(Cósimo Stancatto)
Una mente sin control
no sirve para nada.
Si no compartes este axioma,
controla los argumentos que esgrimas:
Todo argumento es refutable por otro
mejor o más organizado.
Sin control, no hay organización,
y sin organización no hay orden.
Una mente sin control no sirve
de nada: Incorpora sin discernir, se
carga de basura; no diferencia lo
verdadero de lo falso. No distingue
lo útil:
El control, es lo que nos hace diferentes.
Una mente sin control es como un barco
a la deriva, una hoja al viento, un viento
anodino sin ningún destino: un náufrago
sin brújula que huye de sí mismo.
Una mente sin control, es incapaz de
pensar por sí misma, no reconoce su
valor, es incapaz de autocrítica y sólo
puede adoptar valores que le imponen
los formadores de opinión, por medio
de la manipulación controlada.
El control posee un valor inestimable
para la inteligencia bien desarrollada:
Sólo quien es capaz de practicarlo en
forma rigurosa y a conciencia,
puede hacer una diferencia.
Una mente sin control, no sirve de nada.
Sólo el control nos hace libres:
El control es lo único seguro.
(Este texto ha atravesado todos los
controles disponibles, con éxito.
¿Eres capaz de controlar correctamente
las emociones que genera?)
No hay comentarios:
Publicar un comentario