(Aparicio Custom)
El instinto lo guardé en el freezer,
era el mejor lugar para un instinto
de conservación ya maduro
y apunto de descomponerse.
No es gran cosa estar sujeto
a instintos; los hay de toda especie:
bajos, altos y dudosos, casi todos
difíciles de controlar.
Librarse de esa tiranía de mandatos
biológicos, a menudo ajenos a toda
manifestación de sensatez, permite
vislumbrar otros sentidos de la vida:
Nos hace más humanos
¿O qué somos, animales?
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