(Asensio Escalante)
Me dijo un bicho bolita:
El mundo es redondo
como la punta de tu bolígrafo chino,
hermano. O como yo cuando me aburro
y me ensimismo en mi exoesqueleto
funcional:
Sólo hay que abrazar la simetría
y abrazarse a uno mismo, después
todo puede girar, rodamos para un
lado u otro y eso nos distrae de tanto
embole.
No volamos, pero podemos rodar
con toda normalidad como la rueda
del destino.
Tampoco nos jactamos de haber inventado
la rueda: si bien tenemos mucha antigüedad
rodando en el planeta, había otros, antes,
que hacían algo parecido.
II
Los bolígrafos son descartables, no sé adonde
van a parar todas esas esferas que descartan.
Supongo que a engordar la gran esfera de
materia residual que van alimentando mientras
producen utilidades.
La inteligencia superior produce más basura
que cualquier otra criatura. Acaso encontrarán
la forma de reciclarlo todo y reciclar la vida:
nada puede salir mal, y de lo contrario
la inteligencia artificial sabrá disponer las
mejores decisiones.
Sin duda, un mamífero superior es capaz de
todo. Creen haber inventado la rueda, el sentido
y otras cosas que circulan y antes no estaban en
el mundo.
No lo sé, pero el mundo es redondo y sigue
girando, como lo hacía hace millones de años.
Cuando yo vine a este mundo, éramos una
especie nueva, pero ya había otras que rodaban,
giraban y circulaban con total normalidad.
III
Hay muchas cosas que pueden alterarse
sin que se altere la redondez del mundo
ni el curso de su órbita.
Existen diferencias entre mamíferos que hablan
y nosotros los bichos bolita, pero no parecen
muy significativas: el volumen de masa
encefálica desproporcionado no los mejoró
como especie ni como individuos.
Nosotros vivimos en la tierra, nos ocultamos
bajo las piedras y proliferamos en lugares
húmedos y oscuros.
No necesitamos más inteligencia que ésta,
sabemos que no somos los más fuertes
ni los más evolucionados. Sólo somos
los más perfectos.
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