(Aquino Lamas)
La promesa fracasó,
sólo lo sé yo; sin
compartirla nadie
se enteró.
Entero estoy, con mi
promesa fracasada
sin formular ninguna otra.
No emitas promesas vanas
ni lo inverso.
Que no te falte la palabra omitir
al emitir, no hay nada que cumplir.
Tan vano es cumplir promesas
como hacerlas. No comparto mis
fracasos, no hay fracaso que pueda
compartirse: Lo prometo,
y mi voluntad vuelve a salir ilesa.
Lo prometido es deuda:
No suelo emitir deudas, hay bastantes.
El fracaso bien logrado, puede sembrar
dudas y producir certezas; es sabido.
No hay tierra prometida, ni la habrá,
pero hay un bosque y está el abra.
Olvidé mi promesa, aunque recuerdo
haber sido parte de la naturaleza.
Lo único natural que va quedando
de la vida, es la muerte, que es también
la única certeza.
No prometo nada:
no es proeza esta promesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario