jueves, 14 de julio de 2022

animales poéticos

 

(Tomás Mercante)

 

¿Cuántos animales pueden entrar

en un poema? Uno es bastante,

pero depende, en parte, del tamaño

y de la capacidad instalada.


Los animales no se desaniman

con frecuencia, casi todos son más

dúctiles que uno:

entran y salen de cualquier lugar sin

imponer condiciones ni afectar la

función poética.


Algunos son más poéticos que otros,

pero cualquier animal que pasa

por ahí le agrega vida

al poema, si tuviera alguna.


Son tan útiles como indiferentes

a la utilidad que prestan, ofrecen,

entregan, arrojan o producen.


El volumen animado que circula

dentro del poema, confiere fluidez

a sus sentidos vitales y agrega valor,

si hubiera algo semejante.



II

Rebobinando: la producción poética,

como la bovina, ovina, porcina o

aviar requieren sus recursos (aunque

el consumidor final perciba como algo

natural al producto acabado)


Por último, animales muertos

también son útiles para producir sentido

y revitalizar al poema que vacila:


La muerte siempre tiene algo que decir,

sigue siendo un sujeto valorado en la

producción poética, y constituye un

recurso renovable como abono.


Todos los metabolismos viven de otros,

como los poemas, y en ambos casos no 

está dicha la última palabra.


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