(Aparicio Custom)
La experiencia de pertenecer
es una de las más beneficiosas
que conocemos, y más ventajosa
que otras, en cuanto a oportunidades.
Más allá del círculo íntimo
al que todos pertenecemos,
habiéndolo elegido o no, hay
otro que los contiene a todos:
Pertenecemos a una especie única,
como todas, pero la nuestra no sólo
es la más joven, dinámica y emprendedora
sino que ostenta un grado de organización
y una capacidad expansiva sin parangón,
así como una tasa de creciminto envidiable:
Competimos con las ratas, las cucarachas
y los virus, que lo único que saben hacer
es reproducirse, sin producir evolución
ni otra utilidad.
Estáclaro que si esos organismos inferiores
mantienen su ritmo reproductivo, es sólo
porque nosotros, como especie dominante
lo permitimos.
Hay cosas que todavía no controlamos,
aunque nuestros dispositivos de control
están en pleno desarrollo y pronto acabaremos
controlándolo todo.
Estamos en camino, nuestra capacidad de
adaptación prodigiosa nos hizo evolucionar
por encima de todos.
Las especies que no se adapten, no se muestren
amigables ni presenten utilidad, representan un
escollo para nuestro desarrollo superior: No
nos dejarán otra opción que acabar con ellas.
Nadie puede oponerse a los mandatos de
la selección natural, cuya vanguardia nos fue
dado expresar y protagonizar.
Honremos el sentido de pertenencia,
saber honrar y asumir nuestros valores
también nos hace superiores.
Incluso aquellos que vacilan, o se sienten
excluídos por pertenecer a razas inferiores,
merecen integrarse y compartir una parte
de este orgullo: Cada uno debe aceptar lo
que le toca:
¿No sería peor haber nacido rata, cucaracha,
o virus?

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