(Tomás Mercante)
Me atrajo, pero no me atrapó.
Me gustó, pero no me capturó.
Me conmovió, pero no me cautivó.
Me sedujo, pero no me conquistó.
Esa fue su devolución, después
de una lectura desinteresada.
Podría deducirse que el poema
estaba logrado, parcialmente.
O bien, que era sólo una lectura
posible, como todas, aunque no
necesariamente la correcta.
No, no hay que sobrevalorar
a ningún lector, por más calificado.
La lectura ajena siempre lo será,
y sería raro que fuera la correcta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario