(Aparicio Custom)
Japón ha convertido el acto
de caminar en una fuente de
energía limpia.
Se han instalado en estaciones y aeropuertos
pisos piezoeléctricos que transforman
cada paso en electricidad.
Esta energía, alimenta luces LED, pantallas
informativas y decoración publicitaria.
La tecnología utiliza materiales como el
tritanato de bario, que generan carga
eléctrica al recibir presión.
En lugares transitados por miles de peatones
diarios, la acumulación permite alimentar
sistemas completos.
Japón ha dado un gran paso hacia la ciudad
inteligente que todos soñamos.
Un claro ejemplo del futuro que se avecina,
donde todo vuelve a ser aprovechado en forma
indefinida, en un perfecto giro evolutivo.
Gracias a la economía circular, hasta algo
tan inútil como un peatón, que circula por
definición aunque no tenga ningún destino,
ahora evoluciona en recurso productivo.
Sin duda, habrá un costo que amortizar
antes de la muerte del peatón, que es algo
inevitable, pero la energía limpia tiene un
valor incalculable.
Estamos dando los primeros pasos, recién,
pero confiamos en las respuestas tecnológicas
que pronto cubrirán todas las necesidades del
presente y del futuro.
Ahora sabemos que cualquier paso en falso
puede ser debidamente aprovechado
en sentido inteligente.
Necesitamos más peatones.

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