miércoles, 21 de diciembre de 2022

A mi Fito

 

(José Luis Greco)

 

No puedo escribir nada,

es posible que ya haya escrito todo

lo que tenía que escribir.


Tampoco sé si tenía que hacerlo,

ni por qué, para qué o para quien

lo hacía.


El acto de escribir no requiere que

quien lo hace pueda responder estas

preguntas.


Hay quienes solo escriben para preguntar,

hay mucho para preguntar en este mundo.


Mi mundo era tan pequeño como suficiente:

mi jardín, el paraíso y el ficus cuya sombra

imperfecta me cobija ahora, los pájaros y mis

dos gatos apareciendo y retozando entre las

plantas, entrando y saliendo del poema.


Ahora es uno; el otro está internado luchando

por su vida, con pronóstico reservado y pocas

esperanzas.


Fue mi primer gato, aún lo es y lo será siempre.


No sé cómo sería mi vida sin él, aunque lo pienso.

Los dos me han tributado un amor inmensurable

que no sé si merezco. Pero con él, había algo

inexplicable.


Cuando pasaba algunas horas sin verlo, me asomaba

al jardín y lo llamaba: Fito…

Al rato aparecía su carita sobre alguna medianera.


Luego, sus masajes en mi espalda cuando venía

a mi cama a compartir la siesta…


No era joven, yo tampoco lo soy. Me siguió una noche

siendo muy pequeño, desde la casa abandonada donde

había nacido, y compartimos nuestra vida durante doce

años.


Recuerdo mi angustia cuando lo llevé a castrar. Ya era

parte de la familia. Nos amó, fue amado. No tiene edad

para morir, si hubiera alguna.


No me consuela pensar que tuvo una vida feliz.


Cuando muera, una parte mía se habrá ido con él.


( … )


Ésto fue escrito hace unas horas, con algún resto

de esperanza. Ahora ya nos despedimos y no está

en este mundo.


Si hay algo parecido al cielo, hacia allí estará

viajando su alma. Si un alma piensa, la suya

pensará en mi como yo pienso en él, con la

parte que me queda.


Él no hubiera querido abandonarme, y yo no podía

prolongar su agonía. Le costaba respirar, casi no

podía levantarse, pero respondió a mi último saludo

como siempre lo hacía.


Si algo sobrevive a la muerte, tal vez sea el amor.

Acaso alguna vez volvamos a estar juntos en algún

lugar del cosmos y vuelva a recibir sus masajes,

a oír su voz, su ronroneo y a ver sus ojos claros

irradiando amor hacia los míos.


Tal vez me siga acompañando como siempre

y me ayude a hacer mejores poemas.


No puedo escribir nada.

 

 

20.12.2022


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
http/:Demolicionyobranueva.blogspot.com por José Luis Greco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en Demolicionyobranueva.blogspot.com.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en Demolicionyobranueva.blogspot.com.