lunes, 28 de febrero de 2022

Taxonomía de los verbos simétricos

 

(Ricardo Mansoler)

 

Entre los verbos simétricos
existen dos categorías bien diferenciadas:

Negativos y positivos  (simétricos, son
designados verbos que expresan acciones
que denotan la participación de más de un
sujeto)

Negativos:  
Debatir, discutir, luchar, combatir, ajusticiar.

Positivos:
Dialogar, consensuar, compartir, competir,
reprimir, amar.



II
Positivo y Negativo son complementarios,
ambos son necesarios en una armonía sana:
El ritmo armónico divide, tiempos fuertes y
débiles.
El ritmo, no sería posible sin el silencio.

(El silencio nunca es neutral, puede percibirse
como negativo o positivo según su función en
el tiempo)



III
“Ama tu ritmo”  El imperativo enunciado
que inicia el conocido poema, es una fórmula
prodigiosamente positiva:  El ritmo, es puro
movimiento  -un movimiento repetitivo-
y es la esencia de la vida. Todo ser vivo
contiene funciones rítmicas, está compuesto
de ritmos que lo expresan bajo distintas formas.

El ritmo es el alma de la vida, aunque  es una
manifestación física, verificable y mensurable.
Sí, es una medida:  “Ama tu ritmo, y mide tus
acciones”

(La acción de medir es claramente positiva,
pues produce conocimiento y seguridad
ontológica:  lo que no se puede medir, no
existe, como averiguó la ciencia.
Producción, conocimiento, seguridad, son
términos positivos que suman, en alguna
medida)



IV
¿Y el amor?  ¿Qué es el amor?

Hay versiones, no contamos con una
definición definitiva y taxativa. Pero
sabemos que es un sentimiento de alto
valor positivo;  acaso el más alto.

Luego, el amor, verbo positivo por
antonomasia y también simétrico  (salvo
el caso patológico conocido como amor
propio), suele producir distinta clase de
relaciones asimétricas , que redundan en  
subordinación, dominación, resignación
y hasta violencia.

Lo positivo, es que hay otras opciones:
Se puede reincidir, seguir participando
y repetir como el ritmo ordena.

Aunque el amor es ciego, y nunca se sabe
si lo elegido era la mejor opción.



V
Ama tu ritmo, podría ser la opción
superadora. Pero no sería simétrico, y
acaso el ritmo no te corresponda, ni te
ame.

Las almas tienen sus bemoles, su armadura
de clave y sus propias cláusulas rítmicas:
Hay ritmos simples y compuestos, algunos
muy complejos. Pero todos se descomponen
en células rítmicas.  

(Es complicado amar algo que se descompone)

Ama tu ritmo, él sólo pide obediencia,
y repetir en forma indefinida:
El ritmo es un fin en sí mismo.

(¿Como el amor? ¿Cuántas formas hay de ser un fin?

Le pregunté a un serafín:  Son finitas, me informó)

La experiencia repetitiva ofrece más
seguridades que el amor, y se puede
sostener un ritmo mientras se espera
por almas pares o simétricas.

(Aspirar no es un verbo simétrico, pero
aspirar es siempre positivo:  me dijo un aspirante)



VI
Ama tu ritmo, y ritma tus aspiraciones:
es lo que  hay, se puede repetir…

(Si te resulta dudoso, extraño o
complicado, hay otros objetos y
sujetos rítmicos para armar y amar:

Ama el de Darío,
que hará brotar en ti mundos diversos
o busca en el multiverso, en la sección
ofertas. Hay ritmos para todo y todos,
ama alguno, no importa la propiedad
intelectual ni el autor material:

Todo ritmo es apropiado y apropiable;
basta entrar y repetir.  Sólo nos pide
obediencia)

Si no te sienta el de Darío
y ninguno te convence,
está el mío, que es único, irrepetible,
asimétrico, reutilizable  y sin valor
comercial.

No está acá, debe andar por ahí,
no sé ni cuando lo perdí.



 

domingo, 27 de febrero de 2022

almas, ranas y almorranas

 

(Carlos Inquilino)

 

Una rana en la almohada.
Podría ser un hada
que adoptó esta forma:  toda
hada puede cambiar de cuerpo
como de almohada.

Las hadas son almas inquietas
como ranas, no descansan
en almohadones ni en almohadas.

Una rana cualesquiera dada
puede dudar entre ser hada
o hado, o simple rana que nada
sin saber cual es el lado
correcto de la almohada.

Las almas tienen sus aristas,
las hay que arrastran historias
opinables o punibles; cargan
con ese peso que no pasa.

Las ranas son más livianas
que su nombre: la almohada no
se hunde ni deforma por su peso:

Se puede compartir perfectamente
la almohada con un hada y una
rana anonadada.

La rana no se queja ni acusa
problemas cervicales
ni almorranas, observa una
dieta sana.

Se sabe más de ranas, que
de hadas y almas. Se desconoce
si las ranas tienen alma.

No sabemos mucho de ranas;
sabemos que saltan, croan y son
buenas nadadoras  -aunque sólo
cultivan un estilo: pecho-

Se diferencian de hadas y almas
en que éstas no se reproducen,
aunque no lo sabemos a ciencia
cierta.

Hace algún tiempo, era común
utilizarlas en el aula para producir
conocimiento:

La disección de la rana, una
clase práctica donde se abría
el pequeño cuerpo, para que
los educandos observaran y
conocieran su contenido.

¿Cada estudiante portaba su cadáver?

No, se necesitaban vivas para
estudiar sus signos vitales. 

(Seguimos estudiándolos)

sábado, 26 de febrero de 2022

Nuevos aportes para una Teoría del estado: El estado interesante

 

(Horacio Ruminal)

 

El estado interesante, amén de ser uno
de los más dudosos entre los estados
conocidos, es un estado paradojal:
Un estado inestable, tan provisorio
como relativo  (propiedad natural de
los intereses).

La condición que agrega el adjetivo,
ni siquiera depende del propio sujeto
de ese estado, que para asumirla y
reconocerse merecedor/a/e, debe
verificar la existencia de interesados/
as/es, algo por demás dudoso, en tanto
se vincula a la percepción, que tantas
veces nos engaña.

Luego, nunca sabremos si se trata de
un interés real, o sólo un artilugio
para obtener algún beneficio o utilidad:
Hay quienes son capaces de fingir muy
bien y están dispuestos a hacer cualquier
cosa para obtener lo que desean y satisfacer
sus intereses, que acaso no sean los nuestros.

Los intereses son cambiantes, volátiles,
sujetos a la evanescencia de los mercados,
a diferencia del sujeto propio, que siempre
es idéntico a sí mismo, aunque cambie de
opinión y de intereses.

Por último, volviendo al objeto de este
ensayo sin pretensión filosófica o
literaria ni interés alguno que merezca
reproducirse, pero aceptando que todo
texto es político, cabe volver a formular:

El estado interesante ofrece más dudas
que certezas:  ¿Qué se puede esperar de
un estado inestable?

Que nadie espere nada de esos interesados
que pululan por doquier y hablan nuestro
mismo idioma.  Suelen medrar con los
discursos mejor tramitados y hacer virtud
del engaño alabancioso.

Hay que saber leer la letra chica de cada
vocablo, cada emisión u omisión, cada
silencio.

Mi estado es éste: ¿un sustantivo, un verbo?
¿Una respuesta vacante?

Táchese lo que corresponda.


Sólo espero no escribir nada interesante.



viernes, 25 de febrero de 2022

Cuévanos

 

(Aquino Lamas)

 

¿Cuántas cosas caben en un cuévano?
¿es más que una palabra?
¿Cuánto vacío puede contener un
cuévano maduro?

Cuando Eva, evacuando su cueva
reconoció a su madre en el agua
al ver su imagen reflejada,
dijo habemos, bebamos, y todo
comenzó a bajar y ordenarse
con fluidez, como era necesario
para que la necesidad descienda
y se replique:

Me bajó, confirmó Eva
aún sin un interlocutor válido.

(Vio que era bueno el descenso,
y aún mejor descender de otros)

Repasó su flamante pasado
al tiempo que exclamaba:

¡Qué cueva que evacué,
  qué cueva que evacué!

(bis)

Vio que era bueno repetir, gestar,
reproducir sin sentido y repitió
y engendró el estribillo primordial:

¡Qué cueva que evacué,
qué cueva que evacué!

Excitose con el éxito
de la repetición de su propia
cita, y fue por más:

¡Qué cueva que evacué,
qué cueva que evacué!

¡Qué cueva que evacuaba,
que evacuaba, que evacué!

Y dio a luz el ritmo,
madre de todo
en sus distintos géneros,


desde el compás binario
de su propia evacuación.





 


jueves, 24 de febrero de 2022

Hace falta

 

(Tomás Mercante)

 

No hace falta ir al campo para sembrar.
No hace falta ir a un aula para estudiar.
No hace falta ir a misa para rezar.
No hace falta.

No hace falta ir a las fuentes para abrevar.
No hace falta ir a una cancha para jugar.
No hace falta ir al agua para nadar.
No hace falta.

No hace falta ir al centro para concentrarse.
No hace falta ser escribano para no escribir.
No hace falta ser nudo para desnudarse.
No hace falta desnudar para conocer
No hace falta ser ciego para no ver.
No hace falta.

No hace falta obtener para tener.
No hace falta tener valores para agregar.
No hace falta tener para compartir:
No hace falta autorización ni hace falta
empoderarse para poder compartir esa falta.
No hace falta.

Hay un pozo vacante
que crece y se expande,
no para de ganar profundidad.

Puede ser tuyo:  Te quiere ver ganar.
¿no pensaste?

No hace falta. 



viernes, 18 de febrero de 2022

Subordinación natural

 

(Horacio Ruminal)

 

¿Hay valores fuertes y débiles?

Dudamos: la duda es signo de debilidad.
Si bien se reconoce el valor de la fuerza,
hay una deuda histórica con la debilidad.
No nos engañemos, los débiles nunca
hacen la Historia, se repite. Pero ostentamos
una historia dudosa, engañosa, edificada
sobre cimientos débiles.

Para ser justos, hay que tomar distancia,
romper con ese miasma teórico y retórico
basado en argumentos débiles y odiosos
sin otro valor histórico que el de sostener
el engaño.

Para ser justos, hay que odiar bastante.



II
Odio el deber:  deben los débiles.

No me debo a mis lectores, suscriptores,
electores, detractores, objetores, correctores
ni predictores.  Mucho menos a acreedores
reconocidos o no.

No me reconozco deudor en ninguna de sus
acepciones ni opciones disponibles.
No me debo, no necesito actualizar mi saldo
ni solicitar un certificado de libre deuda.

Odio el deber, fuente de toda sinrazón e
injusticia.
Para ser más preciso, hay que desterrar toda
debilidad: los recursos discursivos, son
artilugios de  la debilidad.

El deber es una perversión, acaso la peor.
La noción del deber sostiene el estado  de
debilidad y desarrolla voluntades débiles,
deudoras de la necesidad de obedecer, que
en el colmo de la abyección honran la
obediencia debida.

(Sólo una voluntad corroída, vaciada y
corrompida puede abrazar una causa cuya
consigna es “subordinación y valor” y
sentir orgullo de una supuesta vocación
de servicio:  cualquier otra vocación es
más digna, y también cualquier vicio)



III
Los débiles son un algoritmo:
sólo buscan patrones confiables.

Los débiles no tienen vocación, sólo
saber servir, obedecer. Sólo pueden
tener deudas y deberes.

No conocen sino pasiones y emociones
débiles y dudosas, como la empatía, el
amor al trabajo y el apego al pago.
Y nunca terminan de pagar.

Los débiles sólo tienen dos destinos
posibles: el vicio, la abyección o la
obsecuencia.

Odio los límites impuestos y mal
tramitados por el pensamiento débil:
productos mal terminados por pura
debilidaad.

Odio los límites de la debilidad,
borrosas líneas de barro
que sostienen la producción del
mundo sensible, un mundo lábil
y débil.

 

IV
Las sociedades más desarrolladas,
mantuvieron durante algún tiempo
el principio de que el Estado debe
asistir y proteger a los más débiles.

Hasta que la realidad los disuadió:
Se iban convirtiendo en estados débiles.

El triunfo de la debilidad, no es algo
auspicioso para nadie, ni siquiera  
para los débiles.


Odio a los que se amparan en la
debilidad constitutiva como argumento,
para justificar una justicia débil, que
administra la distribución de culpas:

Quien pretenda administrar esa carga
y su distribución, merece el mayor de
los desprecios.

Es tan sabido como ocioso, que los
únicos culpables son los débiles.
La culpa los identifica, les pertenece
y es el único sentimiento que pueden
compartir.

La culpa es, en sí misma, un castigo:
la debilidad se castiga. Así, la culpa es
el alma de todas las religiones:
sin culpa no hay pecado.

La culpa debilita; donde hay culpa
no habrá goce  -no hay un goce débil-

El goce es un signo vital, y por tanto
ajeno a naturalezas débiles.


V
Odio a los que se inclinan a creer
que siempre se debe estar del lado
de los débiles.  

Su propia debilidad  les impide llevarlo
a la práctica y hacer lo que dicen.

Yo no hago lo que digo
ni digo:  soy lo que hago.

No soy lo que debo
ni hago lo que debería.

(Son pocos los que hacen lo que dicen,
no es fácil ser coherente entre semejantes
que no suelen serlo.  Es más simple y
seguro hacer lo que se debe: obedecer.

Mejor que decir es hacer, decía el líder
popular, recordado por lo que hizo, pero
sobre todo por lo que dijo)


VI
Tengo una teoría:

Los débiles se amparan en creencias,
dogmas y doctrinas. Se escudan en la
ciencia o en la existencia de un Orden
o conciencia superior:  todo aquello
que se pueda obedecer.

Algunos son capaces de desarrollar
teorías peregrinas para justificar su
condición y hacer valer como atributo
esa debilidad intrínseca.

El lenguaje es su mejor arma:
La palabra, su ambigüedad apropiable,
la esencia débil de su condición binaria,
es el recurso natural y perfecto para
generar argumentos de alta complejidad
y aumentar la confusión reinante.


VII
¿El reino de los débiles?

No, no pueden, ellos prefieren el anonimato,
se acomodan, aceptan y subsisten. Conocen sus
límites, y saben que la debilidad sólo puede
tramitarse y sostenerse en la oscuridad de la lengua.

Saben armar un buen discurso y hacer dudar
de todo a propios y extraños. No es extraño
que escriban buenos textos, o al menos
memorables, y sean buenos oradores.

Que no te engañen, no los oigas, no los leas!

No olvides hermano:


La palabra es el último refugio
de la debilidad humana. 



lunes, 14 de febrero de 2022

Introducción a la penetración

 

(Estanislao Del Signo)

 

“El espíritu individual alcanza lo absoluto
de sí mismo por negaciones sucesivas”

“Soy aquello que piensa, no aquello que es pensado;
el sujeto puro no se conoce más que como límite
de una negación perpetua”

“Macho el No, mira a la hembra”

Esto no es un epígrafe,  lo leo mientras
escribo este poema:  no puedo centrarme en
una sola acción. Leo a Daumal, Clavículas del mal,
y a la vez otros dos textos, mientras escribo
el ¿mío?


Pero aún no empiezo, falta algo. Busco mis guantes
de escribir  (hay que tomar distancia, el poeta debe
evitar el contacto con el mundo material, la materia
es vil)


II
Escribiría, sin mengua ni arrebato, íntimos ecos
de insondables mundos, gravedad sin centro, realidad
sin sujeto, destinos incompuestos y miembros acéfalos
ajenos al ritmo de la descomposición primordial.

Podría escribir con la lucidez de una luciérnaga
y la labilidad de una libélula engendrada
en plenilunio.

Podría escribir con una sola mano
¡libérate, hermano!
asumiendo el compromiso popular,
tan necesario en el pasado, o
¡A copular, a copular, hasta encerrarnos en el mar!
(mar macho o hembra, según la lengua del emisor de
mares de marras)


III
Buscaba un adjetivo posesivo:  la posesión interna
es la única salida para que el sujeto se posicione y
pueda circular con algún éxito. Hay que saber poseer
y poner en circulación la propiedad, para que genere
más valor.

La contradicción es condición evolutiva, tanto
como la repetición inteligente.

El No mira a la hembra,
la hembra mira el miembro  -con mesura-

y la tensión crece, cargada de signos que no
pueden esperar. La intensidad de la escena
pide acción, resolución, pero me faltan los
guantes    (buscaría en la guantera, pero
carezco de movilidad propia)

Buscaré en rincones desusados,
en frecuencias subrepticias e intersticios
de la lengua madre, en las relaciones de
parentesco de la materia muerta, entre los
alimentos balanceados de los víveres de
ayer.

Buscaría entre las pausas
que se generan al escribir:

Nadie sabe lo que busca
hasta que lo encuentra  -o lo olvida-


IV
Vengo de una familia bien constituída,
bastante bien armada:  
Fiel a mi armadura de clave, creo en valores
asimétricos, en órdenes inferiores, en la
diversidad de lo desconocido, creo en la
serendipia, en la luz mala, en la empatía
y en la naturaleza del deseo como recurso.
Creo en ondas expansivas y en el poder
sanador de la introspección controlada
hasta las últimas consecuencias.

Creo en la obsolescencia programada
de las causas populares, en la naturaleza
agresiva que impulsa el progreso y la
agregación de valor.

Creo en la continuidad de lo que fluye,
en  las babas del diablo y sus constelaciones,
creo en el fluído poético y sus productos
residuales. Creo en nociones que definen,
creo en el mojón, en el jején, en el gen
del jején, jenotipos y jenomas, creo en la
necesidad de ciertas comas, creo en pequeñas
dosis: en grageas, en gorjeos y en gorgojos.

Creo en desapegos y despojos
como objetivo para extraer utilidad,
creo en el pensamiento objetivo:

Creo en  la tradición oral,
anal, vaginal y pentecostal.

Creo en el orden sobrenatural, en las fuerzas
vivas y todas las demás. Creo en la correlación
de fuerzas, creo en mitos, mitines y mitones
y guantes…


V
Guantes genéricos y específicos.
Guantes hembra:  su único sentido
es ser objeto de penetración
(para ser más precisos, doble penetración:  
digital y analógica)

La penetración cultural es inevitable,
es parte de nuestra cultura, alcanzada
con siglos de esfuerzo y penetraciones:

Todo argumento fracasa sin penetración
El poema es un objeto penetrante
y penetrable como un guante:
penetra espacio y tiempo, y debe ser capaz
de penetrar al lector, al elector  (el electorado
pide ser penetrado por discursos engañosos:
“hace falta una mano dura, que nos penetre
y endurezca a puro rigor  -hay un goce en el
rigor-  Algo duro como roca”

Roca penetró en el desierto y acabó con los
ocupantes ilegales, para permitir la penetración
de ocupadores legítimos)


VI
En rigor, el poema es duración,
es dura la vida del poema:

La vida es lo vacío
que hay que penetrar y ocupar.

(la penetración es una acción esencial
que pertenece al Orden Natural.

Se puede no observar, permanecer ajeno,
más no se puede mantenerse impenetrable
siempre)

Todo cuerpo es penetrable.


VII
Siempre hay un otro
que después escribe:

Todo cuerpo es penetrable por otro.

“Soy aquello que piensa, no aquello que es pensado.
Soy aquello que penetra, no eso penetrado.
Soy aquello que aspira, no lo aspirado.

El sujeto puro
no se concibe mas que como límite
de una negación perpetua”


VIII
Aspiro a penetrarlo todo,
o al menos una buena parte de lo penetrable,

pero no puedo compenetrarme mucho

sin mis guantes.

 

domingo, 13 de febrero de 2022

Descartes

 

(Ricardo Mansoler)

 

Los sentidos seguirán su evolución
aún cuando ya no haya ningún sentido.

Se puede percibir algún rumor, un
eco que se expande hasta disolverse
en la continuidad del éter:  Nada
que no pueda descartarse.

No percibimos todo, apenas un segmento
ínfimo, una parte menor de la emisión
del mundo.

Pero emitimos argumentos
en continua evolución.
No percibimos todo lo que la evolución
resuelve a cada instante por nosotros,
o descarta…

II
Circulan rumores, cada uno elige cuando
y como hacerse eco, o no.  La economía
humana se basa en el descarte:

Somos el único animal que produce
basura. Emitimos, vivimos descartando
(un buen segmento humano, vive de lo
que otros descartan)

Sólo el necio, el ignorante, puede afirmar:
No descarto nada.

III
Hay demasiada emisión, la oferta de
estímulos puede exceder la demanda.

Los que mandan, controlan la emisión,
distribución y ritmo productivo. Se emiten
nuevos límites, listos para ser incorporados.

La economía determina resoluciones útiles,
el resto se descarta a favor del crecimiento.

La ecología puede ser útil, dentro de ciertos
límites: Hay que descartar todo aquello
que frena el crecimiento.

Sólo lo necios o ignorantes pueden afirmar:
No descarto nada.

IV
No percibimos todo lo emitido, apenas un
segmento, una porción menor. Pero resulta
suficiente para percibirnos como la más alta
expresión de evolución:  Toda la Historia
evolutiva, desde la primera célula del primer
organismo vivo,  -antes de dividirse-  fue
un intento para llegar a lo que somos.

¿Fracasó?

La evolución no sabe fracasar,
sólo nosotros sabemos y podemos,
con distinta fortuna.

Sabemos que el éxito es esquivo
y las funciones deben continuar.

La evolución produce nuevos sentidos,
que acaso nos descarten.

No descarto nada.

jueves, 10 de febrero de 2022

Libre circulación

 

(Dudamel Rambler)

 

¡Felices hélices
que giran para sí!

¡Felices órbitas
fieles a sus ejes!

Girar y circular nos torna libres,
la libre circulación es la más alta
aspiración de todos los girandos
y  gerundios que circulan.

La verdadera aspiración es un giro.

Giramos hacia Dios, por voluntad
divina, mientras El gira eternamente
a imagen semejanza.

Gira la flor de liz
y el mundo se desliza.
Trazo una bisectriz,
gira el bacilo feliz
en su intestino humano: al girar
la vida se optimiza.



II
Oigo girar, fluir, estremecer,
obedecer patrones rítmicos
y cláusulas armónicas, sobre ejes
que giran ejemplares.

Oigo el rumor de órbitas lejanas
que vuelven a pasar sin solución:


Girar es resolver, dicen los ecos
replicados en nuevos giros
gramaticales nacionales y populares.

Oigo girar voces subalternas,
gritos sagrados, vernáculos, inéditos,
auténticos y apócrifos, desde mi círculo
áulico, en consonancia armónica, intima,
acérrima y empática hasta el hábito.

Gira el geranio y el giróscopo florece
como la gínura, la cúrcuma
y la cucurbitacea de Cucurto.

Gira la calesita en la esquinita sombría,
sonría, lo estamos filmando con  nuestras
cámaras de seguridad giratoria.

Girar es repetir y generar.
Estamos en condiciones de girar
y emprender un nuevo giro:  hay aplicaciones
disponibles en circulación, hay nuevos
eufemismos y neologismos de última
generación. Estamos generando.


III
Giran jirones de poemas de Girondo
junto a gerundios malogrados
y milagros en espera.

(recomiendo el gerundio recomiendo)

Se esperan nuevos giros.

Giran ejércitos en ejercicio de maniobras,
fieles e infieles se suman al paisaje
giratorio. Giran generales y sargentos,
voces de mando y vocablos subalternos.

Giran aspiraciones oficiales altamente
junto a suboficiales y aspirantes.
Giran las puertas giratorias, los ajuares
y las máscaras, los guardafaros
y las luces de giro equivocadas o no.

Gira la virgen de los humillados y los
condenados, junto a la de los victimarios
con sus escapularios, y de los torturados
en acción de servicio.

Giran adoratrices del sagrado vicio.
Gira la virgen de los lupanares
y los santos oficios.

Todo gira como debiera, y seguirá girando
gracias al auspicio de las siguientes empresas.

 

Verbos genéricos: la evolución del amor

 

(Tomás Lovano)

 

La especificidad de los verbos
genéricos:

generar, engendrar, concebir, crear,
producir, emitir, las opciones son
diversas en género y en número.

¿Un género engendra y otro concibe?

La generación de cuerpos es algo
más complejo. En el pasado, todos
los cuerpos arribaban a este mundo
emitidos por el género femenino:
madre había una sola. La evolución,
ha cancelado esa relación cerrada
entre madre y género: 


Hoy, la condición genérica resulta
irrelevante, basta la persona gestante.

La evolución no puede detenerse.
Generamos nuevos géneros, para que
las próximas generaciones dispongan
de más opciones electivas, y sean libres
de engendrar sus propios eventos
genéricos, con los recursos naturales
de la inteligencia artificial y la
transgénesis de diseño  (El sueño de
diseñar tu propio género, disfrutar tus
capacidades diferentes y gozar de un
desarrollo pleno de la libertad individual:
Que cada cual se autoperciba como desée)

Todo género es divisible por Dios,
generador de todo  (una divinidad
divisible)

Sin división no hay evolución.

La religión y la política dividen
(pero generan oportunidades para
profundizar la división)

Creemos que con el esfuerzo personal,
generando diversidad, solidaridad
y empatía, podemos avanzar y dividirnos
hasta alcanzar la unidad.

Estamos generando, sin pausa y sin prisa.

Sabemos que tenemos un denominador
común, y un cociente. Somos conscientes:

Lo único que nos une es el amor a la divisa.

miércoles, 9 de febrero de 2022

Amor y energía

 

(Esther Miño)

 

Generar energía como orden
(orden genérico: necesita un artículo
para definir su género)

Una orden debe ser clara y precisa
para que el receptor subalterno
no dude ni vacile.

La voz de mando debe ser enérgica,
categórica y viril, para que la orden
emanada pueda ser procesada,
transmitida, obedecida en una sola
acción, siguiendo la cadena de mandos.

Toda acción requiere energía:

(La energía es movimiento, impulso,
condición, insumo, combustible,
recurso y otros tantos sustantivos.

¿es amor?  

W. Reich, supo observar el excedente
de energía liberada por los cuerpos en
el orgasmo.
Fue más lejos: ideó y desarrolló un aparato
para medir, capturar y aprovechar
esa energía que se pierde en el amor.

Una causa noble que pudo haber cambiado
el mundo:  Fomentar el amor, o la práctica
sexual inteligente, libre de culpas, y
proporcionar un destino útil a tanta energía
dilapidada en orgasmos mal tramitados y
sin fundamento razonable.

Pero se había adelantado demasiado a su
tiempo y el mundo le dio la espalda. No fue
comprendido por la ciencia ni por la Historia.
Su final paradójico:  Había querido combatir
la alienación y terminó encerrado, como un
loco, viendo declinar sus últimas energías)


II
Nada se sostiene sin energía, ni siquiera
este discurso peregrino y vacilante. Hasta
el más etéreo y volátil poema bucólico
necesita la suya.

El orden, por el contrario, permite disponer
la energía necesaria para cada acción,
generando ahorro al evitar la erogación inútil.

Es decir, aprovechando los recursos
en forma racional.  El futuro nos impone
el desafío de ser cada vez más racionales:

Consumir en forma racional.
Producir en forma racional.
Invertir en forma racional.
Emitir en forma racional.

Debemos ser mesurados en nuestras
emisiones y emociones:

Hay que generar la energía necesaria
para no depender.

Venimos de varias generaciones
de dependencia, por malas administraciones
o por incapacidad de generar.

En necesario reconocer:
Toda generación depende de otras
que la precedieron. Hay precedentes.

Nadie genera su propia energía:
Hay evidencia científica,
no es física ni biológicamente posible.

Ser es depender, no hay metabolismos
libres, dijo una voz popular

¿Subordinación y valor?



 

jueves, 3 de febrero de 2022

El poema especulativo

 

(Luis Espejo)

 

Se especula,
la evolución plantea nuevos desafíos
para la actividad especulativa.

Se especula,
la especulación teórica
es un recurso esencial para la evolución.

Se especula,
el pensamiento abstracto
es producto de la evolución,
que es algo natural

(¿Hay algo más natural?)

Se puede especular:
Aquello que no parece natural
puede naturalizarse, gracias a los
recursos disponibles que yacen
en el pensamiento especulativo.

(Esta secuencia lógica, tiene el sentido
que necesita y tiene un nombre:  
evolución)

II
Especulación pura y teorías tributarias
en evolución:

El espejo, antes que la rueda y la escritura,
cambió la vida del hombre y su relación
con el mundo sensible.

Antes del espejo, nadie conocía su propia
imagen: sólo se podía especular, a partir
de la visión de otros rostros  (peinarse era
un problema, y aún peor encontrar la raya.
La opción, era recurrir a otras manos y
ojos, pero pocos querían ser peinados, volver
a la infancia, reflejar el deseo del otro)

Ante el espejo, aparece la realidad, que puede
no ser todo lo deseable que se quisiera, pero
gracias al conocimiento de la realidad, el
pensamiento puede transitar de lo objetivo a
lo subjetivo y desarrollar esa imagen en otras
direcciones.  La realidad se transforma:
Tenemos nuestro propio espejo.

III
El pensamiento especulativo
es un recurso renovable, se especula.

Sin especulación no hay inversión
(este enunciado puede invertirse)

La evolución no puede detenerse,
su naturaleza es dinámica:
Lo natural es aceptar y compartir.

Con la información disponible, gracias
a la evolución y al desarrollo sustentable,
sabemos:

El capital especulativo, explica la mayor
parte del crecimiento de la economía global,
en continua evolución.

IV
Especular es uno de los verbos más naturales.
Pero hay que distinguir, entre la especulación
sana y productiva  (que crea riqueza, arroja
utilidades y genera oportunidades), y la otra:
la especulación ociosa de filósofos, poetas y
otras criaturas dudosas, que especulan con ideas
ajenas al sesgo evolutivo, ya sea por el mero
goce de la crítica, o el desvío de percibir al
pensamiento especulativo como fuente de goce.

(Los inadaptados son parte de la evolución,
excedente de la selección natural, material de
descarte)

No hay que descartar que ahora mismo,
en este momento, mientras leemos estas
líneas despojadas de toda pretensión literaria,
filosófica, pedagógica o ideológica, alguien
esté escribiendo un poema especulativo,
por el puro goce especular.
 

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