(Emeterio Askman)
Un error oportuno
puede evitar un desarrollo
que precipitaría en algo peor.
Siempre se aprende del error,
cuando hay conciencia.
La repeticion de la secuencia
ensayo – error, es un activo
invalorable de nuestro capital
cognitivo:
No hubiéramos llegado hasta
acá, sin ella. Sin conocer otra
evolución, estaríamos repitiendo
los mismos errores, como si fueran
nuevos.
Sin percibirlo como tal, el error
puede repetirse en forma indefinida.
Al no ser reconocido, el error deja
de ser una oportunidad y deja de
ser error:
Es mejor reconocer; no hay error
sin conciencia. Ella lo define, para
que pueda repetirse y evolucionar,
junto a nuestro capital cognitivo.
La historia humana, que es también
la única, es pródiga en la repetición
de errores ensayados, secuencias que
oportunamente se repiten, para que
sigamos aprendiendo.
Nuestra historia, que es también la
única que posee un valor histórico,
sigue siendo un ensayo, pero algo
aprendimos:
Sabemos diferenciar el error genérico
del específico, y conocemos el error
no forzado.
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