sábado, 9 de agosto de 2025

El arte de representar

 

 

(Carlos Inquilino)

 

Escupía lágrimas a lo pavote,

como quien eyacula sangre

con toda naturalidad, para

recuperarla por vía oral. 


Eso es un verdadero actor, pensé:


El tipo se pone en la piel

del personaje, y controla todo,

hasta sus fluídos más íntimos

como si no fueran suyos.



Hay que tener algo especial, no sé,

un don natural para poder apropiarse

de una emoción ajena, u otra, u otra

y ponerle el cuerpo como si lo viviera

en carne propia.


No sólo la carne, sino todos sus fluidos

vitales y no tanto, y todo el abanico de

emociones humanas, que ni sabemos

cuántas son (algunas, capaz que ni las

conocemos)


No es para cualquiera, hay que tener

preparación, y algo especial, ese don

de convertirse en otro hasta los tuétanos.


Son seres especiales, saben poner el cuerpo

al servicio de todos los misterios y miserias

del alma humana.


¿Cómo no iban a ser narcicistas, sabiéndose

capaces de controlar todo eso que hay en un

cuerpo, con su espectro de fluidos emotivos,

físicos y metafísicos?


Merecen tanta admiración como respeto:

No es poco controlar un cuerpo y liderar

todo su capital cognitivo y emotivo, para

convertirlo en significante.


Mientras ellos, con sus cuerpos, expresan

una cantidad incierta de emociones, nosotros

buscamos un emoticón que represente una

de las dos o tres que conocemos.


No, ponerse a escupir lágrimas a lo pavote

no es para cualquiera. Yo probé, una vez

eso de llorar en forma voluntaria y fracasé:


Cuando quiero llorar, no lloro,

y a veces, lloro sin querer.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
http/:Demolicionyobranueva.blogspot.com por José Luis Greco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en Demolicionyobranueva.blogspot.com.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en Demolicionyobranueva.blogspot.com.