lunes, 3 de marzo de 2025

La evolución de la risa

 

(Horacio Ruminal)

 

La risa crece

como un río enamorado cuando 

las condiciones son propicias.


¿Qué propicia que ese caudal

de risa crezca, copioso, hasta el

desborde?


No hay indicios de que el emisor

lo sepa: No se piensa al reír, ni

al crecer, o al amar lo que se lleva

el río.


¿Adónde va la risa del idiota?

¿Qué parte de la risa se comparte?

¿Qué hay en común entre la risotada

anómala del loco y una risa sana

como ésta?


Un tonto no lo nota, y ríe sin morivo.

Como si la risa fuera un río sin tiempo

ni dueño, al alcance de todos.


No, no nos reímos de lo mismo

ni de la misma forma, aunque podemos

contagiar y ser contagiados de esa risa.


Una risa exitosa es siempre contagiosa

¿O el éxito está, por el contrario, en el

contagio?


Necesitamos del otro para que la risa se

libere y alcance su verdadera dimensión

creciendo como un río.


La libertad de reír, es una de las pocas

que aún sobrevive a la evolución. No

sabemos si habrá risa en el futuro, ni

cuáles serán las fuentes de contagio.


Hay risas que enamoran, y otras que

decepcionan. De qué te reís, no es una

pregunta de buen gusto: Nadie tiene

por qué saberlo, ya es bastante con

saber reír.


Reírse solo es un rasgo patológico: Yo

no me río, si no estoy seguro de estar solo.

Pero es peligroso: una vez me contagié la

risa, me tenté y no podía parar:


Crecía como un río enamorado

sin ningún motivo.


¿Acaso hay algún motivo?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
http/:Demolicionyobranueva.blogspot.com por José Luis Greco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en Demolicionyobranueva.blogspot.com.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en Demolicionyobranueva.blogspot.com.