(Ricardo Mansoler)
Los sentidos seguirán su evolución
aún cuando ya no haya ningún sentido.
Se puede percibir algún rumor, un
eco que se expande hasta disolverse
en la continuidad del éter: Nada
que no pueda descartarse.
No percibimos todo, apenas un segmento
ínfimo, una parte menor de la emisión
del mundo.
Pero emitimos argumentos
en continua evolución.
No percibimos todo lo que la evolución
resuelve a cada instante por nosotros,
o descarta…
II
Circulan rumores, cada uno elige cuando
y como hacerse eco, o no. La economía
humana se basa en el descarte:
Somos el único animal que produce
basura. Emitimos, vivimos descartando
(un buen segmento humano, vive de lo
que otros descartan)
Sólo el necio, el ignorante, puede afirmar:
No descarto nada.
III
Hay demasiada emisión, la oferta de
estímulos puede exceder la demanda.
Los que mandan, controlan la emisión,
distribución y ritmo productivo. Se emiten
nuevos límites, listos para ser incorporados.
La economía determina resoluciones útiles,
el resto se descarta a favor del crecimiento.
La ecología puede ser útil, dentro de ciertos
límites: Hay que descartar todo aquello
que frena el crecimiento.
Sólo lo necios o ignorantes pueden afirmar:
No descarto nada.
IV
No percibimos todo lo emitido, apenas un
segmento, una porción menor. Pero resulta
suficiente para percibirnos como la más alta
expresión de evolución: Toda la Historia
evolutiva, desde la primera célula del primer
organismo vivo, -antes de dividirse- fue
un intento para llegar a lo que somos.
¿Fracasó?
La evolución no sabe fracasar,
sólo nosotros sabemos y podemos,
con distinta fortuna.
Sabemos que el éxito es esquivo
y las funciones deben continuar.
La evolución produce nuevos sentidos,
que acaso nos descarten.
No descarto nada.
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