(Gualterio Whiteman)
El núcleo del cadáver
se mantenía unido, indiferente
al movimiento discontinuado
y las últimas señales inquietantes
del citoplasma y su circunstancia.
Confiaba en su pasado no más
esplendoroso que el de cualquier
gusano sano.
Y en sus bacterias entrañables:
Ellas, es sabido, representan el 3%
del peso corporal humano.
Ahora, esa cifra empezaría a crecer
vertiginosamente.
Ya antes de ser cadáver, el núcleo
lo sabía: Hay que estar dispuesto
a todo, la vida es un viaje de ida
(en cuya tripulación, somos minoría)
No hay comentarios:
Publicar un comentario