domingo, 31 de julio de 2022

No pasa nada

 

(Ricardo Mansoler)

 

Con el tiempo

uno se vuelve más consuetudinario

con las palabras, el lenguaje

se adapta a los tiempos.


El tiempo no tiene ningún lenguaje,

aunque es lo que permite hablar del

paisaje y conferirle un ritmo, para

poder hablar con el paisaje.


En cambio, los tiempos precipitan

en sucesivas divisiones, como la

palabra sílaba (con las mismas sílabas

se arman distintos paisajes)


Se pasa de las palabras a los hechos

y de los hechos a las palabras

sin que el paisaje se altere

ni se le mueva una sílaba.


No pasa nada, para el sujeto

consuetudinario.


No pasa nada, el tiempo corrobora.


El movimiento de una sílaba

sólo puede afectar al ritmo

en que vacilan las palabras,

el paisaje no se detiene.


No pasa nada, sólo el tiempo, sin

lenguaje ni aspiración semántica,

conteniendo todos los ritmos

y todos los homófonos humanos


así como el canto de los pájaros

que alguna vez dominaron el mundo


(Tal vez su canto contenga esa

memoria, que excede nuestro tiempo

y su modesto lenguaje)



Los amigos del barrio

 

(Carlos Inquilino)

 

Los amigos del barrio

se mudaron, eligieron otros barrios.

Hay muchos barrios, se puede elegir

(dentro de las posibilidades de cada

habitante, vecino, amigo o enemigo)


Hay varios barrios mejores que éste,

pienso: habrán pensado. Más caros

o baratos pero todo cambia, siempre:


Hay barrios que se valorizan, gracias

a la gentrificación que diseña y

desarrolla una buena gestión.

Todo cambia: la transformación no para.


Se elige el barrio como se elige a los

amigos, pero los amigos pueden elegir

otro barrio y cambiarse: Luego, podrán

seguir siendo amigos, pero no del barrio.


Hay barrios mejores tal vez, con mejores

plazas, con mejores amigos, y hasta con

mejores mujeres tal vez:

pero las mujeres van y vienen

y los amigos son para toda la vida.


Hay que saber elegir: Primero el barrio

y después los amigos, en ese orden -no

en el otro- porque los amigos pueden

cambiar de barrio y te quedás sin amigos

del barrio.


Entonces, por ahí te mudás a otro barrio

y hacés otros amigos, que por ahí son

mejores, o no… Pero son los amigos del

barrio, que uno eligió.



jueves, 28 de julio de 2022

Ontario

 

(Ricardo Mansoler)

 

En Ontario nunca hubo un tirano,

me contó un notario natural

de Ontario.


En Ontario, nunca hubo un tirano;

si lo hubiera, tendría los días contados,

se jactan los ontarianos sanos.


En Ontario nunca hubo tiranos:

Los ontarianos confían en su historia

y en sus recursos sanitarios.


Aseguran que en Ontario

nunca hubo originarios

ni conflicto: Somos gente de paz,

rechazamos la violencia; de haber

encontrado signos de violencia,

hubiéramos seguido otro itinerario.


Por el contrario, en Ontario no hay

nadie con prontuario, y casi no quedan

centros carcelarios.


Estamos tranquilos en Ontario,

sabemos ser un lugar seguro

para víctimas y victimarios.

 

La vida es cara en Ontario, pero

gozamos de los mejores salarios.


En Ontario hay libertad, respetamos

todas las creencias religiosas y profanas,

aún las más dudosas.


En Ontario nunca hubo un tirano,

por el contrario: somos abiertos

a las sectas, pero no sectarios.


En Ontario no hay censura: Todas las

voces tienen derecho a pronunciarse

en libertad, si bien se sabe que todos

los varones somos barítonos en Ontario.


Los ontarianos sabemos reciclarnos.

Acá nadie tira nada, se aprovecha todo.

No hace falta un tirano que nos una:

Los ontarianos tiramos para el mismo

lado. Y vamos tirando.


Puede que haya habido algún tiranosaurio

en el pasado de Ontario, pero nunca hubo

un tirano autoritario.


En Ontario no negamos nada

mas que lo necesario:

Nunca hubo negacionismo

y tampoco originarios, hay consenso:

no creemos que sean necesarios.


En Ontario hay libertad de cultos,

cada quien con su incensario:

Hay doctrinarios, trinitarios, tributarios

y supernumerarios y todos marchamos

juntos a celebrar el día del Orgullo

Binario (aunque estamos abiertos a

todo lo contrario)


miércoles, 27 de julio de 2022

La evolución de la mancha

 

(Horacio Ruminal)

 

En el principio fue una mancha blanca,

algo tan ambiguo como sospechoso:

las manchas verdaderas son obscuras,

mientras que el blanco, símbolo de pureza,

sólo podría manchar algo ya manchado

(o maculado, para no evolucionar en la

repetición de esa voz que tanto significa)


Cabe agregar (¿qué le hace una mancha más

a la evolución?) que toda mancha es, ante

todo, un significante, como también lo inverso.


Toda mancha es única, aunque se trate de

una mancha genérica.   Posee rasgos y

características propias que la diferencian

de otras, (como los significantes) lo que

explica la existencia de los concursos de

manchas: Si fueran todas iguales, no tendría

sentido la competencia.

 


II

Volviendo al blanco original, de la mancha de

referencia, no sólo era una mancha blanca,

sino que además, crecía: un signo vital bien

valorado en general, pero altamente sospechoso

para una mancha cualesquiera dada.



No era una mancha mas, se iba expandiendo

de un modo casi imperceptible pero minucioso

y continuo, así como este texto.


La dinámica de las manchas es rica y diversa:

Algunas se expanden a una velocidad y luego

merman, hasta alcanzar su forma definitiva o

máxima expresión.


Las hay que crecen y decrecen o se apagan,

hasta que nos olvidamos de ellas y quedan

ahí, con su expresión vacilante, como parte

del paisaje familiar.


Con el tiempo, uno se acostumbra a su presencia

inocua y convive con ella, incorporándola a la

vida cotidiana, hasta olvidar que alguna vez fue

una mancha incipiente, amenazante e invasora.


Es natural adaptarse y naturalizar todo.

Hay manchas que sólo permanecen en la

memoria. 

 


III

Las manchas, no son algo de lo que se pueda

prescindir, están en todas partes aunque no las

podamos ver y registrar a todas, y su vida útil

es variada:  Depende de la procedencia y las

condiciones del entorno en que se desarrolla,

como cualquier sujeto.


Hay vidas que se perciben como una mancha

para la familia.  Pero ninguna es única, cada

unidad  familiar cultiva sus propias manchas y no

las hay inmaculadas, con excepción de la

Sagrada Familia y el Espíritu Santo, que no

sabemos si es parte de la Familia o sólo una

mancha incolora.


La dinámica de las manchas, es también un

significante: Cuando deja de expandirse y

conoce el estado de reposo, significa que llegó

a su techo como mancha.


Si en nuestro techo, vemos que la mancha de

humedad detuvo su crecimiento, significa que

el vecino de arriba arregló el caño, o al menos

dejó de hacer lo que hizo aparecer la mancha

(Son muchas las actividades humanas capaces

de generar manchas, omitiremos enumerarlas)


Por lo común, todos los vecinos suelen hacer

ese tipo de cosas: Conviene no tener ninguno

arriba, ni al costado, o incluso abajo, en fin,

es un problema generado por la propiedad

horizontal (Tampoco sirve elegir el último

piso, donde las filtraciones son recurrentes)


En realidad, el problema no son las manchas

de humedad, que uno termina aceptando como

algo natural e inevitable: Los vecinos, suelen

emitir cosas peores.


Mejor no hablar de los vecinos, que también

tendrán sus problemas y sus manchas, y seguir

con la mancha que nos ocupa.

 


IV

Para ser justo, o al menos sensato, habría que

ser más contemplativo con las manchas.

La historia de la mancha nos remite a la infancia

¿Quién no ha jugado a la mancha venenosa, o a

alguna otra?  Hay venenos que no manchan pero

¿Quién no se ha manchado?

Luego ¿Quién no compró un quitamanchas?


Entre tantas cosas, le debemos el desarrollo de

esa industria necesaria, así como algunas

memorables expresiones de la cultura popular:

“la pelota no se mancha” (Reza la metáfora divina,

que como toda metáfora, es falsa: cualquiera que

haya jugado en un potrero o un baldío, sabe que sí se

mancha, en el barro o al caer en una zanja, etc.)


Gracias a la industria, conocemos a la famosa mancha

rebelde, un enemigo común al que todos combatimos:

La rebeldía, en sí misma, no goza de buena prensa, y

agregada a la condición negativa de la mancha,

componen una presencia desagradable, que hay que

rechazar de plano y erradicar por cualquier medio

para que no cunda el mal ejemplo.


Por fortuna, gracias a la evolución alcanzada,

disponemos de quitamanchas efectivos de última

generación, y todo indica que seguirán evolucionando

a la par de nuestras manchas.


Como ésta, que empezó como una simple mancha

blanca y evolucionó en esta relación amorfa de

manchas que deambulan e interactúan, sin mayor

sentido de unidad, entre tantas palabras que manchan

el papel, que era blanco como la mancha original.



V

Todas las manchas son originales, todas tienen su

origen (aunque lo desconozcamos) y no hay manchas

apócrifas.


No hay dos idénticas, aunque hay manchas que

constituyen un rasgo identitario, como ciertos lunares

y otras.


Las manchas en la piel del rostro y en el dorso de las

manos, también son un significante: revelan el tiempo

acumulado en un cuerpo. Hay quienes recurren al

dermatólogo para suprimirlas, con resultados aceptables;

otros las aceptan con mayor o menor resignación,

entendiendo que el paso del tiempo es inexorable y es

vano ofrecer resistencia.


Algunos no confían demasiado en la ciencia, y optan

por recurrir a la sabiduría ancestral: “Tenía una mancha

indeseable e inocultalble, probé de todo, y nada. Pero

al final pude deshacerme: Ví a un Chamán y chau

mancha”


La dinámica de las manchas, fue lo que originó el

presente desvío, pero esa dinámica es parte de la

historia: Nuestra Historia es un buen ejemplo

de como el tiempo va degradando distintas manchas

para que olvidemos todo, y podamos vivir sin esa

carga negativa. Nadie es culpable de lo que ocurrió

en el pasado, no estábamos ahí y no podemos hacer

nada para cambiarlo.

 


VI

Damos vuelta la página, y nos ocupamos del presente:

esta mancha blanca que destiñe…


Volviendo a mi mancha de inicio,

esta mancha blanca y creciente

apareció como un rasgo incipiente

en el plumaje de un zorzal, que vive

en mi jardín y suele visitarme, junto

a otros.


Al principio, supuse que podía haberse salpicado

con pintura blanca, que habíamos usado hacía poco.


Después, vi que la mancha se iba extendiendo

y descarté que fuera pintura.


Por último, sólo conservaba algún color

en la cabeza, hasta quedar completa y

definitivamente blanco.


Temí que fuera rechazado por sus pares

y reaccionaran con la violencia

que suelen emplear en otros casos

que me tocó observar. Pero no, por suerte

nada cambió   (no sé si es porque aceptan la

diferencia, o sólo que no la perciben)


Ahora sé que se llama leucismo,

un fenómeno raro que afecta a algunos

individuos entre las aves.


Mi amigo alado luce como el

Espíritu Santo, Ave purísima

si las hay.


La duda existencial y metafísica

sobre la imagen de esta

emanación divina:


¿Inmaculado, o pura mancha?


martes, 26 de julio de 2022

La conquista de la función poética

 

(Ricardo Mansoler)

 

¿Cuántas palabras que ya no necesito

como sujeto?


¿Quién dijo que fueran necesarias éstas

y no otras o ningunas?


¿Cuándo tuvo lugar la conquista, y

hasta dónde se puede extender?


¿En qué momento se detuvo

la evolución del poema?


¿Necesitaba alteraciones, su fórmula

original?

¿Cómo reparar la pérdida del original?


¿Es correcto detenerse para observar la

evolución, sin alterar las condiciones de

producción evolutiva?


¿Cuántas palabras necesita el hombre

para gestionar su posibilidad real

como significante en el presente

segmento?


¿Cuántas, el poema, para alcanzar su objeto

y detenerse?


¿Es aceptable la detención sin causa?


¿Podría ésta justificar al poema?


Si el poema sólo puede cursar su evolución

con palabras ¿para qué se detendría?


¿Para conquistar al lector ávido y avieso

o reconquistar al que está por perder?


¿Cuántas preguntas tolera un poema que

se precie en condiciones normales?


¿Cuántas condiciones normales conocemos

hasta acá?


¿Cuántas escamas necesita el cuerpo del

poema para cubrir su desnudez obscena

y circular sin riesgo?


¿Cuál es la nómina de riesgos que el poema

debería evitar?


¿Cuál es el margen de aceptación parta los

excesos cometidos en el ejercicio de su función,

por acción u omisión en la flagrancia de su

emisión?


¿Cuánto tiempo está dispuesto a invertir un

lector genérico de poemas, en uno que no

ofrece garantías de ser lo que parece, ni

siquiera lo contrario?


¿En qué momento el poema se percibe

como tal y califica?


¿Qué destino espera al poema desclasificado

entre objetos tan dudosos como inclasificables?


¿El verdadero poema, es eso que queda afuera

de la cadena de significantes? ¿Es la separación

precisa entre las líneas paralelas que marcan

y determinan la trazabilidad de la aspiración

inicial?


¿O no?


¿O por el contrario: el poema verdadero

es pura aspiración?



lunes, 25 de julio de 2022

Velocidad crucero

 

(Remigio Remington)


El engaño subcutáneo, la música

funcional no hace peligrar la continuidad

en el orden de las mucosas.


No es necesario ser un habitante ejemplar

para saber interpretar el hábito del prójimo:


su ímpetu es idéntico

al anhelo disolvente del lípido

en su tinta.


(Hay quien gasta su opilación en una sola

lipoaspiración)


Aspiraciones hay de sobra, el problema

es la distribución.


No pidas peras por pedir,

los sueños de las vísperas

aún siguen describiendo órbitas

impagas.


Sin sacrificarte o estandarte

a una velocidad extinta

podrías mover una piedra

como ésta


y molerla en fragmentos engañosos

como píldoras doradas o soles,

polvo estelar, sales solubles

en modestas moléculas,

palabras.

domingo, 24 de julio de 2022

La evolución del instinto de conservación

 

(Horacio Ruminal)

 

Los cuerpos que proceden del instinto

tienen los días contados: como los

hábitos que acreditan   (los hay

nocivos y saludables; la neutralidad

es irrelevante en este ámbito)


La satisfacción inmediata, es un

hábito muy difundido en los tiempos

que corren: el valor del instante

aventaja al instinto, que procede del

pasado y vacila en otro ritmo.


La evolución, incrementa la velocidad

del deseo, tanto como el deseo de más

velocidad.


Hay que adaptarse, la Historia no puede

esperar, el presente no es para todos:

el que no se adapta está muerto.


La dinámica de los cuerpos vivos

incorpora nuevos movimientos, que

deben adaptarse al ritmo evolutivo

de los hábitos en curso.


El tiempo sostiene los hábitos,

que al repetirse en sentido evolutivo

acaban en instintos.


(No sé si me seguís, a mi me cuesta:

a veces me pierdo, a veces sigo a mi

sombra, y vuelvo a perder. Más no

me desanimo)


El presente es veloz, casi inasible,

pero nadie quiere correrse

o dar un paso al costado: Preferimos

un paso en falso, no se sabe qué hay

al costado; vacilamos…


El instinto nos previene contra lo

desconocido, puede que a ambos

lados haya un ejército de fracasados

que no pudiendo afrontar los costos

acabaron desertando, resignados a

ver pasar nuestros hábitos vitales

desde su anacronismo sin futuro.


Bajaron los brazos, no luchan

por actualizar el placer

ni por incorporar las nuevas tendencias

que la velocidad confirma.


Se refugian en el instinto

de conservación, como si

valiera la pena conservar algo

del pasado.


viernes, 22 de julio de 2022

La perfección es posible

 

(Walt Waitman)

 

Examina tus heces, sin prejuicios;

no las descuides, no las mires

de soslayo.


No soslayes esta observación,

tus heces tienen mucho que decirte,

y cuanto dicen es mucho más

esencial que este poema, que no es

poco, o sí: no importa mucho lo que es.


Para leerlas debieras conocer

su lenguaje: está hecho de formas,

colores, aromas y texturas, como

todos los lenguajes. El resto es

desarrollo, y no hay desarrollo

sin metabolismo.


Sin él, no habría poemas ni sujetos

emisores o receptores: nadie podría

leer el destino en las heces del poema,

ni metabolizar una coma, un apócope,

una antanáclasis.


Sin él, no habría intercambio de fluídos

ni comercio carnal, epitelial, espiritual,

ni internacional.


Nos relacionamos por el comercio:

Cualquier sujeto, dador o receptor

lo sabe.

El metabolismo, no es sólo una función

vital: es la base de toda economía sana.



II

El metabolismo es pura elaboración

en evolución, como el poema que

busca su forma.


Todo es forma, y las formas se transforman

con el intercambio: toda forma es un

significante.


No soslayes este poema de heces

sin haberlo metabolizado; aprovecha

su parte útil (hay muchas formas de

ser útil a otros metabolismos)


Observa esas formas que vacilan

después de haber cumplido su servicio

para luego incorporarse a un volumen

superior de aguas servidas.


Observa forma, consistencia, texturas,

tonalidades y detalles de terminación:


Ahí yace la historia evolutiva

de ese bolo que te hace ser sujeto,

aunque lo abandones con premura.


Después de su observación minuciosa,

podrás reanudar el ciclo evolutivo de

tu jornada, atesorando este conocimiento:


El estado de tu función metabólica,

función primordial de la que dependen

todas las otras.


Estas formas que ahora observas,

contienen millones de años de evolución:

expresan la filogénesis histórica de la

especie más desarrollada; la vanguardia

evolutiva de todo el Orden Natural, yace

ante tus ojos, en la materia de esos cuerpos

obscuros que te observan observarlos.


Sin ellas, no serías nada.

No las menosprecies, se gestaron en tu

cuerpo y hablan tu mismo idioma.



III

Tus heces no son tus heces,

aunque las hayas emitido

y sientas que es lo único

que te pertenece:


Son el testimonio y producto natural

de la energía que impulsa la vida

del planeta: un bolo en continua evolución.


Esa emisión nos hermana con todos

los sujetos metabólicos, desde los grandes

saurios, nuestros padres predadores, hasta

la última bacteria que progresa en tu hez.


Es lo que ves, éste no es un poema

existencial, ni confesional: es más bien

bucólico, funcional y metabólico (puede

contener materia residual de otras emisiones

anteriores)


Tus heces no son tus heces.

Puede que sean emanación divina, o semi

(se sabe poco de la fisiología divina)

pero todos los seres vivos tributamos

a esta maravilla y compartimos la

cadena trófica, ésto es la vida:


Transformar la vida de otros seres vivos

en energía útil y excremento.


Algunos entienden que algo tan perfecto

sólo pudo ser creado por una Voluntad Divina.


Debemos ser conscientes, y abonar algún

tributo a la Divinidad o al Orden Natural

que nos emite y todo lo recicla para que la

vida se extienda y siga floreciendo.


Aunque nuestras heces no sirvan

como abono.


martes, 19 de julio de 2022

Elipsis

 

(Teodoro Losper)

 

La superioridad de las líneas curvas,

la comba, los cuerpos redondeados, las

esferas, el movimiento orbicular y los

sistemas que reposan en modelos circulares,

están siendo severamente cuestionada en

algunos círculos áulicos.


Sus defensores no se inquietan, ni se alteran.

Esbozan una sonrisa semicurva al responder:


No hay nada que rectificar, que cuestionen

lo que quieran; todo vuelve.


lunes, 18 de julio de 2022

Nuevas listas

 

(Tomás Lovano)

 

Hay nuevas listas,

se están completando ahora

en distintas partes del planeta.


No se sabe si en otros planetas

hay otras listas, o todavía no

están listos para hacerlas:


No hay cifras confiables

ni disponibles.


Hay listas en preparación,

no sabemos cuantas son

con precisión: No contamos

con los recursos para hacer

una lista exhaustiva.


Todo puede ser parte de una lista.


II

Hay nuevas listas,

otras casi listas.


Las listas nos ordenan, pero suelen

tener una vigencia limitada: Hay

que renovarlas.


Hay una lista de cosas que habría

que renovar. Para empezar, conviene

hacer una lista.


La utilidad de las listas, es siempre

relativa: es perfectamente posible

armar una lista con todo lo que hay

que hacer en el día, y no hacerlo.


Una lista de prioridades resulta inútil

si el hacedor no tiene ninguna, o tiene

la de no ajustarse a nada.


Pero cobraría utilidad si tuviera, al menos

una prioridad: hacer una lista.



III

Una lista, es un recurso para producir

orden. Pero el orden puede prescindir

de cualquier lista: El Orden Natural

es un buen ejemplo.


Antes que una lista, lo esencial para

establecer algún orden es la obediencia,

el principio de toda organización social,

biológica y hasta humana.


Todo puede ser parte de una lista,

y todos somos parte de alguna, e

incluso de distintas listas (es posible

que integremos listas que ni siquiera

conocemos)


La participación en listas, puede extenderse

más allá de la vida: Hay listas de espera

para ser cremados o inhumados, y es posible

que las haya para entrar al Purgatorio o al

Infierno.


Hay que estar preparados, y hacer una

lista de lo que podemos necesitar en ese

último viaje.


Hasta tanto, hay muchas listas

que hacer y revisar.


Hay quienes se contentan haciendo

listas, otros pasando lista, y también

los que aspiran a encabezar las listas.


Hay listas para todos.




domingo, 17 de julio de 2022

Ideales residuales

 

(Germán Singerman)

 

La sensatez no posee un valor de cambio,

aunque tampoco sabemos bien qué es.


Pero desde una visión desinteresada, en

el sentido sano de este término, y más allá

de la falta de definición, es dable valorar

aquellas reservas morales que todavía

subsisten.


¿Qué significan las reservas morales?


Nos reservamos la respuesta, para no

confesar tanta ignorancia: la ignorancia

no goza de valoración social, aunque su

práctica sea bastante popular.


La valoración social, procede del sentido

común que, como la sensatez, tampoco

sabemos bien qué es, para ser sensatos.

(Sin embargo, podemos aceptar que,

como todas, las reservas morales son

recursos)


La ética y la moral (que no son lo mismo,

pero al sentido común no le interesan las

diferencias) debieran gobernar nuestras

acciones y pensamientos, para resolver las

diferencias y avanzar hacia el tan mentado

bien común (desconocemos su sentido,

sólo sabemos que hasta ahora nunca existió

y que es hostil al desarrollo)


Las reservas morales… ¿Debemos defender

estos valores que nos quedan?

¿Resulta sustentable?


Para ser sensatos, presentan más dudas que

certezas; pero la defensa de los valores

sigue pareciendo una buena causa.


¿Hay buenas causas?


En otros tiempos, la juventud tenía ideales

de libertad y de justicia, e incluso hasta de

soberanía.


Pero estas palabras fueron perdiendo su

valor original, fueron vaciadas de sentido,

adulteradas, y el soberano duda: los ideales

ya no son lo que eran, y el sujeto histórico

tampoco.


Los jóvenes siguen soñando, son jóvenes.

Pero tienen otros sueños, acaso más sensatos,

no sabemos bien cuales son, pero no serían

los ideales.


Deslindando con fe

 

(Epifanio Weber)

 

Desde los bordes del deslinde,

una vislumbre auspiciosa:

Los tiempos destilados

vacilan en proporción inversa

al volumen de la fe invertida.


La fe es un recurso renovable

para la producción de sentido,

la producción de consenso y

la producción de pruebas.


Estamos ensayando, los feligreses

se multiplican a una tasa razonable,

orifican los desmadres naturales

con una conciencia semejante al

pronunciado desapego de la masa.


(Total qué más da, cantaba el coro

de creyentes jóvenes en su momento)


La masa pasa de un estado a otro:

líquida, humeante, vacilante…


Mucílagos que cursan duermevelas

y estandartes. Líneas absorbentes

emergen de los tiempos muertos y

subdividen los quicios en exequias

ejemplares, para que brote un predicado

distinto de cero: Cualquier desmesura

es apropiada para sostener los postulados.


Las fórmulas resisten con dignidad

y altura al pie del fermento artificial

padre de todo lo que brota. Todo brota:


El futuro fragua y puede despejarse

de unas líneas, humildes en relación

al humo que los cuerpos emiten, antes

de ser inhumados para su reposo definitivo.


Un último destello anuncia la partida

de nuevos abonados: Los jóvenes no

temen, perfuman sus partes blandas

y confían en sus propios atributos

como embutidos en participios

cargados de futuro.


¿La masa está servida?

¿Esto era todo?

¿Son paralelos los bordes que nunca

se tocan?


¿Están tocando nuestra canción?

Puede que sí, en alguna parte.


El pasado de la recta es sinuoso

pero finito. Sólo los puntos son

infinitos.


jueves, 14 de julio de 2022

animales poéticos

 

(Tomás Mercante)

 

¿Cuántos animales pueden entrar

en un poema? Uno es bastante,

pero depende, en parte, del tamaño

y de la capacidad instalada.


Los animales no se desaniman

con frecuencia, casi todos son más

dúctiles que uno:

entran y salen de cualquier lugar sin

imponer condiciones ni afectar la

función poética.


Algunos son más poéticos que otros,

pero cualquier animal que pasa

por ahí le agrega vida

al poema, si tuviera alguna.


Son tan útiles como indiferentes

a la utilidad que prestan, ofrecen,

entregan, arrojan o producen.


El volumen animado que circula

dentro del poema, confiere fluidez

a sus sentidos vitales y agrega valor,

si hubiera algo semejante.



II

Rebobinando: la producción poética,

como la bovina, ovina, porcina o

aviar requieren sus recursos (aunque

el consumidor final perciba como algo

natural al producto acabado)


Por último, animales muertos

también son útiles para producir sentido

y revitalizar al poema que vacila:


La muerte siempre tiene algo que decir,

sigue siendo un sujeto valorado en la

producción poética, y constituye un

recurso renovable como abono.


Todos los metabolismos viven de otros,

como los poemas, y en ambos casos no 

está dicha la última palabra.


miércoles, 13 de julio de 2022

Espolones poloneses

 

(Ricardo Mansoler)

 

El espolón es polonés,

en los polos no abundan

espolones poloneses

ni colonos portugueses o nativos

que espoleen a las autoridades

polares para importar espolones.


Leen bastante en los polos

aunque no espoleen.


Un espolón es un arma natural,

como el conocimiento ¿qué

sabemos de espolones?


Un espolón es un arma natural,

las armas son útiles aunque no

sean naturales.



II

Aves como el gallo, ostentan su

espolón. Otros tienen garras, púas

ponzoñosas, colmillos afilados,

grandes bocas o picos temibles;

aguijones de distinto calibre, y

otros sólo su veneno.


La naturaleza de las armas es

diversa, pero está claro que el

Orden Natural ha previsto que

hubiera que andar armado por

la vida, como condición natural.


Las armas son capitales para

dirimir conflictos, aquí y en

la China, en Polonia y en los

Polos.



III

En los polos no hay mucha lucha,

hay pocos pobladores por habitante

y casi no quedan osos polares.


Las opiniones no están muy polarizadas

respecto a los espolones de ultramar

o al poliamor.


No usan espuelas ni conocen el esplín

ni se preocupan por olas polares:

El frío polar y el aislamiento, conspiran

contra la evolución.


Cada uno tiene el espolón que merece,

o más; aunque algunos sólo tienen

anclas.


Yo conservo mi espolón de proa

a buen resguardo.




lunes, 11 de julio de 2022

El sermón de la montaña (de excremento)

 

(Walt Waitman)

 

Hablemos de mi, dijo el demiurgo

entre las heces feligresas del rebaño.


Gracias a mi, gozan de un cuerpo superior

provisto de todos los sentidos necesarios:


Pueden disfrutar de la visión de todos los

paisajes que he creado para ustedes.


Pueden olfatear una parte de los aromas y

perfumes naturales, cuyo diseño perfecto

me pertenece, y oír una buena cantidad de

voces y sonidos que responden a mi Voluntad

tan perfecta como infinita.


Todo lo que hice y puedo hacer, es perfecto,

más no me vanaglorio ni espero recompensa:


Mantengo esta humildad impar, que es sólo

un atributo de mi perfección superior,

 y la predico.


No me gusta hablar de mi, pero se debe predicar

con el ejemplo: No estamos aquí para hacer

sólo aquello que nos gusta, hay que aceptar, la

perfección contiene límites. Los límites son obra

mía, y quien no los respete tendrá su merecido.


Que nadie ose vanagloriarse de lo que hace

o deja de hacer: Ninguna hez es perfecta.


Si hubiera heces perfectas, serían las mías,

pero no emito eso (aunque podría hacerlo

si quisiera)


Soy amor, el Amor Verdadero no produce

desechos ni emite materia residual.


El amor puro no necesita reproducirse

ni ser reproducido, ni tributa al intercambio

de fluídos.


El comercio es algo propio de la carne,

y merece ser superado.


Continuar...


domingo, 10 de julio de 2022

Los deportes humanos

 

(Ester Miño)

 

Entre los deportes humanos

más desarrollados disponemos:


El tiro al pichón, la cetrería, la

corrida de toros, de ratas y liebres,

la corrida cambiaria, la bicicleta

financiera y la fuga de divisas.


El amor a la divisa, es uno de los

más elevados valores que debemos

al deporte:


Un sentimiento indeclinable, un

amor innegociable e inmarcesible,

acaso la más pura de las pasiones

cultivables.


Como si no fuera suficiente, el amor

a la divisa ofrece otros beneficios

que lo tornan ventajoso, respecto de

cualquier otro emprendimiento

amatorio:


Sirve para amortizar el pasivo

de amores dudosos, deficitarios

o mal tramitados, es ajeno a toda

forma de infidelidad y es de fácil

acceso para cualquier mortal, sin

necesidad de capacitación alguna

para gestionarlo (a diferencia del

capital cognitivo)






sábado, 9 de julio de 2022

Un buen dogma lo resiste todo

 

(Dudamel Rambler)

 

Congelé un dogma natural

y lo olvidé en el freezer.


Después de un tiempo que

no puedo precisar, fui por él

y estaba ahí. Parecía haberse

adaptado al cambio y daba

signos de haber sobrevivido

sin inconvenientes.


Se mostraba en buena forma,

tal vez que algo reducido en volumen

aunque no pude verificarlo en forma

fehaciente (no tomé medidas ni atiné

a medir su vanidad)


No lucía alterado ni afectado, por

el contrario; en cuanto me vio, se

echó a reír como los dioses.


Y qué iba a hacer: Me reí también


(y aproveché para descongelar

una hamburguesa integral

de células madre de última

generación)


La risa es tan necesaria como los

dogmas.


viernes, 8 de julio de 2022

Una coma caediza

 

(Aquino Lamas)

 

Una coma en mi cama,

alcancé a verla discurrir

desnuda entre la sábanas.


No vacilé, tampoco lo contrario.

Puede pasar, pensé: hay signos

de sobra y están por todas partes.


No es descabellado que alguna

coma náufraga, haya quedado

zozobrando entre las líneas más

o menos imprecisas de tanto

material onírico que no llega a

ser escrito en la memoria, ni en

algún otro papel.


Los signos tienen sus funciones,

como los sueños, aunque más

difusas.


Los sueños contienen imágenes,

sonidos y palabras: una máquina

silenciosa y misteriosa que nunca

se detiene, no deja de emitir algo

que acaso sea lo único que no

puede hacer una máquina.


Hay buenos cuentos y poemas

surgidos de sueños. La escritura,

emisión de signos, sueños y deseos,

no descansa nunca aunque la

actividad consciente disminuya.

 

 

II

Supe escribir en sueños,

incluso algún poema perfecto

que después no pude transcribir,

aunque lo recordara.


Es posible que mis mayores logros

poéticos hayan corrido esa suerte:

No me desespera, alguna vez lo haré,

o no, pero no suelo comerme las

comas.


Antes bien, puedo excederme en el

uso de los signos (uno busca precisión

aún cuando no tenga mucho que decir)


Tal vez ocurriera eso: esa coma se

sintió de más en el contexto soñado y

saltó, como una pulga del sueño a la

cama, en un movimiento de signo

inverso al nuestro, que asaltamos la

cama en busca del sueño, esa pausa

como un signo de puntuación a la

realidad incierta.


Ya no está, no puede haber ido muy

lejos esa coma: Se la de debe haber

comido mi gato, le gusta saborear

insectos.


jueves, 7 de julio de 2022

Evolución de cuajo

 

(Ricardo Mansoler)

 

Me gusta ese cuajo,

aunque su linaje no cuaje

en el encaje de la dama

(toda realidad es femenina)


Hay que saber desmarcarse

y separar, desagregar

hasta que todo encaje:


Con el tiempo no se aprende.

Una rutina de ejercicios para

organizar el tiempo, podría ser

útil: una parte del tiempo se

organiza en la rutina.


Es útil separar lo útil de lo inútil.

El sentido fiduciario, como el

ejercicio de la libertad, poseen

una utilidad relativa.


Seguir una marca, someterse a

ese apego, son formas de entender

la libertad:

Suelen los fieles reconocerse libres.


Con el tiempo no se aprende:

Las mejores marcas también

nos abandonan. Lo aprendí de viejo

revisando unas marcas vetustas que

habían quedado en la memoria :

el valor de la marca es siempre relativo.



II

Yo era un buen marcador en mis tiempos,

no era fácil pasarme; iba fuerte abajo sin

contemplación.


También sabía desmarcarme, tenía pausa,

recorrido y buena dinámica: No siempre

era suficiente.


Con el tiempo no se aprende casi nada.

Separar es fácil, como cuajar.

Sólo es preciso tener algún recorrido,

una trayectoria, aunque sea discreta, como

para reconocer lo que cuaja y lo que no.


Ajustar la marca sobre lo que no encaja,

arrancar de cuajo los excesos y volver

al principio.


Hay que tener algún principio

para poder volver, aunque sólo sea

de memoria, hasta el lugar preciso

donde cuaja el exceso primordial.



III

Con el tiempo no se aprende.

Hasta la marca pegajosa, en un momento

de distracción se pierde en una burla que

no nos abandona y nos vuelve a desencajar.


Es más viejo que el tiempo,

cualquiera hace un poema con frases hechas:

he hecho muchos, sólo hay que saber

separar y acomodar los excesos (todas ellas

están hechas de excesos)


El tiempo sabe por viejo,

pero no sabe que es viejo.

El mundo no es tan viejo:

lo único viejo es la conciencia.


La conciencia puede estar en cualquier

parte del cuerpo, o bien en otra parte. No se

sabe: las ventajas de lo desconocido.


Con el tiempo no se aprende:


El camino es uno, pero los desvíos

posibles son cuantiosos: el tiempo

está lleno de ejemplos a seguir, y

a evitar. Hay que saber separar.


Saber separar es un arte mayor.

Un adulto mayor debe ser meticuloso

con los excesos.


Con el tiempo no se aprende:

Una buena anáfora de signo negativo

puede ser útil y enriquecer al poema

desvencijado que envejece sin cuajar.


Me gusta este atajo: me identifica,

aunque no me reconoce;  está algo

descuajeringado...




Licencia Creative Commons
http/:Demolicionyobranueva.blogspot.com por José Luis Greco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en Demolicionyobranueva.blogspot.com.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en Demolicionyobranueva.blogspot.com.