(Asensio Escalante)
No me arrepiento, me repito.
Podría avergonzarme pero no
me arrepiento:
No me arrepiento de no avergonzarme:
podría avergonzarme sin arrepentirme;
no me avergüenza no arrepentirme.
Podría arrepentirme de no avergonzarme,
pero podría arrepentirme sin avergonzarme
por no haberme arrepentido.
No me arrepiento de este error.
Me repito, la repetición del error
no es para arrepentirse. El ensayo y error
-esta repetición- es la fórmula elemental
de la evolución: Está probado, es sabido,
las fórmulas se repiten: son para eso.
No me arrepiento de esta evolución,
no espero otra devolución. Repito:
No me avergüenzo de repetirme:
La vergüenza podría ser un error, se puede
repetir. El error es parte de la cadena de
valor: Sin repetición, no hay cadenas ni
valores.
No me arrepiento de este error.
El arrepentimiento es sólo una forma
de repetición, tal vez la más inútil:
Podría avergonzarme, pero no me arrepiento
(Alguna vez me arrepentí, fui arrepentido,
pero después lo pienso ¿para qué?
Y entonces me arrepiento)
El valor de la palabra es tributario de
la repetición, como todo valor.
No soy un hombre de palabra,
mucho menos uno de acción:
Mis acciones están sujetas a repeticiones,
como las palabras.
Hacer es ensayar, errar y repetir
bajo distintas formas.
No espero que este ensayo sea
de alguna utilidad para el ama de casa,
el hombre de la calle, o algún alma errante
que vacila entre pedir y dar, sin trepidar
ni detenerse a observar todo lo que se puede
hacer y es oportuno repetir:
Hay valores y escalas, se puede descender
y escalar y duplicar la apuesta:
Siempre hay oportunidad para descubrir
otros valores y reproducir lo que no puede
repetirse.
No quisiera repetirme:
No me arrepiento de este error
(Puede que sea tarde para arrepentirse,
pero nunca es tarde para repetirlo)
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