(Horacio Ruminal)
En este momento no tienes conexión.
Acepto pero no comparto:
No tengo conexión.
Tengo palabras, que conectan
con distintos sitios de la realidad.
Hay niveles, intensidades, andariveles
para que pase la necesidad -emanación
divina que nos une-
La conexión, se reconoce como necesidad
en estos tiempos que urgen.
Se restableció la conexión.
La ausencia provisoria de conexión
no me alteró: sé que es algo provisorio.
Y me hizo emprender este poema
espasmódico, que va y viene
entre un estado de conexión y otro.
Aprovecho los ciclos negativos
para conectarme al poema inconexo.
Ahora no tengo: comparto la falta
con el poema que, ya en estado avanzado
empatiza y reconoce: la realidad es
ambigua, amorfa e inestable, como sus
conexiones provisorias.
El poema depende de conectores neuronales,
como los cuerpos del tejido conectivo
y el lenguaje de los verbos copulativos.
Sin conexión, no hay poema
que descienda: la intermitencia nos une
y nos conecta al verdadero sentido
provisorio de nuestra condición efímera.
El poema espasmódico avanza,
desafiando las dificultades conectivas.
Se expande como el espam y la empatía,
indiferente a los vaivenes de la historia
conectiva.
Se restableció la conexión.
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