(Tomás Lovano)
Nací mamífero,
desnudo y vertebrado,
desocupado, carenciado y dependiente.
No sabía, era ignorante,
analfabeto y demandante
y como si no fuera suficiente,
ignoraba todo eso.
Era incapaz de tomar buenas decisiones
y reconocer valores (ni el valor de la
dependencia reconocía)
En condiciones naturales
hubiera perecido, pero recibí alimento,
cuidado y conocimientos: como para
poder incorporar otros valores,
desarrollar capacidades y acceder
a cierta autonomía, es decir
al armado de una personalidad propia.
La evolución natural, me permitió
conocer mi condición mamífera,
peinarme, autopercibirme y disfrutar
de las diversas opciones disponibles
para gestionar alimentación, género
y otras nimiedades indeclinables.
Según mis inclinaciones naturales,
probé de todo, abandoné la carne por
el tofu, cambié de dieta varias veces,
incorporé legumbres, cereales, algas,
semillas y algunos suplementos que
suelen asociarse a estas dietas. Pasé
por la dieta disociada, las macro y
micro bióticas, cetónicas, etcétera.
Ahora me hice omnívoro
y gozo del derecho a comer todo:
todo aquello sospechable de ser
o haber sido portador de algún
signo vital, y reconocido como apto
para el consumo humano.
Puedo comer de todo y a todos
sin restricciones, en pleno uso
de derecho y con toda libertad.
Seamos libres, que los demás
no importan nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario