jueves, 10 de marzo de 2022

Instructivo para emprender el Ocio

 

(Estanislao del Signo)

 

Para emprender el ocio
en un sentido creativo,
no hay que capacitarse.

Basta comprender su naturaleza,
saber que no es ocio todo lo que
reluce y que no existe el ocio
creativo:  no hay más que uno,
idéntico a sí mismo.

No hay creación sin ocio
(El Creador no hubiera hecho
lo que hizo sin conocer el ocio)


II
La división del trabajo
no es aplicable al ocio
ni al goce:

No hay un goce positivo y otro
negativo, ni un goce sano
ni un ocio productivo.

La condición ociosa, es definida
por la improductividad.

Ésto no significa estado de reposo
continuo, ni significa no hacer nada,
sino sólo no hacer aquello considerado
socialmente útil.

Podría este enunciado dividir aguas
entre emprendedores activos y pasivos
del ocio:  ¿Qué es lo útil?

(Yo puedo sentir que es útil cavar un
pozo, aunque no tenga un tesoro que
enterrar o desenterrar, ni una planta
que plantar.  Cavo por placer:
me gusta cuando cavo… Podría
profundizar este versículo, pero no.

El sólo placer de haber cavado, cavar,
estar cavando es suficiente para que
me sea útil  ¿No es útil el placer?
¿A qué otra cosa aspirar, en este valle
que se profundiza a cada instante a
consecuencia de la extracción de utilidad
descontrolada? ¿Sería útil controlarla?

No: el término útil es tan subjetivo
como el sujeto que cava, sin recabar
para qué cava.

No, no soy lo que cavo o cavé

ni lo que cabe en este verbo)


III
La utilidad no depende del sujeto;
el que depende es el sujeto,
que como miembro de un cuerpo
superior, una vez incorporado no
puede ignorar que sólo es socialmente
útil aquella acción que produce valor.

Las demás actividades son inútiles,
el sujeto lo sabe, aunque no lo piense:

No hace falta pensar para pertenecer,
integrarse y autopercibirse contribuyente.

O sólo lo suficiente, lo necesario, lo útil:
pensar lo indispensable.

No es ocioso agregar
que la producción de valor es el primer
mandato en nuestras sociedades
organizadas en torno al concepto útil
y a la utilidad como valor excluyente.

El otro, es la agregación de valor, que
naturaliza y regula el intercambio
en función del lucro:  la utilidad por
antonomasia se realiza en este acto
que mueve y provee sentido a eso
que llamamos economía.


IV
Todos estos logros, capitales para
el desarrollo de la cultura, no hubieran
sido posibles sin la división del trabajo:
Dividir suele resultar útil.

Es ocioso señalar, que detrás de la
idea de dividir el ocio, está la intención
de descomponerlo, para buscarle un
lado útil:

La división es un recurso para
la producción de utilidad.

El ocio es uno solo e indiviso,
no hay un ocio subalterno
ni calificado, y es el más digno
de los emprendimientos.

Pero no todo lo que brilla es ocio
y no existe el reposo absoluto.


V
Procura estar solo o sola mientras puedas
y en lo posible ocioso.


Lo otro viene solo,
o no viene. 

Esperar es tan ocioso como no esperar.

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