(Isnaldo Montalbán)
La circuncisión es una práctica
bastante común en algunas culturas
humanas.
No se conoce en otras culturas,
pero entre nosotros se expande
(como un glande al liberarse del
prepucio)
No sólo por motivos religiosos:
Hay sociedades bastante desarrolladas
que la adoptan, a pesar de profesar
distintas religiones.
Esta ablación parece estar imponiéndose
como tendencia en el mundo hablante.
Hay distintos argumentos que la defienden
como algo beneficioso: Es más higiénico,
alegan algunos circuncisos.
Otros afirman que es más cómodo, práctico
y economiza recursos energéticos en la
práctica onanista, reduciendo el recorrido
del movimiento repetitivo de la mano, sea
propia o ajena.
Hay argumentos para todo, no es ocioso
repetir. Aunque el argumento de la higiene
tiene su peso.
Es posible que algún día todos portemos
esa falta y la evolución adopte este diseño
inteligente, convirtiendo al prepucio en un
recuerdo del pasado, un atavismo como el
tercer molar, la oreja de mico, o el pie plano.
La higiene y la economía van de la mano,
y son parte de la evolución (pensemos que
hasta no hace mucho, en Europa nadie se
bañaba más de una vez al año)
Es posible que esta tendencia se imponga
en el futuro, no sabemos mucho del futuro, ni siquiera si seremos parte.
Ahora se está desarrollando otra
limpieza étnica.
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