni se neutraliza con otra baba
de distinto signo.  Pero sabe fluir y
mantener su consistencia deseosa.

Hablar de baba, puede parecer ocioso e
improductivo, pero nos acerca a la noción
de infinito:  La producción de baba, no
puede detenerse, y no hace falta saber
casi nada para extenderse sin límite en un
discurso de baba.  Pero puede uno babearse
en el uso de la palabra;  ante la duda, es
mejor escribir:  poner un disco de Los
Babasónicos, y dejar que fluya, que fluya
el poema desde su propia baba.
 

lunes, 27 de septiembre de 2021

El aforismo como recurso poético

 

(Luis Espejo)

 

¿Qué relación hay entre poesía y aforismo?

-Tienen mucho en común:
Técnica, concentración extrema de sentido,
el aforismo es un mecanismo de precisión;
lo mismo es aplicable al poema. Mantienen
relaciones íntimas.

¿Quién le deba a quien?

-No lo sé, todo aforismo es poético, aunque
no toda poesía es aforística:  deberíamos
dudar; hay poemas que solo emiten dudas,
algo por demás ajeno al aforismo.

¿Se puede aventurar que el poeta debiera
formarse, primero,  en la producción de
aforismos?

-Tal vez sea excesivo, encuentro más razonable
esto:  Un poeta que se precie debe haber
escrito, al menos, un aforismo.

No está mal. ¿Y de dónde lo tomó, si se puede
saber?

-De un aforismo.

Los aforismos son una fuente
irrefutable de sabiduría…

-Son irrefutables, es bastante con eso.


Entiendo… Y usted, como poeta
¿acredita alguno que recuerde?

-Sí, ese.



Una Oferta Jugosa

 

 

(Amílcar Ámbanos)

 

Lo que ofrece el poema
no está en otra parte,
incluso, puede no estar
en otro poema.

El poema, un objeto cerrado
en sí mismo, es siempre abierto
a otras lecturas, percepciones
e interpretaciones.

Un buen intérprete,
puede encontrar más de lo que
el poema ofrece o parece
que ofrece, y hasta puede
encontrar otro poema
en todos los poemas.

Una oferta jugosa
se desliza al destilarlo
(el poema ignora su destino,
pero se ofrece a él: acaso no
tenga otra cosa que ofrecer)

Como un fruto que pende
y que se ofrece, sensible a
la mirada atenta del pasante
(que mide sus aristas y lo juzga,
sin conocerlo mucho)  más que
a la desapasionada mirada del
turista.

El poema no se asimila
ni se aprende, expone lo que tiene
y lo que no: su cuerpo expuesto
es todo cuanto puede ofrecer.

Prende o no prende, como un brote
o un esqueje de hoja.

Una oferta jugosa puede derramarse
en el poema y chorrear o gotear
en lecturas sucesivas
(puede que produzca sentidos que
se reproduzcan)

¿Qué ofrece este poema?
Nada, sólo el juego
de sus fluídos íntimos, escuetos
y diversos entre sí, que pueden
estar en todas partes o en ninguna.

Una oferta jugosa
de metáforas y jugos astringentes,
disolventes, vacilantes
que nutren la ilusión de cualquier
cuerpo derramado.

El poema no sabe qué ofrecer,
ni sabe lo que ofrece, pero se ofrece
sin medida a quienes quieran
abrevar en sus juegos íntimos,
sabiendo que será soslayado
ante una oferta más jugosa.

viernes, 24 de septiembre de 2021

Instrucciones inútiles

 

 

(Tomás Mercante)

 

Escribe el que puede
escribí
escribí vos que ahora
podías
lo que sea que puedas

Otros pudieron
escribieron para vos
o no
no importa para quien
escriban
escriben sin saber

Escribe el que puede
escribí:
la división de poderes
nos inscribe en un lugar
signado:

unos escriben, otros leen
otros no leen ni escriben
y algunos hacen ambas
cosas a la vez

Escribir es poder
podría escribir
pero no escribo: leo,

el ejercicio del poder no
requiere experiencia ni
conocimiento
ni autorización:

El poder autoriza:

Un autor autorizado empieza
autorizándose a sí mismo
decía una autoridad en la materia

La autoridad se crea
como el poder -la materia no-
basta con que otro reconozca

Para ser auténtico
no hace falta  saberse
ni pretenderse auténtico

es sabido:
cualquiera puede escribir
hasta un escribano escribe
y también certifica y autentica
a diferencia del poeta
o el escriba genérico que practica

Escribe el que puede
Cualquiera puede
no hay mucho más:

La única condición es estar vivo

No sabía lo que podía
hasta que lo hizo
supo poder, creyó, creó
y ahí se empoderó
y no paró


Escribir no es difícil
Lo difícil es no escribir
escribía Tolstoi

Escribe fuerte
para que te oigan todos
los organismos autorizados
y los microbios de la casa:

hay millones de bacterias
en tu célula familiar.


miércoles, 22 de septiembre de 2021

Pesquisas

 

(Aquino Lamas)

 

Hay que volver a las lenguas muertas:
Todos deberíamos dominar alguna
antes de morir, escribía un poeta
en su obra póstuma  (algo así como sus
memorias:  Confieso que no he vivido)

Es posible que estas lenguas, tengan
algo que decirnos, o al menos enseñarnos.
No es vano recordar el interés de Borges
por el islandés antiguo, y su pasión por
las lenguas muertas que supo acompañarlo
hasta su muerte.

En todas las lenguas e idiomas conocidos
sabemos que el verdadero y único
lugar común, es la muerte.

Pero  ¿Cuánto sabemos de la muerte?

Esas lenguas llamadas muertas, pueden
esconder respuestas útiles. Entre otras cosas,
está el interés por conocer las causas de su
deceso, o su paso a mejor vida.

¿Por qué murieron?
¿No fueron capaces de adaptarse?
¿Habían vivido lo suficiente?
¿Fue muerte natural?  ¿Una muerte violenta?

(Sabemos que hay  una violencia natural, una
violencia institucional y otra aspiracional)

¿Suicidio:  No soportaron el peso de la Historia,
no quisieron ser cómplices?

¿Hay más preguntas?

Por fuera del pensamiento binario, se podría
afirmar que todas las lenguas vivas
proceden de lenguas muertas, así como todos
los organismos que cursamos la vida
descendemos de muertos.

Luego, se puede aventurar que la muerte
es algo relativo:  algo se modifica para
permanecer bajo otra forma.

Conocemos la inferioridad numérica,
somos menos los vivos que los muertos:

Pero son cifras provisorias, estamos destinados
a formar parte de esa mayoría que nos espera
con los brazos abiertos, o quizás no...

Sabemos poco de la muerte  -es posible que
las lenguas muertas tengan también preguntas
que formularnos-

De cualquier modo, parece atinado
familiarizarse con ellas, e incorporarnos
al reino de los muertos en posesión de alguna
de sus lenguas.



 

 

viernes, 17 de septiembre de 2021

artes y oficios

 

 

(Luis Espejo)

 

El poeta es un fingidor,
escribía Pessoa
seguro en su oficio u arte
monótono.

A tal punto, que finge
lo que en verdad siente,
y llega a  sentir
que es lo que finge.

Su hay un alma sincera, esa es
la mía, se relamía Darío
al releerse  (los poetas se leen
a sí mismos, y se releen hasta
relamerse y aprobarse)

Hay cosas peores, creamos,
que ser una ficción, o un mix
de fixiones que se bifurcan y
entresurcan la ilusión heteronímica.

¿Cuántos poetas crucificados en vano?

(marcar con una cruz)

Religiones hay muchas, casi tantas
como pastores de rebaños, y están
los dioses conocidos y los que todavía
no se han dado a conocer.

Hay que ser selectivo y cuidadoso
a la hora de elegir uno:  conviene
informarse, asesorarse, asegurarse
que nos reconozca como rebaño
elegido.

El espectro divino es amplio,
hay que tomarse un tiempo
para la reflexión y evitar la mala
decisión y el error no forzado.

Los hay mejores y peores,
todo depende de la vara
con que midas tu destino:
me dijo la esfinge
desde su esfínter sin pasión

(las pasiones son sólo humanas)

Hay que ser digno
de lo que se finge.

sábado, 11 de septiembre de 2021

El odio

 

 

(Horacio Ruminal)

 

El odio absoluto no existe:
Aún los seres más abyectos
suelen frecuentar sentimientos
encontrados.

Los sentimientos humanos
están hechos de contradicciones
y tensiones que pueden alcanzar
diversa intensidad.

La naturaleza séptica del ser
hace imposible un odio libre
de contaminación.

No somos conscientes de toda
la contaminación que consumimos
y producimos, incluso al consumir.

Producir contaminación es un pleonasmo:
La contaminación es un valor agregado
de la producción, pero gracias
a la producción de conocimiento, sabemos
que toda producción contamina, incluso la
producción de conocimiento.  

(El conocimiento, es un camino sin
retorno, no podemos desconocer)

II
Con respecto al odio,
hay sensaciones encontradas.  Pero nadie
encuentra solo lo que busca:

Buscadores de prestigio, cazadores de fortunas,
rastreadores de tesoros y emprendedores
de toda laya suelen no llegar a destino,
pero encuentran otro.

Conocemos el valor de las oportunidades,
los desafíos, la aventura de asumir riesgos
y conocemos la serendipia  (Si no fuera por
las palabras, hay cosas que no existirían)

III
La Neurolingüística no puede aislar al gen
patógeno del lenguaje, ni se lo propone;
en cambio, establece el Cerebrocentrismo
y produce Neuropolítica, Neurociencia,
Neuroeconomía, Neuropsicología y
Neuroarte, junto a la Neurofilosofía.

La Neuropoesía libera endorfinas,
y nos libera de los malos hábitos poéticos,
como el vicio recurrente de la repetición
y el vicio de repetir en forma recurrente
la palabra vicio, y aquellas que se asocian.
Libera al libertino y al novicio, y vuelve
todo a su lugar de inicio:
La poesía es un servicio,
nos libera de las aspiraciones neurotóxicas
y del ocio mal tramitado.


IV
El odio absoluto no existe, no se puede
odiar a todos por igual: hay que discriminar.

Hay que volver al odio primordial,
a la noción nociva,  hay que
aumentar el IVA,
hay que gravar el aire y el uso
de la gravedad, y controlar el contenido
de cada aspiración desmesurada
o excesiva.

V

Empatizar con el odio:

¿Sabías que el odio es un sentimiento vital,
más antiguo que el amor, y produce cosas
mucho más interesantes, no sólo en la
literatura y en el arte?

No goza de buena prensa, es verdad, como
tampoco la verdad, pero ha inspirado las
mejores obras.

Hay músicos que odian la música, futbolistas
que odian el fútbol, y lo mismo ocurre en
otras disciplinas.  No les va mal…

Es conocido el nombre del tenista
que odiaba el tenis, y llegó a la cima
con su odio.  Fue el mejor, reinó por algún
tiempo en soledad y hasta conoció el amor:

Una tenista germana, tan exitosa como él
que supo reinar en soledad por cierto tiempo
y también odiaba el tenis.

¿El amor es más fuerte?
No, los unió el odio, que es más antiguo.

¿El amor como el éxito del odio?

Hay amantes que odian el amor,
prefieren el sexo puro y duro.

¿Puro y duro?
¿Cuánto dura esa pureza?

Me acojo al beneficio de la duda.
El odio absoluto no existe, oí dudar
a un músico reconocido.

(El reconocimiento, al igual que la fama,
no es algo bueno en sí. Puede responder a
una valoración positiva, tanto como negativa:

Tengo mala fama… Pero no son lo mismo:
la fama está asociada al éxito, algo tan
azaroso como efímero, mientras el reconocimiento
supone otros méritos o virtudes, menos dudosos,
que pueden trascender la banalidad natural de
gustos y sentimientos populares.

Un escritor reconocido, decía que la fama
es un exceso de reconocimiento, y el éxito
una forma excesiva de aceptación,
quizá la peor.



 

jueves, 9 de septiembre de 2021

Experticia

 

 

(Aquino Lamas)

 

En un futuro
todo habrá sido negociado:

No habrá nada que negociar,
ni disputar, salvo la palabra.

Pero no tendrán mucho valor
las palabras, ni serán muchas;
sólo las necesarias.

¿Cuántas palabras necesita un hombre?
¿Cuántas, una familia tipo, un buen
vecino, un asesor letrado?

Tal vez, no muchas más que las de un
poema, un buen poema genérico…

No contamos con una respuesta uniforme
y taxativa. Mejor llamarse a silencio
y escuchar a los que saben.
¿Quién sabe?

¿Habrá que recurrir a la palabra autorizada
de la neurociencia cognitiva?  
¿Habrá que consultar a un consultor?
¿A un experto en experticia, a un neólogo
matriculado?

¿Tenemos las respuestas que necesitamos?
-esta te la debo-

¿No hay más preguntas?
-Puede haber, pero acaso no sea oportuno
 en este tracto del poema: ya hay bastantes.

¿Las palabras, entonces, no sirven?
-No, sí, sirven para hacer preguntas,
 aforismos, juegos de palabras y poemas.

En un futuro, cuando todo
haya sido negociado, las palabras seguirán
siendo las mismas, pero serán menos
y con otros valores.

Algunas caerán en desuso,
después en el olvido,
como tantas lenguas muertas que duermen
el sueño de los justos y aún esperan,
acaso, otra oportunidad.

Cuando todo haya sido negociado,
la palabra oportunidad, por ejemplo, es
posible que no disponga de oportunidades.



miércoles, 8 de septiembre de 2021

Otro solo irrepetible (II)

 

(Epifanio Weber)


Hay cosas que se aprenden solo:
No siempre se puede estar solo,
pero siempre se puede estar más
solo.

La soledad, puede ser una elección,
una vocación o una condición no
deseada con la que hay que convivir
y familiarizarse.

Puede ser un recurso renovable:
Hay quienes necesitan estar solos
para escribir, componer o producir
objetos que merezcan compartirse
(Puede haber dudas, compartimos)


II
Como músico solista, aspiraba
a improvisar.  Al principio sabía poco
de esa disciplina:  improvisaba,
copiando, reproduciendo e imitando
en busca de una voz propia.

Un buen solo, es la aspiración de todo
improvisador  (a sabiendas de que será
reconocido por unos pocos entendidos,
los que suelen, solos o no, regodearse en
el goce único de un solo original,
bien armado, con todos los
recursos y matices que sólo proveen
el conocimiento y la libertad, al servicio
de la sensibilidad,  o viceversa)

Hay que saber:  
El arte no es para todos,
la libertad tampoco, ni la soledad.

Hay que ser sensible a estas condiciones,
para ejercer esa libertad hasta donde el
arte lo permite, y producir ese solo que
permanecerá en la memoria del receptor
sensible, como algo único e irrepetible.

(Aunque para llegar a eso, haya sido preciso
mantener una rutina metódica de prácticas
repetitivas con escalas, arpegios, tríadas,
sustituciones y otros elementos que el
improvisador incorpora en su aprendizaje
solitario, para que su discurso fluya con
naturalidad, y luzca como creación espontánea)


No es poco lo que hay que saber
para emitir una improvisación lograda,
de modo que esa libertad que surca
los compases de su tiempo acotado,
pueda ser transmitida a los oyentes,
(o al oyente)

 

 
III
Hay cosas que solo se aprenden solo.

Tal vez lo más difícil, para un solo
perfecto, sea saber decidir donde
poner el silencio; donde hacerlo

Hacer silencio es una aspiración
ilusoria:  No se hace.


El silencio en el poema, en la música,
en un solo, es apenas una ilusión
donde el oyente o el lector pueden
improvisar, con sus propios medios
y en forma solidaria con la soledad
del emisor, otro sentido: ese que falta
para completar la ilusión.

Hay cosas que se aprenden solo:

Yo aprendí, con los vicios
del que aprende solo,
que lo más difícil en el solo
es elegir los lugares del silencio

(algo que no llegué a aprender, todavía)




 

Licencia Creative Commons
http/:Demolicionyobranueva.blogspot.com por José Luis Greco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en Demolicionyobranueva.blogspot.com.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en Demolicionyobranueva.blogspot.com.